Calambres musculares
De la mano de Pedro Manonelles, médico especialista en Medicina de la Actividad Física y el Deporte y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, analizamos los calambres musculares, sus causas, síntomas, tratamiento y claves de prevención.
¿Qué son los calambres musculares?
Los calambres musculares son contracciones espasmódicas, involuntarias y transitorias de un músculo o de un grupo muscular que, aunque no son estrictamente una lesión, provocan un intenso dolor.
Suelen aparecer en reposo y en personas jóvenes, especialmente cuando están durmiendo, aunque también son frecuentes durante el ejercicio o inmediatamente después del mismo. Aparecen más frecuentemente en deportistas de gran fondo.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de los calambres musculares son numerosas, pudiendo aparecer:
- En diversas enfermedades:
-Vasculares.
-Neurológicas.
-Del metabolismo hidroelectrolítico, con disminución del potasio, calcio o magnesio. - Con el uso de medicación diurética.
- En el tétanos.
Los calambres espontáneos nocturnos no tienen una causa clara que los justifique, igual que los calambres musculares asociados al ejercicio. Sin embargo, en estos últimos, su aparición se explica a través de factores favorecedores, como:
- La fatiga.
- Las temperaturas extremas.
- La compresión muscular.
- La sobrecarga muscular.
- La deshidratación.
- Las alteraciones electrolíticas como:
-Hiponatremia (disminución de la concentración de sodio).
-Hipocalemia (disminución de la concentración de potasio).
-Hipocalcemia (disminución de la concentración de calcio).
Se ha detectado que el 30%-50% de corredores de maratón ha experimentado calambres, por lo que parece que la causa más importante de su aparición se encuentra localizada en las piernas y tienen menos importancia factores sistémicos como la deshidratación y la disminución de electrolitos, así como el ácido láctico, que no tiene implicación en la aparición de los calambres musculares.
¿Qué síntomas tienen los calambres musculares?
El cuadro clínico de los calambres musculares se manifiesta como una contracción dolorosa global del músculo, de inicio brusco, de carácter involuntario, que es transitoria, que es espontáneamente reversible y que cede con el estiramiento muscular.
Dependiendo del músculo en el que se produce el calambre, habrá una contracción sostenida del mismo. Por ejemplo, en el caso de:
- Calambres en las piernas: aparecen en la pantorrilla y provocan la flexión plantar del pie y de los dedos de los pies.
- Calambres de los extensores de la mano: provocan extensión sostenida de los dedos de la mano.
¿Existe tratamiento para los calambres musculares?
El tratamiento de los calambres musculares provocados por el ejercicio requiere la suspensión momentánea de la actividad, ya que el dolor imposibilita su continuación.
Se recomienda, además, realizar un estiramiento lento, sin gestos bruscos, del músculo que ha sufrido el calambre, y aplicar un masaje suave, aunque hay algunas localizaciones que son muy difíciles de estirar, como es el caso de:
- Músculos abdominales: en este caso, se recomienda fijar los extremos del músculo con los dedos y estirar la pared del abdomen.
- Músculo tibial anterior y posterior: su calambre se trata con presión profunda de los dedos sobre la zona dolorosa.
Una vez que cede el calambre, se puede continuar con la actividad deportiva.
¿Pueden originar complicaciones los calambres?
Los calambres musculares inducidos por el esfuerzo no presentan complicaciones, salvo que se realicen movimientos inadecuados del músculo afectado. La recuperación, tras la aplicación del tratamiento, es total, aunque pueden reaparecer.
¿Se pueden prevenir?
No existen medidas específicas de prevención del calambre muscular inducido por el esfuerzo, por lo que se recomiendan las medidas generales de preparación del deportista en cuanto a:
- Alimentación: una alimentación sana y equilibrada y una hidratación adecuada son esenciales para el bienestar de cualquier persona, pero, en el caso del deportista, ambos aspectos influyen de una manera clara en el rendimiento físico, en la prevención de problemas de salud y lesiones que puedan producirse durante el ejercicio y en su capacidad de recuperación, tras el desgaste al que ve sometido el cuerpo durante la actividad física. De hecho, la correcta hidratación es un aspecto muy importante en la prevención de los calambres musculares.
- Descanso: las pausas constituyen una fase de entrenamiento fundamental para que el cuerpo se recupere del esfuerzo realizado. Son necesarias entre siete y nueve horas diarias de sueño, procurando seguir, además, unos horarios regulares.
- Entrenamiento: se recomienda un plan de entrenamiento personalizado de la mano de un entrenador formado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que programará el plan de entrenamiento más adecuado para cada caso y propósitos. Además, para la prevención del calambre muscular, se debe apostar por una correcta técnica de entrenamiento, en la que debe existir un calentamiento adecuado, con estiramientos antes y después de la actividad, y el mantenimiento de una correcta hidratación antes, durante y después del entrenamiento y la competición.