Congestión nasal

¿Qué es la congestión nasal?

La congestión nasal se produce al inflamarse la membrana que cubre la nariz, lo que origina una obstrucción que provoca dificultad para respirar a través de las fosas nasales. Generalmente está causada por un virus o bacteria, y el origen abarca desde un resfriado común a la gripe o a la infección sinusal, por lo que es un síntoma habitual de afecciones como el catarro, la gripe, alergias, sinusitis, faringitis…


¿Cómo se produce la congestión?

Bacterias y virus pueden colonizar las vías respiratorias altas y desencadenar la cascada de reacciones fisiológicas que acaban provocando la sensación congestiva. Todo comienza cuando los tejidos que recubren la nariz se hinchan debido a la inflamación de los vasos sanguíneos, lo que genera esa dificultad respiratoria. Esta puede provocar así mismo otros síntomas como secreción o nasal o rinorrea y, si el exceso de moco baja por la parte posterior de la garganta, también tos o dolor de garganta.


¿Cuáles son sus síntomas?

  • El cuadro suele comenzar con molestias en la faringe.
  • Posteriormente, aparece la congestión nasal, acompañada de líquido nasal claro, que los siguientes días puede volverse espeso y sucio.
  • La congestión nasal puede también causar dificultades para respirar y descansar por la noche y, en general, afectar al bienestar del organismo.
  • Otros síntomas son: secreción nasal excesiva (rinorrea), si el exceso de moco baja por la parte posterior de la garganta, también puede producir tos o dolor de garganta.

¿Qué complicaciones puede generar?

La congestión nasal, a su vez, puede dar lugar a secuelas tales como sinusitis, otitis media, y la aparición o el empeoramiento de leves a graves trastornos del sueño, incluso algunos casos de apnea obstructiva del sueño, por la dificultad de respirar en posición horizontal.


¿Qué podemos hacer cuando tenemos la nariz congestionada?

El cuadro de una congestión nasal suele comenzar con molestias en las faringes.

Posteriormente aparece la congestión en la nariz, acompañada de líquido nasal claro, que en los siguientes días puede volverse espeso y sucio. La congestión normalmente desaparece por sí sola al cabo de una semana, pero durante este tiempo deben tomarse algunas medidas para:

  • Mantener el moco diluido, con el fin de drenarlo eficazmente de la nariz y los senos paranasales. Para ello, se deben beber muchos líquidos y, si es necesario, aplicar un paño caliente y húmedo en el rostro. También puede ser útil inhalar vapor unas tres veces al día o colocar un humificador en la habitación.
  • Eliminar el moco de la nariz mediante lavados nasales. Se pueden realizar lavados nasales con un aerosol de solución salina o un suero casero de agua y sal tres o cuatro veces al día, con el fin de conducir las mucosidades hacia la parte posterior de la nariz y la garganta. La Asociación Española de Fisioterapeutas recomienda hacerlo acostado o de pie con la cabeza inclinada hacia atrás y la boca cerrada y, al mismo tiempo que se instila el suero fisiológico en una de las fosas nasales y se cierra la otra con el dedo pulgar, realizar una inspiración rápida y profunda. A continuación, se debe toser o escupir las secreciones por la boca.
  • Sonarse la nariz correctamente para controlar la obstrucción nasal. En vez de apretarse con fuerza ambos lados de la nariz, se recomienda presionar fuertemente un solo lado de la nariz con el dedo disimulado bajo el pañuelo y soplar por el otro lado, con espiraciones nasales rápidas. Esta operación debe repetirse alternando los lados, con lo que se consigue un vaciado de las fosas nasales mucho más efectivo.
  • Evitar que la congestión empeore al acostarse. Para ello, es recomendable mantenerse en posición erguida dentro de lo posible y con la cabeza levantada, para lo que podemos valernos de almohadas o cojines. También pueden resultar útiles las tiras adhesivas que se venden en las farmacias para dilatar las fosas nasales, lo que facilita la respiración.

Si es necesario, se puede recurrir a algunos medicamentos sin receta como los antigripales, algunos antihistamínicos y los aerosoles nasales, aunque estos últimos no deben usarse durante más de tres días seguidos, a no ser que el médico indique lo contrario.

Consejos sobre el cuidado nasal

  • Con el fin de escapar de la congestión nasal y de otros problemas relacionados, podemos seguir una serie de recomendaciones y cuidados generales que nos permitan disfrutar de una nariz en perfecto estado.

Puedes leer aquí los Cinfaconsejos sobre el cuidado nasal.

Infográfico

Consejos para cuidar tu nariz

Una nariz cuidada es una nariz sana. Mantenla en buen estado con estos consejos.

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.