Caspa
¿Qué es la caspa?
La caspa o Pityriasis capitis es una descamación excesiva del cuero cabelludo que provoca que pequeños restos de piel seca de color blanquecino se desprendan. En consecuencia, suelen quedar dispersos entre los cabellos o caer sobre los hombros o la ropa.
Como las pequeñas escamas son visibles, este problema capilar puede causar inquietud o vergüenza a quien le padece, a pesar de ser muy común. Suele controlarse con el uso de champús, aunque a veces puede ser difícil de tratar.
El nombre técnico de la caspa es pitiriasis, ya que en ella están presentes las esporas de Pitirosporum ovale, un hongo habitual en el cuero cabelludo. Según el tipo de caspa, puede estar acompañada de picor y aspecto aceitoso del cabello, pero sin signos clínicos de inflamación en el cuero cabelludo, algo que es más característico de la dermatitis seborreica.
¿Quién padece este problema capilar?
La caspa suele comenzar tras la pubertad, porque durante la adolescencia las concentraciones de hormonas son mayores y el organismo produce más grasa (por una mayor actividad de las glándulas sebáceas). Por este mismo motivo, es extraño que la caspa esté presente en niños y ancianos, aunque sí es frecuente en la edad adulta.
También es más común en los hombres que en las mujeres e, igualmente, son más proclives a padecerla las personas con problemas en el sistema inmunitario o con dolencias neurológicas como el Parkinson.
¿Por qué aparece la caspa?
No se conoce la verdadera causa de la aparición de la caspa, aunque sí se han observado algunos mecanismos que pueden actuar como desencadenantes y que mencionamos a continuación.
Normalmente, la epidermis del cuero cabelludo se renueva, como la del resto del cuerpo, cada veintiocho días, aproximadamente. Sin embargo, la velocidad de este proceso de renovación puede aumentar en algunas personas y entonces aparece la caspa.
Además, pueden desencadenar o empeorar el problema de la caspa los cambios hormonales. Sin embargo, al contrario de lo que se piensa, no parece que su aparición esté relacionada con el estado emocional de la persona, aunque se complica en momentos de estrés. También puede agravarse en las épocas más frías del año y mejorar en verano.
Parece que el desequilibrio en la flora microbiana del cuero cabelludo también puede actuar como factor desencadenante, ya que en personas con caspa se ha observado una presencia incrementada de un hongo llamado Malassezia furfur (o Pitirosporum ovale, como se denominaba anteriormente).
La caspa también puede estar relacionada con la sensibilidad a los productos para el cuidado del cabello (dermatitis de contacto) y otros problemas de la piel como la psoriasis y el eccema, apareciendo entonces como síntoma de otras enfermedades subyacentes.
¿Qué tipos de caspa hay y qué síntomas producen?
Hay dos tipos principales de caspa; el más frecuente es la pitiriasis simple o caspa seca, que provoca la descamación del cuero cabelludo y produce pequeños copos, blanquecinos y finos, que se desprenden fácilmente. El cabello está apagado, áspero y sin brillo. Este tipo de caspa, muy frecuente, no produce picor ni inflamación.
En cambio, en quienes sufren pitiriasis esteatoide o caspa grasa, las escamas son más grandes y están mezcladas con sebo. Por este motivo, son más espesas, aceitosas, amarillentas y pegajosas. También su adherencia al cuero cabelludo y al pelo es mayor. Este tipo de caspa suele estar vinculada a la seborrea, por lo que suele afectar a las áreas que producen más grasa de la cabeza como la zona frontal o la de la nuca.
La caspa puede confundirse a veces con la dermatitis seborreica, cuyos síntomas son similares. Se trata, sin embargo, de dolencias diferentes.
¿Cómo se trata la caspa?
En la actualidad, existen diversos tratamientos capilares capaces de prevenir y combatir la caspa con eficacia. Inicialmente, es recomendable lavarse el cabello diariamente con un champú suave que permita reducir la grasa y la acumulación de células muertas sobre el cuero cabelludo. A veces, puede ser necesario probar con varios hasta encontrar el más efectivo para cada persona.
Si el lavado frecuente con un champú suave no es eficaz, puede recurrirse a champús específicos para combatir la caspa, cuyas formulaciones incluyen diferentes principios activos que intentan corregir sus distintas causas.
Por ejemplo, estos productos pueden contener antifúngicos que inhiben la proliferación de microorganismos -sobre todo, de la malassezia furfur-, sustancias que regulan el ciclo de renovación de las células cutáneas del cuero cabelludo (citostáticos), principios activos que normalizan la producción de grasa de las glándulas sebáceas (antiseborreicos), otros que eliminan las acumulaciones de escamas (queratolíticos) o sustancias que alivian el picor y el enrojecimiento (antipruritos).
A hora de elegir un champú anticaspa, el farmacéutico puede recomendar el más indicado para cada caso y explicar sus instrucciones de uso, ya que cambian en cada tipo de champú y han de seguirse escrupulosamente. Al inicio, se ha de usar de una a tres veces a la semana y, cuando ya ha hecho efecto, se debe reducir esta frecuencia. Una vez a la semana puede ser más que suficiente.
Si, en cambio, el problema no mejora al cabo de cuatro o seis semanas, se ha de probar con otro champú anticaspa que contenga un principio activo diferente. En los casos en los que el tratamiento es efectivo, pero deja de serlo al cabo de un tiempo, debe probarse también con otro. Así mismo, es posible alternar dos tipos de champús.
En el caso de que el champú no llegara a solucionar el problema, se debe acudir a un dermatólogo. Igualmente, si alguno de los productos produjera escozor, enrojecimiento, urticaria o dificultad para respirar, se ha de interrumpir su uso y buscar atención médica.
Por último, los expertos recomiendan utilizar de manera complementaria una loción anticaspa hidroalcohólica que contenga un principio activo diferente al del champú. Esta loción se aplica después del lavado y su elevado contenido en alcohol ayuda a que el cuero cabelludo absorba mejor el principio activo, además de producir una sensación refrescante por la evaporación del alcohol.
Existe también la opción más novedosa de usar mascarillas capilares anticaspa con acción exfoliante, que, además de ayudar a combatir este problema capilar, acondicionan y nutren el cabello.
Recomendaciones para prevenir y controlar la caspa
Medidas como las siguientes pueden ayudar a prevenir la caspa o a controlarla:
- 1. Lávate el pelo diariamente con champú.
Cuando lo hagas, enjabónate el cabello, enjuágalo, enjabónalo de nuevo y masajea suavemente para aflojar las escamas. No frotes con demasiado vigor y utiliza las yemas de los dedos, nunca las uñas, para evitar dañarte el cuero cabelludo. - 2. Sigue estrictamente las instrucciones de uso del producto.
Léelas detenidamente y cúmplelas de manera escrupulosa, ya que cambian de un producto a otro. Por ejemplo, algunos de ellos han de dejarse actuar durante varios minutos, mientras que otros deben aclararse rápidamente. Si tienes dudas, consulta a tu farmacéutico. - 3. Alterna champús anticaspa con otros suaves.
Esta combinación suele ayudar a mejorar el problema. - 4. Tras el lavado, usa secador.
Elige la opción de aire templado del aparato. - 5. Limita el uso de productos para peinado.
Estos pueden acumularse en el cabello y el cuero cabelludo y volverlos más grasos. Pasa tiempo al aire libre. Los rayos solares pueden ayudar a controlar la caspa, pero basta con que pases un poco de tiempo en el exterior, sin llegar. No es necesario que tomes el sol, y cuando lo hagas, usa siempre un buen protector solar para la piel. - 6. Aprende a gestionar el estrés.
Este puede complicar el problema de la caspa, por lo que es conveniente aprender a manejarlo. Practicar técnicas de relajación o meditación puede ayudarte a aumentar tu resistencia frente a él. - 7. Sigue una dieta rica en zinc y vitaminas B.
Ambos nutrientes pueden ayudar a prevenir la caspa, al igual que algunos tipos de grasa.
Fuentes
- Academia Española de Dermatología (AEDV) – Fundación Piel Sana. Wikiderma. Tratar la caspa.
- Revista Oficina de Farmacia. Dermofarmacia. La caspa. Causas y tratamiento. Sonia Leranoz. Doctora en Farmacia. Offarm Vol. 21 Núm. 2. Febrero de 2002. Pp. 71-76.
- Collegi Oficial de Farmacèutics de Barcelona – Farmaceuticoonline. ¿La caspa tiene solución? Mercè Camp, farmacéutica.
- Cigna-Healthwise, Incorporated. Caspa. Autor: el personal de Healthwise. Evaluación médica: William H. Blahd Jr. MD, FACEP – Medicina de emergencia & Adam Husney MD – Medicina familiar & Martin J. Gabica MD – Medicina familiar & H. Michael O’Connor MD – Medicina de emergencia. Revisado: 30 octubre, 2019.
- MedlinePlus. Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel. Caspa, costra láctea y otras afecciones del cuero cabelludo.
- Mayo Clinic. Caspas. Escrito por el personal de Mayo Clinic.
- TeensHealth.org. Nemours KidsHealth. La caspa (para adolescentes) — versión impresa. Revisado por: Mary L. Gavin, MD. Fecha de revisión: marzo de 2019.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.