Bruxismo infantil

El tratamiento del bruxismo infantil será lo menos invasor posible.
El bruxismo se caracteriza por movimientos no funcionales de la mandíbula provocando un rechinamiento característico.

De la mano de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) analizamos qué es el bruxismo infantil, sus tipos, causas y tratamientos.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por movimientos no funcionales de la mandíbula de forma voluntaria o involuntaria produciendo un rechinamiento característico. En estos movimientos siempre están implicados los dientes. Se puede manifestar durante el día o durante la noche.


¿Es frecuente?

Resulta difícil establecer la prevalencia del bruxismo ya que existen datos muy dispares en la literatura científica.

Algunos autores sitúan la prevalencia del bruxismo en un 70-80% en la población general y tasas parecidas (78%) en la población infantil. Otros hallazgos encuentran unas tasas del 7-88% en niños.

En otros estudios se muestran tasas significativamente menores: entre el 8% y el 21% en adultos y entre el 13% y el 26% en niños. Además, la prevalencia es distinta en función del estado de la dentición. En la dentición temporal es de alrededor del 7%, en la mixta aumenta hasta el 22%, y después comienza a descender hasta, en muchas ocasiones, desaparecer.


¿Hay distintos tipos de bruxismo?

Fundamentalmente, el bruxismo se puede clasificar en dos tipos: primario y secundario. El bruxismo primario o idiopático corresponde al apretamiento diurno y al producido durante el sueño, cuando no se reconocen otros problemas o causas médicas en el niño. En cambio, el bruxismo secundario o iatrogénico corresponde a formas de bruxismo asociados a problemas neurológicos, psiquiátricos, desórdenes del sueño y/o a la administración de determinados fármacos.


¿Cuáles son las causas del bruxismo infantil?

Actualmente, no se conocen bien las causas concretas por las que se produce el bruxismo, pero parece que puede haber múltiples factores implicados. Se tiende a relacionar con la presencia de parasitosis intestinal (siendo una de las preocupaciones principales en los padres que consultan), pero no se ha demostrado evidencia científica al respecto.

Factores como el estrés pueden influir en la aparición de bruxismo.
Factores como el estrés o la ansiedad pueden influir en la aparición de bruxismo.

Algunos de los factores que pueden intervenir en la aparición del bruxismo son:

  • Factores odontológicos: como maloclusiones o restauraciones defectuosas.
  • Factores psicológicos: la tensión emocional, la ansiedad y el estrés son factores importantes en la etiología del bruxismo, sobre todo en adolescentes. En niños pequeños no está tan claro.
  • Factores relacionados con el sueño: puede ocurrir simultáneamente con sonambulismo y terrores nocturnos.
  • Factores genéticos: se ha encontrado mayor frecuencia de bruxismo en niños cuyos padres también lo padecieron.

¿Cómo se trata el bruxismo infantil?

Si se trata de un bruxismo primario, es más adecuado hablar de manejo, ya que, como hemos visto, el bruxismo suele tener un origen multifactorial, por lo que el manejo deberá ser multidisciplinar. En el caso del secundario podríamos hablar de tratamiento puesto que, de solucionar la causa, este fenómeno podría resolverse.

El tratamiento será lo menos invasor posible, evitando acciones clínicas y farmacológicas que no sean estrictamente necesarias en los niños. Lo principal será proporcionar una adecuada información y educación a los padres y al niño en función de su edad. Será importante investigar factores que puedan estar ocasionando estrés o ansiedad en el niño para abordarlos con la familia. En la actualidad, no se cuenta con ningún fármaco para el tratamiento del bruxismo.

En casos de bruxismo persistente, el papel fundamental lo realizará el odontólogo a la hora de prevenir y reducir los efectos nocivos. Se emplean férulas de goma blanda o férulas acrílicas que se ajustan en los dientes del maxilar superior y que son duras, sobre todo en las caras oclusales. A la larga, estas férulas protegen el sistema masticatorio y disminuyen la carga en la articulación temporomandibular.

En niños que tienen solo la dentición primaria o en los que acaban de erupcionar los primeros molares permanentes y tienen totalmente abrasionadas las coronas de los molares primarios, el tratamiento de elección sería el uso de coronas de acero inoxidable. Si existen casos de interferencias dentarias o maloclusión, deben ser corregidas. En adolescentes, se recurre en ocasiones a fisioterapia.

También existen otras terapias como las psicológicas, para lograr cambios de hábitos y reducir el estrés para conseguir un estilo de vida más saludable.


¿Qué consecuencias puede tener el bruxismo infantil?

Va a depender tanto de la duración, frecuencia e intensidad de los movimientos, como de la resistencia de las estructuras involucradas. Las zonas que se van a ver afectadas son: los dientes y sus tejidos de sostén, los músculos masticatorios y las articulaciones temporomandibulares. Lo más característico es el desgaste de la superficie de los dientes primarios.

Autoras

Eva Navia Rodilla Rojo y Laura Gómez Recio. Pediatras de Atención Primaria y miembros de SEPEAP.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.


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