Asbestosis

Con motivo del Día Mundial contra el Amianto, el 30 de abril, la Asociación Navarra Nuevo Amanecer Respirando (ANANAR) aborda la asbestosis, una enfermedad pulmonar crónica producida por inhalar las fibras de asbesto.

¿Qué es la asbestosis?

La asbestosis es una enfermedad pulmonar crónica causada por la inhalación de fibras de asbesto. El asbesto es un producto mineral natural que es resistente al calor y la corrosión. En el pasado, se usaba ampliamente en productos como materiales de aislamiento, cemento y algunas baldosas para el suelo.

La exposición prolongada a estas fibras de asbesto puede causar cicatrización del tejido pulmonar y falta de aire. La fibrosis lleva a la formación en el interior de pulmón de tejido cicatricial, que no se contrae ni se expande de forma normal y tampoco puede ejercer bien el intercambio gaseoso.

Por su parte, los síntomas de la asbestosis son variados, y pueden ser de leves a graves. Además, generalmente no aparecen hasta muchos años después de la exposición inicial. En España, la mayoría de las personas con asbestosis desarrollaron esta afección durante el trabajo antes de que el gobierno  comenzara a regular el uso de asbesto y productos derivados. En la actualidad, su manipulación está estrictamente regulada.

Se calcula que en España se destinaron a la industria del fibrocemento y la construcción unos 2,4 millones de toneladas de amianto. El uso de este mineral se prohibió en España en 2002, pero aún continúa presente en numerosos edificios, suelos y ambiente y sigue habiendo exposición en el medio laboral, doméstico y medioambiental.

Es importante recalcar que la asbestosis no es la única enfermedad que puede ocasionar la exposición al amianto. También puede dar lugar a cáncer en diferentes sitios: pulmón, pleura (conocido como mesotelioma), laringe, ovario…


¿Cuáles son sus principales síntomas?

La enfermedad afecta gravemente a los pulmones, ya que el tejido cicatricial los debilita y los hace vulnerables a las infecciones.

Los síntomas más comunes de la asbestosis incluyen tos crónica, dificultad para respirar, dolor en el pecho y fatiga. De la misma forma, la enfermedad también puede afectar al corazón, ya que esta cicatrización puede limitar el flujo sanguíneo. A medida que la asbestosis avanza, el tejido pulmonar se vuelve más duro y con el tiempo, el tejido pulmonar se endurece tanto que impide una contracción y expansión adecuada.

En resumen, algunos de los síntomas más comunes son:

  • Falta de aire.
  • Tos seca y persistente.
  • Dolor u opresión del pecho.
  • Sonidos crepitantes y secos en los pulmones al inhalar.
  • Las puntas de los dedos de las manos y de los pies parecen más anchos y redondos de lo normal (dedos en palillo de tambor).
  • Dificultad al respirar.
  • Voz ronca o sonido al roncar.
  • Cierta dificultad al tragar.
  • Sensación de fatiga constante.
  • Alta sudoración y altas temperaturas.
  • Pérdida del apetito.
  • Pérdida de peso.

¿Cuáles son las causas de la asbestosis?

La exposición prolongada a altos niveles de polvo de asbesto, debido a que algunas de las fibras transportadas por el aire pueden alojarse en los alveolos, el espacio donde el oxígeno se intercambia por dióxido de carbono.

Las fibras de asbesto irritan y cicatrizan ese tejido pulmonar y provoca la rigidez de los pulmones, y también dificulta la respiración. Con el progreso de la asbestosis, mayor proporción de tejido pulmonar se cicatriza, lo que deriva en que el tejido se vuelve tan rígido que no puede contraerse y expandirse de forma normal. Además, fumar parece aumentar la retención de las fibras de asbesto en los pulmones, y a menudo resulta en una progresión más rápida de la enfermedad.

Tener asbestosis está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, especialmente en el caso de personas fumadores o exfumadoras.
La enfermedad se manifiesta a una edad cada vez más avanzada y a distancia de la exposición.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

Las personas que trabajaron en la minería, la molienda, la fabricación, y la instalación o la eliminación de productos de asbesto antes de finales de la década de 1970 son quienes corren el mayor riesgo de contraer asbestosis. Algunos ejemplos incluyen los siguientes:

  • Mineros de asbesto
  • Mecánicos de aeronaves y automóviles
  • Operadores de calderas
  • Albañiles
  • Electricistas
  • Trabajadores ferroviarios
  • Trabajadores de refinerías y molinos
  • Trabajadores de astilleros
  • Trabajadores que retiran el aislamiento de asbesto alrededor de las tuberías de vapor en edificios antiguos

El riesgo de asbestosis suele estar relacionado con la cantidad y la duración de la exposición al asbesto. Cuanto mayor es la exposición, mayor es el riesgo de daño pulmonar.

Es posible que la exposición pasiva afecte a los miembros del hogar de los trabajadores expuestos, ya que las fibras de asbesto pueden llevarse a casa en la ropa. Las personas que viven cerca de las minas también pueden estar expuestas a las fibras de asbesto liberadas en el aire.


¿Cómo se diagnostica la asbestosis?

Las personas que padecen asbestosis suelen tener sonidos anormales a la auscultación pulmonar llamados estertores o crepitaciones.

Estas pruebas pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad:

  • Radiografía torácica: se utiliza para evaluar los pulmones, el corazón y la pleura.
  • Pruebas funcionales pulmonares: son un grupo de exámenes que miden si los pulmones funcionan bien. La más simple es la espirometría.
  • Tomografía computarizada de alta resolución pulmonar: utiliza los rayos X para crear imágenes de cortes del tórax y los pulmones.
  • Gammagrafía pulmonar con galio: se utiliza un galio radiactivo para identificar la inflamación en los pulmones.
  • Biopsia pleural o pulmonar.

¿Qué complicaciones provoca la asbestosis?

Tener asbestosis está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, especialmente en el caso de personas fumadores o exfumadoras. En raras ocasiones, el mesotelioma maligno, un cáncer del tejido alrededor del pulmón, puede presentarse muchos años después de la exposición al asbesto.

La enfermedad se manifiesta a una edad cada vez más avanzada y a distancia de la exposición. La asbestosis establecida evoluciona por su cuenta incluso después de haber cesado la exposición. Los signos radiológicos pueden aparecer o progresar mucho después de interrumpida la exposición.


¿Cómo se trata la asbestosis?

No existe ningún tratamiento eficaz para la asbestosis. Las únicas medidas eficaces son las preventivas. La mayoría de los tratamientos para la asbestosis sólo pueden aliviar los síntomas. En función de la gravedad, se dispone de diversas opciones:

  • Rehabilitación pulmonar. Ayuda a la persona afectada a llevar mejor los síntomas pulmonares.
  • Oxígeno administrado mediante máscaras o gafas nasales.

Además, el grado de supervivencia y/o esperanza de vida tras manifestarse la enfermedad, es de 2 meses a 1 año, desde el diagnóstico aunque, como se ha señalado antes, la asbestosis tarda entre 35 a 60 años en dar señales de contaminación por fibras de amianto.

Fuentes

  • Asociación ANANAR

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.