Dislexia

5 febrero, 2024
¿Qué es?

De la mano de la asociación Madrid con la Dislexia conocemos esta dificultad específica de aprendizaje, sus efectos e impacto en el proceso de aprendizaje.

¿Qué es la dislexia?

La dislexia es una dificultad específica de aprendizaje de origen neurobiológico. Se manifiesta en la imposibilidad de realizar una conversión automática grafema – fonema. Acaba afectando a los tres procesos que son necesarios para conseguir una adecuada competencia lectora y escritora: la precisión, la fluidez y la velocidad lectora.

La dislexia puede surgir debido a un traumatismo o lesión cerebral en un momento posterior a la adquisición de la lectura, entonces hablamos de dislexia adquirida.

En la mayoría de los casos, se debe a una condición específica en la estructura cerebral. De esta manera, hablamos de dislexia de desarrollo.

Es muy habitual que haya antecedentes familiares cuando se detecta un niño o niña con dislexia.


¿Cómo se define la dislexia?

Según la Asociación Internacional de la Dislexia (IDA, por sus siglas en inglés), “la dislexia es una Dificultad Específica del Aprendizaje de origen neurobiológico. Se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluente de las palabras (escritas) y déficit en la decodificación (lectora) y en la escritura. Estas dificultades resultan de un déficit en el componente fonológico del lenguaje. Son inesperadas (discrepantes) en relación a otras habilidades cognitivas (que se desarrollan con normalidad) y una adecuada instrucción escolar. Como consecuencias secundarias, pueden presentarse problemas en la comprensión de la lectura y una experiencia lectora reducida que puede afectar el incremento del vocabulario y de la base de conocimientos”

En esta definición hay que destacar aspectos importantes como la discrepancia entre la dificultad lectora y el resto de habilidades cognitivas y el correcto proceso de enseñanza-aprendizaje La dificultad no es una consecuencia de una falta de instrucción previa.


¿Cómo afecta la dislexia en el aprendizaje escolar?

Para comprender el impacto que la dislexia puede tener en el aprendizaje escolar, primero hay que explicar de manera muy breve cómo el cerebro consigue acceder a la lectura y qué aspectos son necesarios dominar para que se produzca una lectura comprensiva y por lo tanto, eficiente y válida en su uso final.

En el inicio del proceso de enseñanza –aprendizaje de la lectura, el niño va conociendo las letras escritas (grafemas) y su correspondencia sonora (fonemas). También va aprendiendo que los grafemas se unen formando sílabas escritas y que estas sílabas escritas a su vez pueden unirse formando palabras completas escritas.

Sin embargo, este proceso no se produce con la naturalidad con el que se produce el aprendizaje del habla, sino que requiere de una intervención específica y sistemática.

A esta primera ruta de acceso a la lectura, y por lo tanto escritura, se la denomina ruta fonológica o también indirecta. El niño va descifrando cada grafema y grupos de grafemas y lo une a su correspondiente fonema y grupos de fonemas (las sílabas, las palabras completas y, finalmente, frases y textos)

Cuando esta ruta fonológica se automatiza, el cerebro ya no necesita descifrar cada grafema de manera individual o aislada, sino que es capaz, en un golpe de vista, de descifrar la palabra escrita y acceder a su correspondencia hablada y a su significado.  Esta ruta de acceso a la lectura se denomina ruta visual, global o directa. Un ejemplo de ruta visual sin el paso previo de la ruta fonológica es el reconocimiento de logos comerciales, por ejemplo.

Los aspectos que son necesarios para que la lectura finalmente sea comprensiva son tres:

  • Precisión: a cada uno de los grafemas le corresponde un fonema. Hay fonemas que son válidos para grafemas diferentes, como es el caso de /K/ que puede ser representado por el grafema “c”, cuando se une a la “a”, “ca” a la “o”, “co” o la u “cu”, pero también cuando se una a las vocales el grafema “k”.
    Esta versatilidad de los grafemas y los fonemas dificulta la correspondencia rápida y precisa. Además, la dislexia es una dificultad fonológica que entorpece esta correspondencia. Si no hay precisión en la correspondencia, cuando el niño lee, cambia los sonidos y lee palabras diferentes a las que realmente están escritas.
  • Fluidez: para que se produzca en el cerebro el acceso al significado de las palabras, la conversión debe ser fluida, si está entorpecida por otros procesos cognitivos, no puede acceder al significado del texto.
  • Velocidad: la velocidad a la que el cerebro decodifica las palabras escritas debe ser la suficiente para acceder al significado del texto completo. De igual manera que el cerebro tampoco puede acceder al significado de palabras habladas si estas se emiten de una manera demasiado lenta.

Debido a este bloqueo de la automatización de la correspondencia entre los grafemas y los fonemas se producen disfunciones en el acceso a la lectura y a la escritura, por lo que la lectura comprensiva no llega en el tiempo requerido en los aprendizajes escolares. El acceso a los textos requiere mucho más tiempo que en un niño normolector. La producción escrita es lenta, trabajosa e ilegible. El aprendizaje de la ortografía es muy complejo, pudiendo acceder a él en el caso de la ortografía natural, pero en los casos de la ortografía reglada requiere de intervención muy específica y sistemática. Tal es así que la ortografía arbitraria no suele dominarse en ningún momento de la vida en personas que no han tenido terapia específica.

La consecuencia escolar es una muy baja autoestima, un acceso pobre a los aprendizajes si estos tienen un solo acceso leído y escrito.

Además, es muy común que las personas con dislexia tengan dificultades también con las secuencias y la disposición espacial.


¿Cuáles son las señales de alarma?

Las dificultades de aprendizaje en el habla, la dificultad para recordar rimas infantiles, para cumplimentar secuencias sencillas, el nombramiento lento de imágenes y los antecedentes familiares son señales que pueden indicar que se producirá un aprendizaje difícil de la lectura y escritura.

El desarrollo de habilidades relacionadas con el lenguaje oral, la memoria auditiva, la discriminación auditiva, enriquecer el vocabulario siempre serán una base en la que fundamentar el aprendizaje de un invento tan reciente para el ser humano como es la escritura.

Por lo tanto, sería muy beneficioso abordar esta enseñanza desde la adquisición de herramientas facilitadoras como la conciencia fonológica, la habilidad de identificar y manipular los sonidos del habla: primero identificando que las palabras, cuando hablamos, son unidades diferentes, después siendo conscientes que una palabra, cuando suena, está formada por varias sílabas y finalmente, que las sílabas están formadas, cuando hablamos, por dos o más sonidos con los que podemos jugar y formar sílabas y palabras diferentes.


¿Cómo se diagnostica la dislexia?

La dislexia puede diagnosticarse a través de una valoración psicopedagógica pasando una serie de baterías de pruebas estandarizadas dependiendo de la edad del individuo como puede ser PROLEC-R o TEDE.

Los profesionales que suelen diagnosticar dislexia son logopedas, neurólogos, psicólogos en el ámbito médico y orientadores educativos o maestros de audición y lenguaje en educación.


¿Qué tratamientos o seguimiento existen?

La dislexia es una condición neurobiólogica que acompaña al individuo durante toda su vida, por lo que no tiene una cura específica.

El impacto vital puede atenuarse siguiendo una terapia de reeducación logopédica en los años de la infancia.

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