Coronavirus

COVID-19 es el nombre dado a la enfermedad que es transmitida por el virus SARS-CoV2, también conocido como coronavirus de Wuhan o ‘neumonía de Wuhan’, el virus causante de la epidemia que comenzó a finales de 2019 en esta ciudad del país asiático.

¿Pero qué es exactamente un coronavirus? ¿Qué caracteriza a este en concreto? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo podemos prevenir el contagio de los virus que se transmiten por vía respiratoria? Respondemos a esta y otras cuestiones en este artículo.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que la información en relación al COVID-19 evoluciona casi diariamente, por lo que lo más recomendable es consultar de forma periódica los datos proporcionados por las autoridades  sanitarias a través de sus cauces oficiales.


¿Qué son los coronavirus?

Los coronavirus son un grupo de virus comunes, cuyo nombre se debe a las puntas en forma de corona que se hallan en su superficie. Habitualmente, esta amplia familia de virus afecta solamente a los animales, aunque algunos tienen la capacidad de transmitirse de animales a personas o entre personas en enfermedades leves como el resfriado.

De hecho, la mayoría de las personas hemos estado en contacto en algún momento de nuestras vidas con un coronavirus que nos ha producido un catarro. Y es que, normalmente, este patógeno solo causa enfermedades leves o moderadas en las vías respiratorias superiores, como el resfriado; sin embargo, algunas cepas pueden provocar infecciones más graves, como la bronquitis o la neumonía.

Algunas de estas cepas son ya conocidas y anteriores a la actual, como la causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y la que provoca el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). A estas, se añade ahora la cepa del SARS-CoV2, también llamado coronavirus 2019 n-CoV, y causante de la enfermedad denominada COVID-19.


¿Cómo es el nuevo coronavirus?

El virus causante de COVID-19 es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano, pero que, de una forma aún no conocida, ha pasado a las personas, transmitiéndose entre estas.

El nuevo coronavirus se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en China, en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei. Todavía hay muchas incógnitas que despejar acerca de sus características. La fuente de infección se sigue investigando y todo apunta que, posiblemente, fuera algún animal, ya que los primeros casos que se detectaron fueron personas que trabajaban en un mercado con animales.

Este nuevo coronavirus parece provenir de un tipo de coronavirus que infectaba a animales, pero que ahora ha pasado a humanos. Como confirma la OMS, así ha ocurrido ya con algunos tipos de coronavirus, que se pueden transmitir de animales a seres humanos: distintas investigaciones han comprobado que la civeta, un pequeño mamífero del sur asiático, transmitió el coronavirus causante del SARS al ser humano en China en 2002, mientras que fue el dromedario el animal que transmitió a seres humanos el causante del MERS, en Arabia Saudita en 2012.


¿Cómo se contagia el COVID-19?

Se sabe que existe posibilidad de contagio de este coronavirus entre humanos por vía respiratoria. Es decir, una persona infectada puede transmitirlo a otra sana.

En general, por similitud con otros coronavirus que ya se conocen, se piensa que la enfermedad COVID-19 se contagia por vía respiratoria -por las gotitas que expulsa la persona infectada cuando tose o estornuda- y por contacto directo con secreciones respiratorias de la persona infectada -por ejemplo, al tocar objetos contaminados y llevarse las manos a la boca, la nariz o los ojos-.


¿Qué síntomas provoca el COVID-19?

Por los datos que se tienen, el periodo de incubación medio de este virus se ha estimado entre 1-2 y 12-14 días entre los casos iniciales, pero se piensa que podría llegar  hasta los catorce días.

Los síntomas más comunes que provoca este virus -por lo que se conoce hasta la fecha- son tos, dolor de garganta, fiebre y sensación de falta de aire. Recientemente, la OMS ha indicado que otros síntomas menos frecuentes de covid-19 son la congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies.

De igual modo, si cualquier persona presenta dificultades para hablar o moverse debe solicitar atención médica inmediatamente. Cuando el coronavirus causa infecciones más graves, como la neumonía, puede producir dificultad importante para respirar, problemas en el funcionamiento de los riñones y, en algunos casos, la muerte. El desenlace fatal es más común en personas con afecciones anteriores del corazón o pulmonares, con el sistema inmunitario debilitado o en grupos de riesgo como los ancianos.


¿Puede tratarse el COVID-19?

Dado que todavía no existe una vacuna para este nuevo tipo de coronavirus, la medida más importante es la prevención.

En caso de producirse la infección, hay muchos tratamientos para la mayoría de los síntomas de COVID-19, que pueden tratarse con eficacia mediante medicamentos. Y, en general, la atención sanitaria mejora el pronóstico.


¿Cómo puede prevenirse el contagio?

Igual que ante cualquier infección respiratoria (que incluye también otras frecuentes, como la gripe), el contagio de COVID-19 en las zonas donde están ocurriendo los casos puede prevenirse tomando medidas de higiene y limpieza, así como evitando el contacto con personas infectadas, dentro de lo posible.

En general, es fundamental:

  • Evitar el contacto con personas ya infectadas o afectadas por infecciones respiratorias
  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o productos antibacterianos (soluciones alcohólicas).
  • Cubrirse la boca y la nariz con el antebrazo o pañuelos desechables al toser o estornudar.
  • Evita tocarse los ojos, la nariz y la boca.
  • Mantener una distancia de 1,5-2 metros, aproximadamente, entre personas.
  • Usar correctamente la mascarilla, que debe cubrir la mayor parte del rostro, la boca, la nariz y la barbilla.
  • En el exterior, evitar quitarse la mascarilla o tocar su parte frontal. Y al cogerla, hay que hacerlo siempre por las bandas de sujeción.
  • Seguir las recomendaciones que vayan actualizando las autoridades.

Mitos sobre el coronavirus

Entre la gran cantidad de información que se está generando en torno a COVID-19, también están circulando diversas afirmaciones relacionadas con el contagio o el tratamiento de este virus, que no hacen sino despertar preocupación e incertidumbre entre los ciudadanos y pacientes.

Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido mensajes detallados que aclaran cada uno de los bulos que se están compartiendo en redes sociales y que puedes ver a continuación.

Conviene recordar que lo más importante para estar correctamente informado de la situación con COVID-2019 es recurrir a fuentes oficiales, que actualizan sus datos día a día, conforme se van conociendo más aspectos sobre este problema de salud.

Por ahora, no existe ningún medicamento específico para prevenir o tratar este virus.
  • Uso de antibióticos.
    No, los antibióticos no son efectivos contra los virus, solo combaten las bacterias. El coronavirus es un virus, por lo tanto, los antibióticos no deben usarse como un método de prevención ni tratamiento.
  • Medicación para prevenir.
    Por el momento, no existe ningún medicamento específico recomendado para prevenir o tratar el COVID-19. Sin embargo, las personas infectadas por este virus deben recibir cuidados adecuados para aliviar los síntomas y, en aquellos casos más graves, es importante asegurar un adecuado soporte vital.
  • Vacunas.
    Las vacunas contra la neumonía, como la vacuna del neumococo o la de la haemophilus influenzae tipo B, no protegen contra este coronavirus. Este virus es nuevo y diferente, por lo que precisa una vacuna propia. Investigadores de todo el mundo están trabajando en tratar de desarrollarla. No obstante, aunque no sea aplicable para este virus en concreto, la OMS y por otras autoridades sanitarias recomiendan la vacunación contra infecciones respiratorias comunes.
  • Incidencia.
    Personas de todas las edades pueden contagiarse del COVID-19, por lo que es necesario que todos nos protejamos con medidas de higiene adecuadas. No obstante, sí es cierto que los ancianos o personas con otras patologías previas (como asma o diabetes) parecen ser más vulnerables a enfermar de gravedad. Las autoridades sanitarias como la OMS recomiendan a las personas de todas las edades seguir unas medidas de prevención ante el virus, basadas en la higiene y la limpieza.
  • Mascotas.
    Actualmente, no hay evidencia de que mascotas, como perros o gatos, puedan estar infectadas por el virus. Pero siempre es buena idea lavarse las manos con agua y jabón después de acariciar a una mascota. Este gesto nos protegerá contra varias bacterias comunes como la E. coli o la salmonela, que pueden transmitirse de animales a personas.
  • Objetos procedentes de China.
    La OMS aclara que recibir envíos o paquetes desde China es seguro y no entraña riesgo de contagio del COVID-19. Se sabe, por estudios previos, que los coronavirus no sobreviven largos periodos de tiempo en objetos como cartas, cajas, etc.
  • Aceite de sésamo.
    El aceite de sésamo no mata ni elimina el coronavirus ni tomándolo de forma oral, ni aplicándolo sobre la piel. Algunos desinfectantes químicos pueden matarlo sobre ciertas superficies, pero no tienen ningún efecto en el virus si se aplican sobre la piel o bajo la nariz. De hecho, puede ser peligroso utilizar estas sustancias de este modo.
  • Ajo.
    El ajo es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas. Sin embargo, hasta la fecha no existe ninguna evidencia de que comer ajo proteja a las personas frente al COVID-19.
  • Enjuague bucal.
    No hay ninguna evidencia científica que demuestre que los enjuagues bucales protejan de una infección por COVID-19. Algunos productos de este tipo pueden eliminar ciertos microorganismos de la saliva durante unos minutos, pero esto no significa que protejan del contagio de este nuevo virus.
  • Alcohol y cloro.
    Rociar el cuerpo y la ropa con alcohol o cloro no acaba con el coronavirus. Estas sustancias son efectivas para desinfectar superficies, pero no deben aplicarse sobre la piel o la ropa, ya que podrían dañarlas y, además, no son eficaces contra los virus que ya hayamos contraído.
  • Escáneres térmicos.
    Los escáneres térmicos no son efectivos para detectar personas infectadas por coronavirus. Solo en aquellas personas que hayan desarrollado fiebre por la infección, pero no en personas que, aun estando infectadas, no presentan fiebre todavía.
  • Guantes.
    Los guantes no sirven de protección cuando nos encontramos con otras personas porque el virus puede pasar de los guantes a tu cara si te tocas sin darte cuenta inadvertidamente. Es más efectivo lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente. 
  • Zonas de transmisión.
    Según la evidencia existente a día de hoy, el virus se transmite en todas las zonas geográficas, incluso en clima caluroso y húmedo. Independientemente del clima de la zona donde residas, adopta las medidas protectoras necesarias, sobre todo el lavado frecuente de manos.
  • Ibuprofeno.
    La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha confirmado que no existe ningún dato que afirme un agravamiento de la infección COVID-19 por la toma de ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos.
  • Mosquitos.
    Hasta el momento, no hay evidencia que indique que COVID-19 se puede transmitir por los mosquitos o sus picaduras. Este nuevo coronavirus es un virus respiratorio.

Infográfico

Aquí puedes descargarte un infográfico con el resumen de las medidas de prevención, síntomas, y consejos para reducir el riesgo de contagio del COVID-19.


Lavado de manos

Lavarse la manos es un hábito básico en la prevención de enfermedades infecciosas. ¿Sabes cómo lavarte las manos correctamente?
Aquí puedes descargarte un infográfico explicativo con los pasos a seguir.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.