Boqueras

¿Qué son las boqueras?

La queilitis angular o estomatitis angular, conocida popularmente como boqueras, es una inflamación de la comisura de los labios. Se caracteriza por edema, enrojecimiento y maceración de los lados de la boca, así como la aparición de grietas, costras y dolor. Puede llegar a ser una afección muy molesta y provocar dificultades para llevar a cabos actividades y gestos tan cotidianos como comer, beber, hablar y sonreír.

La causa más común es la infección por el hongo cándida o la bacteria Staphylococcus aureus (principalmente en niños pequeños). También es frecuente en situaciones en las que se da una acumulación de saliva en los ángulos de la boca debido al uso de aparatos de ortodoncia, prótesis dentales mal adaptadas, la ausencia de piezas dentales o al desgaste de la dentadura debido a la edad y por chupetes en la infancia.

También puede ser una manifestación de un mal funcionamiento de las glándulas salivares, déficit de vitaminas (sobre todo riboflavina -B2-, niacina -B3-, C y ácido fólico). Otras causas posibles son el uso de ciertos medicamentos o productos irritantes, alergias, una higiene oral deficiente o la exposición solar.

Debido a las múltiples razones por las que se puede producir la queilitis angular, es importante acudir al médico para que se realice un diagnóstico adecuado y una localización del origen de la afección.

El tratamiento dependerá de la causa. Si no se tratara de manera adecuada, la lesión puede convertirse en crónica y ser persistente o alternar periodos en los que mejora alternados con otros de empeoramiento en los que las lesiones vuelven a aparecer.

Cuando alguno de ellos se daña, aparecen diferentes problemas que causan en el paciente dolor y dificultades para caminar.


¿A quién afecta?

La queilitis angular es más común en personas de edad avanzada y en niños pequeños, aunque también puede afectar a jóvenes y adultos de otras edades.


¿Qué síntomas provoca la queilitis angular?

La queilitis angular nunca afecta al interior de la boca, sino que los síntomas aparecen en el área en la que la piel se une con la mucosa de los labios. Suelen afectar a ambos lados de la boca —queilitis angular bilateral—, aunque también pueden presentarse en una sola de las comisuras —queilitis angular unilateral—.

Entre los principales síntomas, se encuentran:

  • Edema, ulceración y, a menudo, maceración de los lados de la boca.
  • Grietas, fisuras o costras en la comisura labial.
  • Enrojecimiento y descamación en el borde de la boca.
  • Sensación de ardor y tirantez.
  • Dolor al abrir la boca, que puede originar dificultad para hablar o comer.
  • Mayor sensibilidad en esta área, que se incrementa al ingerir alimentos o líquidos muy salados, ácidos o azucarados.
  • Sangrado ocasional.
  • Puede producirse una sobreinfección, lo cual aumenta la inflamación y puede dar lugar a la formación de una costra de pus.
  • Puede notarse cierto olor al abrir la boca.

¿Cuáles son sus causas?

Las causas más comunes de la queilitis angular están relacionadas con situaciones que favorecen la acumulación de saliva en las comisuras de la boca, lo cual parece el principal desencadenante de la maceración de la piel en esa área, la formación de fisuras y la proliferación de hongos o bacterias. Entre ellas, destacan las siguientes:

  • Candidiasis oral. Entre otras causas, el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcar o la acumulación de saliva en esa zona que crea un medio húmedo, favorecen el crecimiento de la Candida albicans, hongo causante de esta infección.
  • En ocasiones, y más en niños pequeños, puede producirse infección por bacterias como el Staphylococcus aureus.
  • El uso de aparatos de ortodoncia.
  • El empleo de prótesis dentales mal adaptadas.
  • Dentaduras excesivamente desgastadas o ausencia de piezas dentales. Ello cambia el ángulo de las comisuras de la boca y provoca la caída de la piel en esta zona, lo que, a su vez, origina la acumulación de saliva en ella.
  • Aparición de nuevos dientes y el uso del chupete en bebés y niños pequeños.

Otras causas frecuentes de la queilitis angular son:

  • Una higiene oral deficiente.
  • Sequedad de los labios, que favorece la aparición de heridas.
  • Problemas cutáneos que causan lesiones alrededor de la boca como dermatitis atópica, psoriasis o dermatitis seborreica, queilitis eccematosa —labios rojos y secos— o atrofia actínica —el daño solar genera mucosa delgada y atrófica con erosiones—.
  • Uso de fármacos que secan la boca como los corticosteroides inhalados o la isotretinoína —fármaco para el tratamiento del acné severo—.
  • Reacciones alérgicas a la pasta de dientes y a otros productos dentales o cosméticos como el lápiz de labios.
  • Traumatismos provocados por el hábito de mordisquearse las comisuras de los labios, lo que provoca irritación crónica.

¿Qué factores aumentan el riesgo de boqueras?

El riesgo de padecer boqueras es mayor en los siguientes casos:

  • Existencia de carencias nutricionales como déficit de hierro, vitaminas del grupo B o ácido fólico.
  • Sistema inmune debilitado como es el caso, por ejemplo, de las personas con VIH, cáncer, diabetes mellitus, anorexia o que han sido trasplantadas de órganos.
  • Edad avanzada. Como hemos visto, el uso de prótesis dentales o el desgaste de los dientes puede modificar los ángulos de las comisuras de la boca y favorecer una mayor acumulación de saliva en ellas. También las arrugas faciales en esta región pueden influir en la aparición de las boqueras.

¿En qué se diferencian las boqueras de las morreras?

Es importante diferenciar las boqueras producidas por infecciones por hongos como el Candida albicans de las lesiones producidas por un herpes labial, conocidas popularmente como morreras, consecuencia de la infección por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1).

Además de por su causa, las boqueras también se diferencian de las morreras en que las primeras sólo afectan las comisuras de la boca, mientras que el herpes labial puede aparecer en cualquier punto del labio, o a lo largo de la línea labial. Por otra parte, la queilitis angular suele afectar a las dos comisuras a la vez, lo cual ocurre muy raramente en el caso de las morreras.

Por último, el herpes labial o morrera se trata con medicamentos antivirales, mientras que, como veremos a continuación, el tratamiento de la queilitis está dirigido a las diferentes causas y si se debe a una infección se trata con antifúngicos o antibióticos.

La existencia de carencias nutricionales como déficit de hierro, vitamina B o ácido fólico o el sistema inmune debilitado también pueden causar boqueras.
La edad avanzada es otro de los factores para la aparición de boqueras.

¿Cómo se curan las boqueras?

El pronóstico de la queilitis angular es bueno siempre que se aplique el tratamiento adecuado. De lo contrario, la lesión puede volverse crónica. Para evitarlo, debe consultarse al médico, que, según la causa, puede indicar, de forma general, las siguientes líneas de tratamiento:

  • Si la queilitis angular no está provocada por una infección, aplicación en la lesión de pomadas o cremas con propiedades hidratantes, antiinflamatorias y cicatrizantes para proteger la herida de la humedad.
  • En caso de infección, uso de antifúngicos tópicos o de antibióticos.
  • Reemplazo de las dentaduras postizas por otras adecuadas o la restauración de piezas dentales con prótesis parciales, coronas o implantes.
  • Ingesta de suplementos de hierro o vitamina B según sea necesario.

No debemos olvidar que muchas queilitis son un signo de patologías subyacentes. Por tanto, además del tratamiento general comentado, se debe buscar el origen y tratarlo adecuadamente.

10 consejos para mantener tus rodillas sanas

Las lesiones y problemas de la rodilla pueden prevenirse o aliviarse, si se tienen en cuenta una serie de sencillas recomendaciones:

  • 1. Mantén limpias y secas las comisuras de la boca.
    Por ejemplo, evita humedecerte o morderte los labios de manera continua. Ello impedirá la acumulación de saliva y, por tanto, la proliferación en el área de hongos y bacterias.
  • 2. Asegúrate de que tu aparato de ortodoncia o tu prótesis dental se ajusta correctamente.
    De esta manera, evitarás también que se acumule saliva en los cantos de tu boca.
  • 3. Protege tus labios con vaselina u otros productos emolientes.
    Es una manera de prevenir que estén secos y agrietados. Igualmente, trata de evitar la exposición al frío extremo y, en caso de exposición directa al sol, emplea un protector labial con un factor de protección elevado.
  • 4. No tomes alimentos muy salados o ácidos.
    Igualmente, no abuses de los alimentos con azúcar, ya que este aumenta el riesgo de candidiasis. Si los ingieres, cepíllate los dientes después.
  • 5. Sigue una dieta equilibrada y variada.
    Asegúrate de que incluye frutas, verduras y legumbres en abundancia, que te ayudarán a prevenir el déficit de nutrientes como el hierro o la vitamina B, además de a mantener un buen estado de salud general. Si tu médico lo considera necesario, toma suplementos.
  • 6. Mantén una buena higiene bucal.
    Cepíllate los dientes con un dentífrico con flúor después de cada comida o, al menos, antes de irte a dormir. La operación debe durar entre dos y tres minutos y realizarse con pequeños movimientos circulares hacia delante y hacia atrás. Asimismo, aprende a usar el hilo dental.
  • 7. Cuida también la higiene de tu dentadura postiza.
    En caso de que la uses, debes lavarla meticulosamente varias veces al día.
  • 8. Bebe agua en abundancia.
    Ingerir al menos un litro y medio de agua al día te ayudará a mantenerte los labios hidratados y, por tanto, a evitar la sequedad en esa zona.
  • 9. Usa humidificadores en casa.
    Mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente te ayudará también a reducir la sequedad de los labios.
  • 10. Acude a tu odontólogo regularmente.
    Las limpiezas de boca están recomendadas cada seis o doce meses y también es necesaria una revisión de tus dientes al menos una vez al año.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.