Cáncer de esófago

De la mano de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), nos acercamos al cáncer de esófago y profundizamos en los factores de riesgo, síntomas y tratamiento de esta enfermedad.

¿Qué es el esófago?

El esófago es un tubo muscular, hueco, que mide aproximadamente 25 cm, que se extiende desde la faringe hasta el estómago y que facilita el paso de los alimentos. En su recorrido, atraviesa el cuello y el tórax para llegar al abdomen. Se encuentra situado por delante de la columna vertebral, en íntima relación con distintas estructuras (aorta, nervio laríngeo izquierdo, bronquio principal izquierdo, corazón y diafragma).

El esófago se divide en:

  • Tercio superior: abarca hasta 18 cm desde los dientes incisivos superiores hasta la altura del cartílago cricoides (en la laringe).
  • Tercio medio: entre los 18 y 32 cm, tomando como referencia los dientes incisivos superiores (hasta por encima de la unión gastroesofágica).
  • Tercio inferior: desde 40 cm de los dientes incisivos superiores hasta la unión gastroesofágica.

El cardias (esfínter esofágico inferior) es el anillo muscular que separa el esófago del estómago. Su función es permitir el paso de la comida del esófago al estómago y no en sentido contrario. Su mal funcionamiento condiciona la aparición de reflujo gastroesofágico. La unión esofagogástrica es un área anatómica imprecisa, de localización alrededor del cardias, y los tumores de esa zona se clasifican junto a los de esófago.


¿Qué es el cáncer de esófago?

El cáncer de esófago se produce por la aparición o desarrollo de células neoplásicas, tanto en el esófago como en la unión esofagogástrica.

El cáncer de esófago es el sexto tumor más frecuente del aparato digestivo en España y se sitúa entre los diez cánceres más frecuentes en el mundo.


¿Qué incidencia tiene el cáncer de esófago?

Según el informe “Las cifras del cáncer en España 2019”, publicado por SEOM, la incidencia de cáncer de esófago en España es de 2.353 casos (82,3% en varones), suponiendo el 0,85% de todos los cánceres. La mortalidad es de 1.850 casos al año, correspondiendo al 1,63% de las muertes por cáncer.

El cáncer de esófago es más frecuente en el hombre que en la mujer. La edad habitual de presentación de este cáncer es entre los 55 y los 70 años, siendo infrecuentes los casos en personas por debajo de los 40 años.


¿Qué tipos de cáncer de esófago hay?

Existen dos tipos histológicos principales de cáncer de esófago:

  • Adenocarcinoma: derivado de células glandulares. El factor causante más importante es el esófago de Barret (trastorno en el cual el revestimiento del esófago presenta daño causado por irritación a causa de los ácidos gástricos que se han filtrado hacia el mismo). En los últimos años, la incidencia del adenocarcinoma del tercio distal del esófago y de la unión gastroesofágica se ha incrementado de forma paralela a la enfermedad por reflujo gastroesofágico, especialmente en personas con alto índice de masa corporal.
  • Carcinoma escamoso o epidermoide: es el derivado de las células planas (escamosas) de parte más superficial de la pared del esófago (mucosa).

¿Qué causa el cáncer de esófago?

Los factores de riesgo asociados al cáncer de esófago varían en función del tipo histológico.

Los factores de riesgo más asociados al adenocarcinoma son:

  • Reflujo gastroesofágico.
  • Obesidad.
  • Infección por H. pylori.
  • Sexo masculino.
  • Extracción social baja.
  • Dieta.
  • Déficits nutritivos, hipovitaminosis, ingesta de alimentos con alto contenido de nitrosaminas (carne conservada, pescado ahumado, seco).
  • Tabaco.

Los factores de riesgo más asociados al carcinoma epidermoide son:

  • Tabaco.
  • Alcohol.
  • Extracción social baja.
  • Dieta. Déficits nutritivos, hipovitaminosis, ingesta de alimentos con alto contenido de nitrosaminas (carne conservada, pescado ahumado, seco).
  • Achalasia (trastorno de motilidad esofágica que causa fallo en la relajación del esfínter esofágico).
  • Esófago de Barret.
  • Lesiones por cáusticos.
  • Ptilosis (caída de las pestañas).
  • Síndrome de Plummer-Vinson (enfermedad que produce dificultad para deglutir).
  • Neoplasias de cabeza y cuello.
  • Cáncer de mama cuyo tratamiento haya comprendido la radioterapia.
  • Ingesta de bebidas calientes.

¿Cómo prevenir el cáncer de esófago?

La prevención del cáncer de esófago pasa por evitar los factores de riesgo antes citados, si bien no se ha descrito ningún programa de detección precoz eficaz en la población sana.

En el caso de existencia de esófago de Barret, es aconsejable la realización periódica de endoscopia (observación del tubo digestivo mediante un tubo flexible) con toma de biopsia (extracción de una muestra de tejido de la zona para estudio al microscopio) con el fin de detectar cambios premalignos (displasia) de forma precoz.

En los casos de displasia de alto grado, se recomienda un seguimiento más intenso, incluso la resección quirúrgica.

Los síntomas más frecuentes del cáncer de esófago son la disfagia, la pérdida de peso, el dolor, especialmente en el tórax, y síntomas respiratorios
Los síntomas pueden estar causados por otras enfermedades del esófago, por lo que es recomendable consultar al médico.

¿Qué síntomas tiene el cáncer de esófago?

El cáncer de esófago es habitualmente asintomático en las etapas iniciales de la enfermedad, por lo que su diagnóstico suele ser casual durante el estudio de otros problemas de salud.

Los síntomas más frecuentes, por los que el paciente suele acudir al médico, son:

  • Disfagia: dificultad para tragar o sensación de que el alimento se ha quedado detenido en la garganta o tórax. Inicialmente, la disfagia ocurre con alimentos sólidos, aunque según avanza la enfermedad, también con líquidos.
  • Pérdida de peso: se produce por la imposibilidad de alimentarse adecuadamente y por la pérdida de apetito y cambios en el metabolismo.
  • Dolor: se localiza en el tórax, por detrás del esternón. Se trata de un síntoma inespecífico, pues puede aparecer en procesos benignos del esófago, como en el reflujo gastroesofágico. Si aparece en un paciente con cáncer de esófago, suele asociarse a un tumor de gran tamaño. Síntomas respiratorios: tos e infecciones respiratorias.
  • Otros síntomas: sangrado, disfonía (ronquera) e hipo.

Estos síntomas también pueden estar causados por otras enfermedades del esófago o por otras afecciones menos serias. En caso de presentar alguno de estos síntomas, es recomendable consultar al médico a la mayor brevedad posible, pues sólo un médico puede discernir con seguridad sobre su trascendencia.           


¿Cómo se diagnostica el cáncer de esófago?

En caso de sospecha, lo primero es acudir al médico, que será quien informe al paciente de los síntomas, quien valorará el historial médico y procederá a realizar un examen físico más exhaustivo y completo.

Posteriormente, y basándose en esas sospechas y en esa primera evaluación, se realizarán las siguientes pruebas diagnósticas:

  • Análisis de sangre.
  • Tránsito esófago-gastro-duodenal (estudio radiográfico con contraste).
  • Endoscopia.
  • Ecografía transesofágica (ecoendoscopia).
  • Tomografía Axial Computerizada (TAC) de tórax y abdomen.
  • Tomogafía de Emisión de Positrones (PET).
  • Pruebas de función respiratoria.
  • Broncoscopia.

Otras técnicas que, en ocasiones, pueden resultar útiles en el diagnóstico y estudio del cáncer de esófago son la laringoscopia (examen laríngeo mediante espejo o laringoscopio), la toracoscopia (procedimiento quirúrgico para la valoración de los órganos intratorácicos en busca de zonas anormales) y la laparoscopia (procedimiento quirúrgico para examinar los órganos intraabdominales buscando signos de enfermedad).        


¿Qué estadios tiene el cáncer de esófago?

El cáncer de esófago se divide en la siguiente clasificación por estadios:  

  • Estadio 0: también denominado carcinoma in situ. El cáncer se localiza sólo en la parte más superficial de la mucosa esofágica, sin sobrepasarla.
  • Estadio I: tumores bien diferenciados, sin infiltración ganglionar locorregional por metástasis, que alcanzan como máximo la capa muscular propia sin sobrepasarla.
  • Estadio II: el tumor no alcanza la capa adventicia, asociando un máximo de dos ganglios linfáticos locorregionales infiltrados por metástasis; ó alcanza sin sobrepasar la capa adventicia sin presentar ganglios linfáticos con metástasis*.
  • Estadio III: el tumor afecta a la capa adventicia, asociando un máximo de 2 ganglios linfáticos locorregionales infiltrados por metástasis; o presenta afectación ganglionar en más de 2 y menos de 7 ganglios, independientemente de la profundidad de invasión del tumor sin que éste afecte a estructuras adyacentes.
  • Estadio IV: el tumor compromete a estructuras adayacentes, o presenta una importante afectación locorregional ganglionar (siete o más ganglios afectos), o se ha extendido a distancia (a otros órganos del cuerpo).

¿Cómo se trata el cáncer de esófago?

Hay distintos tratamientos para los pacientes con cáncer de esófago. En unos casos se llevará a cabo uno de ellos, mientras, en otros, se abordará un tratamiento multidisciplinar, es decir, que combine distintas opciones.

Existen tres opciones fundamentales de tratamiento para el cáncer de esófago:

  • Cirugía: su objetivo es extirpar el tumor sin dejar enfermedad residual. Se considera indicada en estadios localizados de la enfermedad. La esofagectomía es la extirpación quirúrgica de parte o de la totalidad del esófago, conectando la parte sana restante al estómago, para así permitir la alimentación del paciente.
  • Radioterapia: consiste en la utilización de radiaciones ionizantes de alta energía para el tratamiento local o locorregional del tumor. La radioterapia se puede emplear como tratamiento único ó formando parte de una estrategia multidisciplinar (combinada con la cirugía y/o la quimioterapia), puede ser externa (fuera del cuerpo) o interna (cerca del tumor, permitiendo alcanzar más dosis de radiación).
  • Quimioterapia: introducción de un fármaco al torrente sanguíneo para eliminar células cancerosas. Se utiliza con intención curativa, junto con la radioterapia y/o cirugía, en estadios iniciales o con intención paliativa en avanzados.

Otros tratamientos: inmunoterapia, terapia láser, colocación de prótesis esofágicas, etc.

El tratamiento deberá ir acompañado de mejoras en aspectos como la nutrición, el control del dolor, apoyo psicológico y todos esos aspectos que puedan impactar en la calidad de vida del paciente.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.