Costra láctea

¿Qué es la costra láctea?

La costra láctea es el nombre con el que habitualmente nos referimos a un tipo específico de la llamada dermatitis seborreica infantil, aunque algunos expertos las consideran dos patologías diferenciadas.

En cualquier caso, la costra láctea es una dolencia inflamatoria de la piel muy común, que se presenta de forma precoz, prácticamente desde el nacimiento. Afecta principalmente al cuero cabelludo del recién nacido y puede extenderse al rostro, principalmente a la zona del centro de la cara y a los pliegues de alrededor de la nariz, detrás de las orejas, del cuello, del ombligo, de las axilas o las ingles. Se trata de una erupción caracterizada por manchas rojizas de borde bien definido, que aparecen cubiertas de una descamación amarillenta de aspecto grasiento.

Las escamas no producen dolor ni picor y, aunque pueden ser difíciles de quitar, la costra láctea es benigna y suele desaparecer por sí sola.


¿Quién la padece?

De acuerdo a la Asociación Española de Pediatría (AEPED), no se conoce la prevalencia exacta de la dermatitis seborreica infantil, ya que solo los casos más graves acuden a las consultas médicas. De acuerdo a la experiencia de esta entidad, supone el 13% de toda la patología atendida en niños menores de 1 año.

Normalmente, y según la misma fuente, aparece en la lactancia, entre la primera-segunda y la octava semana de vida, aunque, en algunos casos, puede durar meses.


¿Qué la causa?

No se conoce la causa exacta de la costra láctea. Pero se apuntan diferentes razones:

  • Las glándulas sebáceas que hay en el cuero cabelludo del bebé producen un exceso de aceite (sebo).
  • Otra posible causa, aunque no del todo confirmada en los niños, podría ser un aumento de la población de algunos microorganismos que viven habitualmente en la piel, como un tipo de levadura (hongo) llamada Malassezia.
  • Otro factor que puede intervenir es la predisposición genética, pero no ha sido suficientemente estudiado.
  • Algunos expertos atribuyen la dermatitis seborreica infantil a un posible déficit enzimático transitorio en edades tempranas que, al corregirse espontáneamente, hace que el cuadro  desaparezca por sí solo.

En cualquier caso, la costra láctea no es contagiosa ni peligrosa y tampoco tiene origen alérgico ni la provoca la falta de higiene.


¿Cuáles son los síntomas de la costra láctea?

Entre los síntomas más comunes de esta dolencia, se hallan:

  • Enrojecimiento e inflamación leves de la piel.
  • Escamas gruesascon costra, de color amarillo o blancuzco, que aparecen en el cuero cabelludo y en la frente, párpados, cejas, orejas y pliegues de alrededor de la nariz. En casos más graves, puede extenderse hacia el cuello y el tronco y a otras zonas de pliegues corporales, como axilas, ombligo o ingles, y, especialmente, al área del pañal.
  • Los bebés más mayores pueden rascarse, lo que puede llegar a provocar infecciones.

¿Cómo se elimina la costra láctea?

El pronóstico de la costra láctea es bueno y se puede llegar a curar por sí sola. Es importante que el tratamiento lo indique el pediatra ya que se trata de evitar siempre los tratamientos agresivos por dos razones: generalmente la costra láctea suele resolverse espontáneamente y para evitar reacciones adversas por un uso inadecuado de fármacos.

Igualmente, se pueden aplicar al bebé lociones, geles, cremas no engrasantes o emulsiones específicas, que ayudarán a reducir el exceso de sebo y la inflamación, lo que disminuye el enrojecimiento, calma la piel y favorece que las escamas de despeguen. Para aplicarlo correctamente, deben seguirse las siguientes pautas:

  • Aplicar una pequeña cantidad sobre el cuero cabelludo del bebé. En caso de dermatitis seborreica facial, también puede usarse en las áreas afectadas del rostro.
  • Masajear suavemente la zona con los dedos.
  • Lavar con un champú suave para bebés y aclarar bien, de manera que no queden restos del producto.
  • Es importante evitar el rascado para reducir el peligro de infección. En este caso, puede llegar a ser necesaria la toma de antibióticos.