Fiebre tifoidea
¿Qué es la fiebre tifoidea?
La fiebre tifoidea, denominada también fiebre entérica, es una infección aguda potencialmente mortal causada por la bacteria Salmonella Typhi (s. typhi). Se caracteriza por síntomas como fiebre elevada prolongada, dolor de cabeza, malestar, debilidad, letargo, náuseas, falta de apetito, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal y erupciones cutáneas.
Aunque constituye una amenaza mundial grave, ya que se registran millones de casos cada año en todo el planeta, es poco frecuente en los países industrializados. Sí es más común en las naciones en vías de desarrollo, cuyas condiciones de higiene y salubridad son más deficitarias. El ser humano es el único huésped y reservorio natural. Los bacilos se diseminan por contaminación del agua con heces o por la manipulación de alimentos por portadores sanos.
También puede propagarse al ingerir crudas frutas y verduras fertilizadas con excrementos humanos o regadas con aguas contaminadas. También ocurre por leche y productos lácteos contaminados, así como mediante el contacto directo con heces infectadas. Las moscas también pueden actuar de vectores y contaminar los alimentos y algunas personas pueden convertirse en portadoras tras haber padecido la enfermedad.
De no tratarse, la fiebre tifoidea, si llega a complicarse, podría provocar el fallecimiento de la persona infectada. No obstante, puede prevenirse mediante la vacunación, además de con las medidas higiénicas habituales recomendadas a la hora de consumir agua o alimentos en los países en los que es endémica.
El tratamiento habitual se basa en la administración de antibióticos, aunque, en la actualidad, existe un problema de resistencia a estos.
¿A cuántas personas afecta y dónde está presente?
De acuerdo con las estimaciones realizadas en 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año enferman de fiebre tifoidea 9 millones de personas, de las que fallecen 110.000.
Aunque, según esta institución, la mejora de las condiciones de vida y la aparición de los antibióticos ha reducido la mortalidad por esta infección en los países industrializados, sigue constituyendo un problema para la salud pública en las zonas en desarrollo anteriormente mencionadas como África, Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental.
En España, según la AEP, en el año 2022 se notificaron 43 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea. Si se excluyen los 20 casos que fueron importados, la incidencia acumulada de esta infección fue de 0,05 casos por 100.000 habitantes.
¿Qué bacteria causa y cómo se transmite la fiebre tifoidea?
La causante de esta infección es una bacteria denominada salmonella entérica serotipo Typhi. Otras cepas de la bacteria de salmonella provocan, a su vez, una infección similar llamada fiebre paratifoidea.
El reservorio y vector de esta bacteria es solamente el ser humano, que excreta la bacteria en las heces y, de manera menos habitual, en la orina. Por tanto, la infección puede transmitirse a través de la ingesta de alimentos o de agua contaminados con heces u orina de una persona infectada (vía fecal—oral), del consumo de frutas y/o verduras crudas fertilizadas con excrementos humanos, de marisco contaminado por aguas residuales también contaminadas.
Asimismo, puede producirse el contagio a través del contacto estrecho con personas infectadas o con sus heces y/orina —por ejemplo, durante el juego entre los niños o durante prácticas sexuales anales / orales en adultos—.
Por otra parte, después del tratamiento con antibióticos y ya recuperadas, un pequeño número de personas (alrededor del 3%) mantienen bacterias vivas en su organismo y se convierten en portadoras crónicas de esta enfermedad, ya que siguen excretando la bacteria en sus heces y pueden propagarla.
Cabe destacar, por último, que las moscas pueden actuar como vectores y contaminar los alimentos.
¿Qué riesgo existe de contagiarse?
Aunque se puede contraer esta infección en cualquier lugar del mundo, el riesgo para los viajeros internacionales es bajo. Solo aumenta al visitar áreas en desarrollo de África subsahariana, América del Sur, Subcontinente Indio, Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental, ya que, como se indicaba al inicio, su propagación está estrechamente asociada a una mala higiene en la preparación y manipulación de los alimentos, a un control deficiente de la calidad del agua de beber y a la falta de control en la eliminación de aguas residuales.
En términos generales, el riesgo de contraer la enfermedad es mayor para la población que no puede acceder a agua salubre y a un saneamiento adecuado. Los niños, adolescentes y adultos jóvenes son quienes corren mayor riesgo de contagio.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas con que se manifiesta la fiebre tifoidea pueden variar de leves a muy graves y se presentan tras un período de incubación que dura de una a dos semanas y depende de la cantidad de bacilos ingeridos.
Como se comentaba al inicio, incluyen:
- fiebre alta
- cefalea
- escalofríos
- malestar
- debilidad y fatiga intensa
- letargo
- dolor muscular
- dolor de estómago
- diarrea o estreñimiento —en adultos y jóvenes, es más frecuente el segundo que la primera—
- erupción en forma de manchas rosáceas e insomnio
Igualmente, puede manifestarse con tos, pérdida del apetito y sudoración.
Varias semanas después del comienzo de los síntomas, la infección puede causar diversos problemas en los intestinos como dolor e hinchazón estomacal. En los casos más graves, pueden llegar a producirse la perforación del intestino dando lugar a una septicemia, si la bacteria se disemina por todo el organismo. En el 1-2% de los pacientes, las lesiones intestinales pueden llevar al sangrado y a la muerte.
¿Cómo se trata la fiebre tifoidea?
En la actualidad, el tratamiento con antibióticos es el único efectivo para la fiebre tifoidea. El pronóstico es bueno si es tratada rápidamente: la mayoría de las personas se recuperan tras una semana de tratamiento, raramente se producen complicaciones y el fallecimiento por este motivo es muy poco común.
No obstante, la OMS advierte que las bacterias causantes de fiebre tifoidea han desarrollado resistencias y, en algunas ocasiones, requieren antibióticos más caros y difíciles de obtener.
También es necesaria la ingesta abundante de líquidos o, en algunos casos, la hidratación vía intravenosa para prevenir o paliar la deshidratación causada por la fiebre elevada y la diarrea. En caso de perforación intestinal, puede ser necesaria una cirugía para reparar los daños.
¿Existe vacuna para la fiebre tifoidea?
Sí, la fiebre tifoidea puede prevenirse mediante la vacunación. En Europa, existen dos vacunas eficaces, una de ellas, indicada para mayores de 5 años y que contiene organismos vivos atenuados, se administra por vía oral; la otra, indicada a partir de los 2 años de edad, se administra por vía parenteral y contiene fragmentos de las bacterias, que producirán inmunidad pero no infección.
En España, no está indicada la vacunación rutinaria frente a la fiebre tifoidea, aunque sí se recomienda a viajeros que se dirijan a zonas altamente endémicas, cuya estancia vaya a ser larga —de más de un mes— o con probabilidad de consumir alimentos o bebidas en zonas alejadas de las rutas turísticas habituales en países en desarrollo.
También está indicada para técnicos de laboratorio que manipulan S. typhi y para quienes mantengan contacto cercano con portadores crónicos de S. typhi o con personas que estuvieron infectadas recientemente.
En cambio, no está recomendada para personas inmunodeprimidas, con problemas médicos que contraindiquen la administración de esta vacuna o que hayan presentado hipersensibilidad a dosis anteriores. Asimismo, en el caso de mujeres embarazadas, debe valorarse el riesgo-beneficio de la vacuna.
La vacunación debe completarse al menos doce semanas antes de la posible exposición o del inicio del viaje. Puede llevarse a cabo en un Centro de Vacunación Internacional.
Cómo prevenir la fiebre tifoidea
Cuando vayas a viajar a zonas endémicas, puedes reducir el riesgo de contraer la fiebre tifoidea siguiendo precauciones como las que se indican en este enlace.
Fuentes
- Organización Mundial de la Salud (OMS). Fiebre tifoidea. 30 de marzo de 2023
- Gobierno de España. Ministerio de Sanidad. Información para el viajero. Fiebre tifoidea oral.
- Asociación Española de Pediatría (AEP). EnFamilia. Fiebre tifoidea. Comité editorial EnFamilia Artículo publicado el 27-2-2023, revisado por última vez el 26-2-2023.
- Asociación Española de Pediatría (AEP).Manual de inmunizaciones en línea de la AEP. 25. Fiebre tifoidea. Publicado en Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones.
- Fundación iO. Fiebre tifoidea.
- Orphanet. Enfermedades raras. Fiebre tifoidea. Revisor(es) experto(s): Stephen Baker. Última actualización: enero 2013.
- Manual MSD. Versión para público en general.Fiebre Tifoidea (Fiebre entérica). Por Larry M. Bush, MD, FACP, Charles E. Schmidt College of Medicine, Florida Atlantic University. Revisado/Modificado jun 2024.
- Comunidad de Madrid. Salud. Fiebre tifoidea.
- Mayo Clinic. Fiebre tifoidea. Escrito por el personal de Mayo Clinic. Mar 21, 2023
- Medline Plus Enciclopedia médica. Institutos Nacionales de la Salud. Fiebre tifoidea. Versión en inglés revisada por: Jatin M. Vyas, MD, PhD, Associate Professor in Medicine, HarvardMedical School; Associate in Medicine, Division of Infectious Disease, Department of Medicine,Massachusetts General Hospital, Boston, MA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, MedicalDirector, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team. Ultima revisión 5/19/2023.
- Laboratorios Cinfa. Diarrea del viajero. Autor: Eduardo González, experto científico de Cinfa. 17 junio, 2019.
Departamento Médico de Laboratorios Cinfa.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.