Diarrea del viajero

¿Qué es?

El problema típico de viajes exóticos

Los viajes de aventura o a países exóticos pueden convertirse en experiencias inolvidables, aunque no siempre por los mejores motivos. En este tipo de destinos, nos acecha siempre el riesgo de contraer la diarrea del viajero, el problema de salud que afecta con más frecuencia al turista y que puede llegar a arruinar las vacaciones. De hecho, según el Ministerio de Sanidad, puede afectar a más del 80% de los viajeros que se desplazan a destinos de alto riesgo, si bien en otras fuentes se estima que el porcentaje está entre un 30% y un 70% de viajeros, según las características y la duración del viaje.

La diarrea del viajero (DV) es un síndrome clínico vinculado al consumo de agua o alimentos contaminados que se produce durante un viaje o poco después. Según la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE), los agentes que, en la mayoría de los casos, producen la infección son normalmente bacterias, aunque también pueden causarla virus intestinales. En muy pocos casos, la diarrea del viajero es provocada por un parásito, aunque suele producirse a más largo plazo.


Causas: condiciones higiénico-sanitarias deficientes

Suele afectar más a menudo a los viajeros procedentes de áreas en los que las condiciones higiénico-sanitarias y las infraestructuras para el control de la seguridad alimentaria son buenas, cuando se desplazan a países que sufren deficiencias en este ámbito, ya que de estas depende la seguridad de los alimentos, las bebidas y el agua que se consumen.

Lógicamente, el riesgo es mayor cuando se viaja de manera más aventurera que en los viajes organizados con estancias en hoteles. También aumentará en función de su duración y de la zona del mundo a la que se viaje: el riesgo más elevado se da en Asia, Oriente Medio, África, México, América Central y América del Sur, mientas que desciende en Europa del Este, el sur de África y algunas islas del Caribe. Es mínimo en muchos países de Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia o Japón, aunque es posible contraer la diarrea del viajero en cualquier lugar.

De igual modo, el tipo de turismo también es un factor que influye en su aparición, según la Fundación Española del Aparato Digestivo. El turismo de playa, por ejemplo, en un complejo turístico tiene una menor incidencia que el tour en grupo organizado.

Otros aspectos que influyen en la diarrea del viajero son el tipo de hotel elegido (sus condiciones higiénicas y el lugar donde se desarrollan las comidas) o la estación del año en la que se viaje (se dan más casos en verano).

Por último, hay que tener en cuenta las características del viajero: son más vulnerables los niños los ancianos, las embarazadas, los jóvenes entre 15 a 30 años, las personas inmunodeprimidas o con patología inflamatoria intestinal, los pacientes que toman un tipo de medicamentos llamados antiácidos y los sometidos a cirugías gástricas.


¿Cuáles son los síntomas de la diarrea del viajero?

El principal síntoma de este síndrome es el comienzo repentino deposiciones frecuentes de heces blandas -al menos, cuatro al día- y la necesidad urgente de defecar. Esta diarrea puede ir acompañada de ruidos intestinales, náuseas, vómitos, dolor abdominal, calambres y fiebreLa aparición de fiebre y sangre o moco en las heces son criterios de gravedad. Los síntomas suelen manifestarse de doce a setenta y dos horas después de que se hayan ingerido los alimentos o agua contaminados.

Siempre que aparezca sangre o moco en las heces, haya fiebre alta, los vómitos y el dolor abdominal persistan o la deshidratación sea grave, el viajero debe buscar atención médica.


Evitar la deshidratación es la medida más importante para combatirla

Una vez que aparece la diarrea del viajero, normalmente, se trata de un trastorno leve, que se cura por sí solo en tres o cinco días. Para evitar la deshidratación, que es el mayor riesgo asociado, se han de tomar abundantes líquidos, que deben ser seguros, como agua embotellada o que antes haya sido hervida o desinfectada. En general, siendo el cuadro leve, no hará falta tomar preparados específicos.

Sí que, en algunos casos, sobre todo cuando la diarrea afecta a niños, a ancianos y a pacientes crónicos es conveniente recurrir a sales de rehidratación oral. Si no se dispone de sobres de rehidratación oral, se puede preparar una solución casera con un litro de agua (segura, embotellada o hervida), a la que se añade una pizca de sal, otra de bicarbonato sódico, dos cucharadas soperas de azúcar y el zumo de un limón.

Es importante saber cuánta la cantidad de líquido se debe ingerir, en función de la edad. Una pauta orientativa en este sentido puede ser la siguiente:

  • En niños menores de dos años: entre un cuarto y medio vaso después de cada deposición líquida hasta completar medio litro al día.
  • En niños de entre dos y 10 años: de medio a un vaso después de cada deposición hasta llegar a, aproximadamente, un litro al día.
  • En niños a partir de 10 años y en personas adultas: beber líquidos hasta completar, aproximadamente, unos dos litros al día.

En cualquier caso, siempre es mejor mantener un equilibrio entre ofrecer el líquido y no forzar, máxime cuando existan vómitos asociados. En ese caso, habrá que esperar a que ceda el vómito y ofrecer después el líquido en pequeñas cantidades, cada poco tiempo.

Por otro lado, y al contrario de lo que se suele pensar, hay que seguir ingiriendo alimentos sólidos. No se debe dejar de comer, pero, preferiblemente, se han de elegir alimentos suaves fáciles de digerir como sopa, patatas hervidas, arroz cocido, pescado blanco o pollo a la plancha. La manzana rallada o asada, los plátanos y las tostadas de pan blanco también son adecuados cuando se padece diarrea del viajero. En cambio, los lácteos deben evitarse.

En el caso de los lactantes, no se debe interrumpir la lactancia, sino que realizar tomas más a menudo ayudará al bebé a evitar la deshidratación, además de alimentarle.


¿Hay que tomar medicación ante la diarrea del viajero?

En casos de diarreas leves o moderadas, pueden ser útiles los fármacos antidiarreicos, aunque estos no están indicados si hay fiebre o sangre en las heces, así como en niños y en personas que sufran colitis ulcerosa.

Aunque no es habitual, si la diarrea se prolonga durante una o más semanas, si se trata de una diarrea grave (con sangre en heces, fiebre alta o un gran número de deposiciones diarias) o en el caso de personas inmunodeprimidas o con enfermedades inflamatorias intestinales, puede ser necesario recurrir a los antibióticos. No obstante, estos medicamentos no deben tomarse de manera preventiva de manera generalizada, debido a sus efectos secundarios y a que se estaría fomentando la resistencia de las bacterias a estos medicamentos. Además, podrían proporcionar una falsa sensación de seguridad que lleve a reducir el nivel de alerta respecto a las normas de higiene.

Hay que consultar con el médico sobre la posibilidad de incluir estos dos tipos de medicamentos en el botiquín de viaje y en la dosificación adecuada a cada paciente, si estuviera indicada.

10 Consejos para prevenir la diarrea del viajero

Si queremos disfrutar plenamente de las vacaciones, debemos adoptar determinadas precauciones cuando bebamos agua o tomemos alimentos durante nuestros viajes. Las mujeres embarazadas, los niños, ancianos y las personas con un sistema inmunitario deficiente deben ser especialmente prudentes:

  • 1. Ve solo a restaurantes que cumplan las condiciones higiénicas. 
    El riesgo suele ser mayor en aquellos que sirven buffet o comida rápida.
  • 2. No compres bebida o comida a los vendedores ambulantes. 
    Sobre todo, si las sirven a granel y/o sin envasar, pues la higiene y seguridad de estos alimentos no está garantizada.
  • 3. Toma los alimentos bien cocinados y preparados recientemente. 
    Las verduras deben estar cocidas y servirse muy calientes, al igual que la carne, el pescado y el marisco. En los restaurantes, evita también las ensaladas, los zumos y las frutas preparadas y peladas. Toma las piezas enteras y pela tú mismo las que te vayas a comer.
  • 4. No tomes salsas que se sirvan en envases abiertos que se dejan sobre la mesa.
    Ten cuidado también con los picantes y condimentos fuertes a los que no estés acostumbrado.
  • 5. Bebe solo agua o bebidas embotelladas. 
    No tomes agua del grifo ni siquiera la uses para lavarte los dientes. Sí puedes tomar bebidas preparadas con agua hervida como café, té u otras infusiones, pero solo si te las sirven muy calientes. Toma solo cubitos de hielo que se hayan preparado con agua hervida o embotellada.
  • 6. Si tienes dudas sobre la potabilidad del agua, esterilízala. 
    Puedes hervirla o añadirle unas gotas de lejía común (ten en cuenta que la dosis requerida variará según la presentación del preparado o preparados de yodo). En caso de un viaje de aventura largo, puedes llevar contigo un equipo portátil de desinfección.
  • 7. No tomes leche, ni productos lácteos (incluyendo helados) que no hayan sido pasteurizados. 
    Solo el proceso de pasteurización -que calienta la leche a altas temperaturas- garantiza que estén libre de bacterias. Tampoco ingieras alimentos preparados con huevo crudo (por ejemplo, mayonesa).
  • 8. Lávate las manos con frecuencia. 
    Sobre todo, antes de cocinar y comer o después de ir al baño. Usa para ello jabón o, en caso de que no haya agua, con gel hidroalcohólico. Cuando acabes, sécatelas bien, no deben quedarse húmedas.
  • 9. Evita el baño en aguas no seguras. 
    Por ejemplo, en piscinas, arroyos o lagos. Al ducharte o bañarte, cierra la boca y no tragues agua.
  • 10. Sé previsor y consulta a tu médico antes de viajar. 
    Comenta con tu médico el viaje que vas a realizar, porque podría indicarte algunos medicamentos e instrucciones para su correcta utilización en caso de necesidad y según el destino. Si fuera necesario, podría remitirte con carácter previo al Centro de Vacunación Internacional, ya que, si bien en general, no hay vacunas para los gérmenes causantes de las diarreas del viajero más frecuentes, sí que algunas de ellas pueden prevenirse mediante vacunas. De igual modo, al preparar tu botiquín de viaje, adquiere en la farmacia sales de rehidratación oral de fácil preparación en el destino, ya que te permitirán reponer los líquidos y las sales minerales en caso de que sufras diarrea del viajero.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.