Cáncer de endometrio

De la mano del doctor Juan Mario Troyano Luque, catedrático de Obstetricia y Ginecología y presidente del consejo rector y asesor de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), analizamos qué es el cáncer de endometrio, sus causas y síntomas, así como su tratamiento y posibles complicaciones.

¿Qué es el endometrio?

El endometrio es el tejido que tapiza el interior de la cavidad uterina. Está constituido por abundantes glándulas, arterias y venas y es expulsado al exterior del útero en forma de sangrado menstrual mensualmente, generalmente cada 28 días. Por este motivo, el endometrio está sometido a un gran  dinamismo cada mes, en donde concurren evolutivamente tres etapas bien definidas:

  • Fase de Desarrollo: es la primera etapa de crecimiento tras la menstruación, producida por acción de los estrógenos, adquiriendo su mayor tamaño a los 14 días de la regla.
  • Fase de Estabilización: dura unos 10 días y corresponde al periodo de mayor volumen glandular y vascular por acción de la progesterona, siendo esta la fase donde se favorece el inicio del embarazo.
  • Fase de Descamación o menstruación: ocurrirá, siempre que no se produzca una gestación, por la disminución marcada de ambas hormonas (estrógenos y progesterona).

Este dinamismo cambiante del endometrio en la mujer con reglas, es un hecho que la preserva de un posible cáncer. Por el contrario, en aquellas mujeres en las que no se produzcan estos cambios o no tengan menstruación, el riesgo de padecer este cáncer es mayor.


¿Qué es el cáncer de endometrio?

El cáncer de endometrio es el tumor maligno ginecológico más frecuente, después del de mama y ocurre en el tejido que tapiza las paredes del útero llamado endometrio. Es, probablemente, si se diagnostica y trata a tiempo, el cáncer que menos gravedad y mortalidad produce en la mujer que lo padece.


¿A quiénes afecta?

El 80% del cáncer de endometrio se produce en mujeres postmenopáusicas, sin reglas. La edad de aparición se cifra, por término medio, a partir de los 10 años de la menopausia, es decir, a los 60 años, aproximadamente. No obstante, en un 20% se produzca en mujeres que presenten menstruación y un 5%, en mujeres menores de 40 años.


¿Cuáles son sus causas?

Básicamente, los tumores malignos del endometrio están relacionados con la acción de los estrógenos durante mucho tiempo, ya que es la hormona que estimula su crecimiento, provocando un aumento mantenido del volumen de las glándulas endometriales (hiperplasia). Esta es la causa más frecuente de aparición de este cáncer, y también el que mejor pronóstico tiene, ya que produce una proliferación glandular muy parecida a las glándulas y células normales.

Aun así, debe tenerse en cuenta que, independientemente a esta posible causa, no todas las mujeres sometidas a tratamiento hormonal desarrollan un cáncer de endometrio, ya que debe existir una predisposición para que se produzca esta lesión maligna.

Este tipo de cáncer suele darse en mujeres con menos tiempo de menopausia (los primeros cinco años tras la retirada de la regla). Además, suele tener una evolución muy lenta y pasa, antes de ser un cáncer, por un crecimiento exagerado glandular benigno denominado hiperplasia glandular simple y, posteriormente, por una hiperplasia glandular atípica premaligna.

El 30% restante de estos cánceres no se relaciona con las hormonas y se producen en pacientes que presentan signos evidentes de atrofia genital, con deficiente crecimiento celular,  pero con la presencia de células anormales a las habituales. Por este motivo, son las que tienen peor pronóstico al presentar un crecimiento autónomo, independiente de las hormonas. Esta forma de cáncer endometrial suele darse en mujeres ancianas.    

Otros factores que influyen en la aparición del cáncer de endometrio son:

  • Los tratamientos con estrógenos durante mucho tiempo sin asociarlos a progesterona, sobre todo, en mujeres con tratamiento hormonal en la menopausia.
  • La obesidad, ya que las grasas desencadenan la producción de una hormona, la estrona, parecida a los estrógenos.
  • La diabetes, ya que en esta enfermedad es frecuente la obesidad asociada.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de endometrio?

El signo más frecuente de sospecha de cáncer de endometrio es la aparición de sangrado genital después de la  menopausia en mujeres que llevan años sin reglas.  A pesar de que este es el signo de mayor sospecha, hay que señalar que solo el 3% de las mujeres menopáusicas que presentan hemorragia genital tiene un cáncer de endometrio, ya que el 97% restante se debe a otras causas no necesariamente cancerosas.

La salida de pus por los genitales en edades muy ancianas puede ser un signo también de sospecha, provocada por un estrechamiento del canal del cuello del útero, que promueve la acumulación de material celular necrosado dentro del mismo.

Las complicaciones del cáncer de endometrio dependen del grado de gravedad y extensión del tumor.

Las mujeres más jóvenes que tienen menstruación también pueden presentar riesgo de cáncer de endometrio, aunque con menor incidencia. En ellas, otros signos menos llamativos, pero que el ginecólogo siempre debe tener en cuenta durante la exploración son:

  • Mujeres con hemorragias genitales anómalas, fuera de la regla (metrorragia).
  • Mujeres que no tienen ovulación (ciclos anovuladores).
  • Mujeres que tienen un cambio brusco y abundante de sus reglas (menorragias).
  • Mujeres obesas, sobre todo, mórbidas y que, además, tengan antecedentes familiares de cáncer de mama o endometrio.
  • Mujeres menopáusicas jóvenes por debajo de los 40-45 años.
  • Mujeres con ovarios polimicroquísticos, por no tener reglas durante largos periodos.
  • Mujeres tratadas con estrógenos durante mucho tiempo sin asociar progesterona.
  • Aunque se considera discutible, mujeres operadas de cáncer de mama y tratadas con Tamoxifeno, una clase de medicamentos conocidos como antiestrógenos, por periodos superiores a cinco años.

¿Cuál es el tratamiento para el cáncer de endometrio?

Lo más recomendable es tratar la hiperplasia, es decir, diagnosticar precozmente el aumento del desarrollo anómalo del endometrio e identificar los factores de riesgo como la obesidad, la diabetes y los antecedentes familiares de cáncer de mama y endometrio.

El tratamiento preventivo va dirigido a asociar progesterona cuando es necesario tratar con estrógenos a la mujer durante largo tiempo. En cualquier caso, ante cualquier duda, el especialista realizará, con toda seguridad, una biopsia del endometrio para comprobar el estado histológico del mismo.

Dado que los anticonceptivos asocian ambas hormonas, es una buena opción para disminuir el grosor endometrial. En principio, estos tienen una cierta tendencia a preservar la aparición del cáncer de endometrio en la mujer que los ha tomado con anterioridad.

En relación  a la hiperplasia endometrial, si esta es simple o compleja pero sin atipias (cambios en la morfología de las células) y en mujeres jóvenes premenopáusicas que no hayan tenido hijos, se puede plantear el tratamiento con progesterona para provocar una diminución del grosor endometrial. Además, se realizará biopsia de control para comprobar dicha regresión.

Si pasado aproximadamente un año no se consigue normalizar el volumen endometrial, debería plantearse la extirpación simple del útero.

En líneas generales, el mejor tratamiento en el cáncer de endometrio es el diagnóstico inicial, basado en:

  • La ecografía transvaginal: permite ver endometrios muy engrosados e irregulares y con muchas arterias, y qué proporción de invasión existe en el músculo uterino y si se extiende hasta cuello del útero.
  • La citología endometrial: obtención de una muestra del endometrio para su análisis.
  • La histeroscopia: procedimiento para examinar el interior del útero.
  • La Resonancia Magnética Nuclear (RMN): valora la infiltración del músculo uterino y si existe extensión a otros órganos de la pelvis.
  • La Tomografía Computerizada de última generación (TAC): valora la afectación ganglionar y la extensión a distancia del tumor.
  • El tratamiento quirúrgico y la complejidad operatoria ante un cáncer de endometrio dependerá del grado de invasión tumoral.
  • La cirugía laparoscópica o robótica: hoy en día, esta cirugía ha logrado minimizar las secuelas derivadas del acto operatorio.
  • En los casos de enfermedad avanzada con afectación de ganglios, los tratamientos oncológicos con quimio y radioterapia serán necesarios para mejorar la supervivencia y siempre bajo el control de especialistas en oncología.

¿Qué complicaciones tiene?

Las complicaciones del cáncer de endometrio dependen del grado de gravedad y extensión del tumor.

Las hiperplasias atípicas y los tumores no invasivos solo requieren la extirpación simple del útero, teniendo muy buen pronóstico.

Los cánceres de endometrio invasivos, en función de grado de invasión, requerirán cirugía más compleja y tratamientos quimio y radioterápico. Las complicaciones dependerán de la agresividad de estos tratamientos, siempre en manos de especialistas acreditados en este campo.


Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.