Condromalacia

De la mano del Doctor Pedro Manonelles, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED-FEMEDE), analizamos qué es la condromalacia, sus causas y síntomas, así como las medidas para prevenirla y su posible tratamiento.

¿Qué es la condromalacia?

El término condromalacia significa reblandecimiento anormal de los cartílagos, sin embargo, suele utilizarse prácticamente de forma exclusiva para referirnos a los cartílagos de la rodilla, concretamente al cartílago fémoro-rotuliano.

Históricamente, la “condromalacia rotuliana” se ha utilizado como sinónimo de dolor anterior de la rodilla. Actualmente, se prefiere usar la palabra condropatía para hablar de la afectación del cartílago, en este caso, de la rótula y el fémur que articula con ella.

El término “condropatía rotuliana” se refiere a cambios degenerativos en el cartílago articular de la rótula que suelen provocar síntomas como dolor, crepitación y derrame articular. La condromalacia o condropatía puede evolucionar del reblandecimiento a la fisuración de la superficie del cartílago y hasta su desaparición, en los casos más graves.

La condromalacia es una patología leve, pero persistente que puede cursar con periodos de agudización y de disminución de las molestias. Afecta a personas jóvenes, especialmente mujeres deportistas.

En personas de edad avanzada hay patologías de afectación del cartílago como la artritis femororrotuliana que son cambios degenerativos y una pérdida significativa de cartílago. La condropatía también puede evolucionar a una artrosis femororrotuliana o tibiofemoral, requiriendo un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.


¿Cuáles son sus causas?

Son múltiples las causas que intervienen en la aparición de la condromalacia, entre los que destacan la propia naturaleza del cartílago rotuliano.

Esta patología es más frecuente en la mujer, probablemente, como consecuencia de factores estructurales:

  • Mayor anchura de las caderas. Provoca un mayor ángulo de la rodilla (aumento del ángulo Q).
  • Malformaciones de la articulación.
  • Fracturas.
  • Insuficiente desarrollo de la rótula.
  • Traumatismos en la rótula.
  • Presión repetida.
  • El genu valgo (piernas en X como consecuencia de la deformidad de las rodillas).
  • Una musculatura tensa y débil, lo que produce un mayor rozamiento de los cartílagos fémorotibiales y rotulianos y una inflamación y reblandecimiento de los mismos.

La flexión de la rodilla provoca, a su vez, que la rótula se comprima contra los cóndilos femorales con el correspondiente roce y presión, lo que favorece los síntomas de la condropatía.

Pero, sin duda, el factor más importante es la realización de ejercicio físico que implique flexo-extensión repetida de la rodilla, es decir la realización de saltos. Hay que tener en cuenta que la carrera es una secuencia repetida de saltos, por ello la condropatía es tan frecuente en deportes de salto como el baloncesto y el voleibol.


¿Qué síntomas tiene la condromalacia?

El principal síntoma de la condromalacia es el dolor de la parte anterior o lateral de la rodilla que aparece predominantemente al realizar acciones de esfuerzo.

La zona situada en torno a la articulación de la rodilla puede aparecer hinchada y estar muy sensible. En ocasiones, se oyen crujidos en la flexo-extensión y se tiene sensación de que la articulación está bloqueada.

El dolor se intensifica, por ejemplo, al subir escaleras, bajar una cuesta, al correr o al situarse en la posición de cuclillas. También aparece dolor y rigidez cuando se camina después de permanecer mucho tiempo en sedestación (tras conducir muchas horas). Es típico el signo de la butaca: en el cine, la persona que presenta este problema procura sentarse al lado del pasillo para situar su extremidad inferior afectada en extensión y para poderla flexionar periódicamente.


¿Cómo se trata?

El tratamiento de la condromalacia o condropatía rotuliana es fundamentalmente conservador, reservando el tratamiento quirúrgico para los casos más graves, para los que no ha funcionado el tratamiento rehabilitador o para aquellas personas cuyo rendimiento deportivo disminuye de forma importante.

El tratamiento de la condromalacia se basa en la rehabilitación.
El tratamiento de la condromalacia se basa en la rehabilitación.

El tratamiento se basa en la rehabilitación con técnicas de fisioterapia, ejercicios de musculación y coordinación. También puede ser necesario utilizar medicación antiinflamatoria o analgésica, en periodos cortos, e incluso alguna infiltración.

En algunos casos, son útiles las rodilleras que centren y disminuyan el movimiento exagerado de la rótula.


¿Pueden surgir complicaciones?

La condromalacia es una patología que raramente presenta complicaciones graves. Puede evolucionar a artrosis con el aumento de la edad y, en algún caso esporádico, puede provocar lesiones graves que requieran tratamiento quirúrgico.


¿Cómo prevenir la condromalacia?

Además de las medidas generales de preparación del deportista en cuanto a alimentación, descanso, etc., es muy importante la realización de una correcta técnica de entrenamiento de cada tipo de deporte, en la que debe existir un calentamiento adecuado con estiramientos antes y después de la actividad.

Hay que realizar, como una parte más del entrenamiento, ejercicios de flexibilización y de refuerzo muscular del cuádriceps, trabajo de los músculos flexores-rotadores internos y de los isquiotibiales, así como ejercicios de propiocepción (equilibrio y coordinación). Y es muy útil aplicar crioterapia después del ejercicio (bolsas de hielo sobre la rodilla con un material de interposición, para evitar las quemaduras), durante 15-20 minutos.

Consejos para controlar la condromalacia

Todas las medidas generales de preparación del deportista pueden ayudar a prevenir y manejar este problema:

  • 1. Desarrolla el volumen de los músculos del cuádriceps.
    La musculación de la musculatura del cuádriceps es fundamental en el manejo de la condropatía.
  • 2. El reposo deportivo absoluto no es recomendable.
    Opta por una disminución de la intensidad del entrenamiento.
  • 3. Realiza ejercicios de propiocepción.
    Son fundamentales en la prevención de las reagudizaciones.
  • 4. Aplica frío tras el ejercicio.
    La crioterapia puede ayudar a manejar la condromalacia.
  • 5. Las rodilleras pueden ser una buena opción.
    Pueden ayudarte a estabilizar y centrar tu rótula.
  • 6. Consulta con tu médico si el dolor en la rodilla persiste.
    Este dolor puede estar relacionado con el esfuerzo de distintas acciones de tu día a día.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.