Cáncer de cérvix

De la mano de la doctora Luisa Sánchez Lorenzo, médica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), nos acercamos al cáncer de cérvix y profundizamos en los factores de riesgo, síntomas y tratamiento de esta enfermedad.

¿Qué es el cérvix?

El aparato reproductor femenino está constituido por ovarios, trompas de Falopio, útero, cuello uterino y vagina. El cérvix o cuello uterino es la parte fibromuscular inferior del útero. Mide unos 3-4 cm de longitud, aunque varía según la edad, número de partos y momento del ciclo menstrual.

Se divide en dos partes:

  • Endocérvix: es la más cercana al cuerpo uterino y está cubierta por un epitelio cilíndrico productor de moco.
  • Ectocérvix o exocérvix: es la más cercana a la vagina y está cubierta por un epitelio plano.

La mayoría de los tumores se localizan en la unión entre el exocérvix y el endocérvix.  


¿Qué es el cáncer de cérvix?

El cáncer de cérvix se inicia cuando las células sanas de la superficie del cérvix comienzan a dividirse de manera descontrolada. Estos cambios condicionan anomalías, no necesariamente cancerosas. Estos son los primeros pasos que pueden dar lugar a la formación de un cáncer. 


¿A quién afecta el cáncer de cérvix?

El cáncer de cérvix es el cuarto tumor más frecuente en mujeres a nivel mundial. Se calcula que en 2018, se diagnosticaron unos 570.000 nuevos casos, suponiendo un 6,6% de los cánceres en mujeres.

Las tasas de incidencia más altas se producen en América Central y del Sur, en el África subsahariana y en el sudeste asiático. La tasa de mortalidad es 18 veces mayor en los países de ingresos bajos o medios, respecto a los países ricos.

En España, el cáncer de cérvix es la 11ª neoplasia más frecuente en mujeres, con 1.656 nuevos casos en 2018 y una incidencia de 10,8 casos/100.000 mujeres/año.


¿Qué causa el cáncer de cérvix?

La causa fundamental en más del 99% de los casos de cáncer de cérvix es la infección crónica del VPH (virus del papiloma humano). Se consideran factores de riesgo todos aquellos relacionados con la adquisición de dicha infección.

Otros cánceres relacionados con esta infección son el de vulva (46%), vagina (70%), ano (88%), pene (50%) y orofaringe.

El cáncer de cérvix es asintomático en estadios tempranos, pero algunos de los síntomas precoces son sangrados anómalos y de los más avanzados, dolor pélvico o lumbar, molestias al orinar o sangrado, entre otros.
El cáncer de cérvix se puede prevenir con la vacunación frente al VPH y se detecta mediante pruebas ginecológicas como la citología.

¿Qué síntomas manifiesta el cáncer de cérvix?

En los estadios tempranos, este tipo de cáncer es asintomático. Los síntomas más precoces incluyen:

  • Sangrado genital anómalo, irregular e intermitente.
  • Sangrado tras relaciones o durante el examen ginecológico.
  • Flujo maloliente.

Los síntomas más frecuentes en enfermedad avanzada abarcan:

  • Dolor pélvico o lumbar.
  • Molestias al orinar.
  • Sangrado ginecológico tras la menopausia.
  • Dispareunia (dolor durante las relaciones).
  • Sangre en la orina o sangre en las heces.
  • Pérdida de peso, cansancio y pérdida de apetito.
  • Edema de una o ambas piernas sin otras causas que lo justifiquen.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de cérvix?

El cáncer de cérvix se diagnostica gracias a técnicas como las siguientes:

  • Exploración física y ginecológica: se suele acompañar de un examen recto-vaginal para hacer una aproximación del tamaño de la lesión.
  • Citología cervical: es el principal método de cribado y se utiliza para identificar las células anormales.
  • Prueba VPH.
  • Colposcopia: se realiza cuando alguna de las pruebas de cribado resulta positiva o existe sospecha clínica. Permite ver con mayor detalle la morfología de las lesiones sospechosas.
  • Biopsia cervical: consiste en la toma de un pequeño fragmento de la lesión sospechosa.
  • Determinaciones analíticas: tiene utilidad cuando existe enfermedad avanzada, prestando especial atención a la función renal y hepática.
  • Pruebas de imagen: radiografía de tórax, citoscopia, urografía, ecografía transvaginal.
  • Pruebas de imagen más avanzadas que permiten un diagnóstico de extensión más previsto: tomografía computarizada, resonancia magnética, etc.

¿Cómo se puede prevenir el cáncer de cérvix?

La vacunación frente al VPH se considera la mejor estrategia para evitar la infección y evitar el desarrollo de lesiones precancerosas.

Por otro lado, se pueden tomar una serie de medidas ya encaminadas a detectar la enfermedad en estadios precoces y, por tanto, impedir así su progresión, mediante un cribado que incluye pruebas como:

  • Citología mediante técnica de Papanicolau.
  • Detección del VPH.
  • Prueba VPH.
  • Inspección visual con ácido acético.
  • Vacunación como método de profilaxis secundaria (si ya se ha producido la infección por un subtipo de VPH, la vacuna protegerá frente a otros subtipos).

¿Cómo se trata cáncer de cérvix?

Según el tipo de lesión, el tratamiento variará y puede ir desde la quimioterapia o la radioterapia a la histerectomía (operación que consiste en extirpar el útero total o parcialmente).

Para más información sobre los tipos de tratamiento, puedes visitar la web de SEOM.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.