Diferencias entre ibuprofeno y paracetamol

¿Qué es?

Nos sucede a menudo que, cuando nos duele la cabeza, estamos acatarrados o tenemos un poco de fiebre, no sabemos qué medicamento tomar. En ocasiones, probamos con el paracetamol, en otras, con el ibuprofeno o, a veces, la fuerza de la costumbre nos lleva a decantarnos por uno de los dos, sin pararnos a pensar siquiera si es el más adecuado para tratar nuestra dolencia.

A pesar de sus similitudes, ambos fármacos cuentan con diferentes indicaciones e interacciones y provocan distintos efectos secundarios. Conocerlos un poco mejor nos puede ayudar a optar por el más efectivo para cada circunstancia y, por tanto, el mejor para nuestra salud


El ibuprofeno: qué es y para qué sirve

De acuerdo al Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2018 de “Prestación farmacéutica”, en 2017 se comercializaron más de 14 millones de envases de ibuprofeno en España. Se trata, por tanto, del décimo medicamento más vendido en nuestro país ese año.

Este fármaco pertenece a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Su acción es analgésica, antitérmica y antiinflamatoria. Es decir, es capaz de aliviar el dolor, bajar la fiebre y reducir la inflamación desde la media hora posterior a su ingesta y hasta las seis horas siguientes, aproximadamente.

Por tanto, el ibuprofeno está indicado para tratar en pautas cortas dolor leve o moderado asociado a diferentes procesos (dolor menstrual, músculo esquelético, dolor óseo de origen metastásico…), así como la fiebre alta, y, en pautas más mantenidas, para el tratamiento de otros procesos que cursan con inflamación, como los de origen reumático.

¿Qué dosis de ibuprofeno son recomendables?

Aunque la dosis que habitualmente viene siendo la más vendida y que se suele tomar más a menudo es la de 600 miligramos, la más recomendable es la dosis de 400 miligramos de ibuprofeno, una cantidad más que suficiente para tratar las dolencias habituales. Es importante recordar que a dosis iguales o menores de 1200 mg al día ya pueden aparecer entre otros, efectos adversos gastrointestinales.

Diferencias entre ibuprofeno y paracetamol.
Ante cualquier duda, hay que leer los prospectos de los medicamentos.

¿Qué precauciones son necesarias con el ibuprofeno?

También es necesario tener en cuenta que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)alertó en 2015 de que el consumo de ibuprofeno en dosis elevadas de manera continuada puede aumentar el riesgo cardiovascular. Por ello, las personas que sufran enfermedades como insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, enfermedad arterial periférica o de carácter cerebrovascular deben consultar al profesional sanitario para que evalúe su indicación.

Por otra parte, el ibuprofeno, como el resto de fármacos de su grupo, cuenta con el inconveniente de que no debe ingerirse con el estómago vacío, pues puede irritar la mucosa del estómago. Por ello, se ha de tomar siempre junto a alimentos y han de evitar este fármaco o tener especial precaución los pacientes que sufren úlcera gástrica u otras dolencias estomacales, así como quienes estén tomando otros fármacos (esteroideos u otros antiinflamatorios no esteroideos, anticoagulantes, etc.); es mejor evitar tratamientos prolongados con ibuprofeno en personas mayores de 65 años o en pacientes que padezcan algunas enfermedades graves concomitantes (infecciones, neoplasias). Todas estas condiciones incrementan el riesgo de erosión gástrica.

El ibuprofeno tampoco está recomendado para bebés menores de seis meses, y hay que tener precaución en el resto de niños. Si existen dudas en cuanto a la dosis y en aquellos procesos en los que el niño sufra cuadros gastrointestinales o cuando el dolor o la fiebre no cedan en pocos días, lo adecuado es preguntar al pediatra.

Igualmente, algunos pacientes de ciertas patologías han de tener cuidado con el consumo de ibuprofeno; por ejemplo, quienes padecen insuficiencia renal o hepática grave, así como quienes toman fármacos contra la tensión o sufren asma, ya que pueden agudizar los síntomas. Y en algunos de estos casos, su utilización estará claramente contraindicada, por lo que hay que consultar con el profesional.

Debido a que puede provocar interacciones con otros medicamentos, el ibuprofeno no está recomendado para personas mayores, que suelen seguir varios tratamientos al mismo tiempo, y para aquellas personas que, con independencia de su edad, siguen otros tratamientos a la vez, el profesional médico será el encargado de despejar las dudas al respecto.

Las mujeres embarazadas deberían consultar antes de tomar por su cuenta cualquier fármaco. El ibuprofeno en general no se recomienda en el embarazo y está especialmente contraindicado en el tercer trimestre de gestación.

Por último, ha de tenerse en cuenta la advertencia hecha en 2019 por la Agencia Francesa del Medicamento (ANSM) a raíz de un estudio realizado en aquel país sobre algunos posibles riesgos que el ibuprofeno conlleva en el tratamiento de ciertas infecciones, fundamentalmente vinculadas a las bacterias estreptococo y neumococo, como anginas, rinofaringitis, otitis, tos, infecciones pulmonares y algunas lesiones cutáneas. Se precisan más estudios a nivel europeo para evaluar el riesgo-beneficio de su utilización en algunas condiciones de salud.


El paracetamol: qué es y para qué sirve

El paracetamol ocupa nada menos que el segundo lugar en la lista de principios activos más vendidos en nuestro país en 2017, solo por detrás del omeprazol: ese año, se facturaron 38 millones de envases de paracetamol en las farmacias españolas, según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2018 de “Prestación farmacéutica”.

Este principio activo es capaz tanto de aliviar el dolor como de reducir la fiebre. Estas propiedades analgésicas y antipiréticas justifican su popularidad, pues, aunque no posea poder antiinflamatorio como el ibuprofeno, el paracetamol es idóneo para tratar el dolor leve o moderado y la fiebre al mismo tiempo -como, por ejemplo, en la gripe- o para dolencias leves comunes como las cefaleas, la lumbalgia, el dolor de muelas o el de huesos. Su uso, en todo caso, ha de ser ocasional.


¿Cuál es la posología del paracetamol?

Al contrario que el ibuprofeno, el paracetamol, en principio, cuenta con la ventaja de no causar efectos secundarios gástricos. Es decir, de no dañar nuestro estómago. Por eso, podemos tomarlo solo o con agua, zumo o leche. Sin embargo, algunos estudios apuntan a que esta presunta inocuidad gastrolesiva podría ser discutible en dosis superiores a dos gramos al día y en otras situaciones en las que se consume junto a otros fármacos.

El paracetamol tarda entre cuarenta y cinco minutos y una hora en hacer efecto y este suele durar unas cuatro horas. Lo ideal es tomarlo cada ocho, aunque este periodo de tiempo puede reducirse a seis horas. Una dosis de 500 o 600 miligramos suele bastar para mitigar el dolor y la fiebre, aunque también existen dosis de un gramo. En cualquier caso, los adultos nunca deben sobrepasar la dosis máxima de cuatro gramos al día.

En el caso de bebés y niños pequeños, la dosis exacta de paracetamol depende del peso. Además, suele administrarse en gotas. También, en caso de tener problemas para que los niños ingieran el paracetamol, existe la opción de aplicar supositorios por vía rectal.

Los niños más mayores, a partir de los 34 kilos de peso, pueden utilizar la presentación de paracetamol de 500 mg. El pediatra indicará la dosis adecuada. Y, dado que no daña el estómago, los niños pueden ingerirlo con o sin alimentos, e incluso si presentan un cuadro gastrointestinal (teniendo en cuenta las precauciones debidas de administrar el fármaco cuando sea capaz tolerarlo).


¿Qué precauciones son necesarias con el paracetamol?

A pesar de no provocar malestar estomacal, una dosis demasiado elevada de paracetamol puede resultar tóxica para el hígado. En este caso, inicialmente, pueden aparecer vómitos, diarrea, mareos, somnolencia, pérdida de apetito y dolor abdominal. Si no se trata, el daño hepático puede llevar a un coma o, incluso, a la muerte.

Para evitar estos efectos secundarios y dañar nuestro hígado, no hemos de exceder la dosis máxima recomendada de paracetamol de 500-600 mg cada ocho horas. También deben abstenerse de tomarlo las personas que sufren insuficiencia hepática o tomarlo a las dosis establecidas por el médico, así como aquellas personas con anemia o que tienen problemas con el alcohol. También hay que ajustar las dosis en pacientes con insuficiencia renal.

En cambio, al contrario de lo que sucede con el ibuprofeno, el paracetamol sí puede tomarse durante el embarazo, siempre que esté justificado, si bien hay que recordar que para cualquier fármaco, el riesgo cero no existe.


¿Cuándo tomar ibuprofeno y cuándo paracetamol?

En primer lugar, siempre hay que tener en cuenta que aunque paracetamol e ibuprofeno se dispensen en la farmacia sin receta médica no están exentos de posibles efectos adversos, sobre todo en algunas personas que presentan situaciones especiales, como hemos visto en anteriores párrafos. Ante cualquier duda, es necesario leer bien los prospectos, respetar las instrucciones y consultar al médico, especialmente si se trata de niños, embarazadas, mujeres lactantes o personas que toman otros fármacos o presentan enfermedades adicionales.Si tengo fiebre, ¿debo tomar paracetamol o ibuprofeno?

¿Qué diferencias hay entre paracetamol e ibuprofeno?
Si tengo fiebre, ¿debo tomar paracetamol o ibuprofeno?

En general, tanto el ibuprofeno como el paracetamol se consideran medicamentos seguros si se usan en las dosis y los periodos de tiempo recomendados. A la hora de decantarnos por uno u otro, una de las claves puede ser la inflamación y la intensidad del dolor. En caso de que esta exista, y el dolor sea intenso puede ser preferible tomar ibuprofeno; si no, el paracetamol podría ser el más indicado.

Por ejemplo, el ibuprofeno se suele recomendar en el caso de lesiones provocadas por golpes o esguinces, así como para dolores menstruales intensos, musculares o de las articulaciones. También suele ser recomendado para paliar el dolor cuando este se vuelve más agudo dentro de procesos crónicos.

En el caso de que haya fiebre, pero no dolor, puede ser suficiente tomar paracetamol. Pero si, por ejemplo, a la fiebre se suma dolor de garganta, se controla mal con paracetamol, y si se asocia fiebre con inflamación, se podría valorar optar por el ibuprofeno.

Por último, merece la pena recalcar que, si queremos mitigar los síntomas de la resaca, lo mejor es no tomar ni ibuprofeno ni paracetamol: en este caso, lo mejor es beber agua para rehidratar nuestro organismo, seguir algunos consejos dietéticos como mencionamos en este artículo y, al mismo tiempo, no sumar a nuestro malestar daños en el estómago o el hígado.

Recomendaciones a la hora de tomar ibuprofeno o paracetamol

  • 1. Consulta a tu médico y sigue fielmente sus instrucciones.
    Aunque estos medicamentos puedan comprarse sin receta, es recomendable consultar a nuestro médico para que nos oriente sobre la posología más adecuada a nuestro caso y sobre posibles efectos secundarios o interacciones con otros fármacos o sustancias. Esto es especialmente importante en el caso de personas con enfermedades crónicas, niños y embarazadas.
  • 2. Elige siempre las dosis más bajas. 
    Aunque ambos medicamentos son seguros, es recomendable tomar siempre la dosis mínima necesaria y durante el periodo de tiempo más corto posible. Aumentarla no incrementa la eficacia en el tratamiento del dolor o la fiebre, pero sí el riesgo de padecer efectos adversos.
  • 3. Espacia su consumo. 
    Tan importante como vigilar las dosis es espaciar el consumo de estos medicamentos: ingerirlos cada doce horas siempre será mejor que hacerlo cada seis o cada ocho si el malestar o la fiebre está suficientemente controlado.
  • 4. Toma el ibuprofeno junto con la comida. 
    Con el fin de proteger tu estómago, no lo tomes nunca en ayunas. En el caso de que debas consumirlo durante varios días seguidos, consulta a tu médico la necesidad de tomar al levantarte por la mañana un protector de estómago.
  • 5. Nunca tomes dos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) al mismo tiempo. 
    Ello aumenta en gran medida el riesgo de sufrir daños en el estómago.
  • 6. Ten paciencia al tomar paracetamol. 
    Dado que este principio activo tarda entre cuarenta y cinco y sesenta minutos en hacer efecto, espera antes de tomar una segunda dosis.

Infográfico

En este infográfico tienes resumidas las características más importantes del ibuprofeno y el paracetamol y las claves para diferenciar ambos medicamentos.

Infográfico Diferencias entre ibuprofeno y paracetamol.

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.