Diverticulitis

¿Qué es la diverticulitis?

La diverticulitis es la inflamación, con o sin infección, de un divertículo. Un divertículo es una bolsa en forma de saco que se forma en la pared interior del tubo digestivo, principalmente del colon (intestino grueso). Algunas personas tienen uno o más de estos divertículos -diverticulosis-.A la inflamación o infección de estas bolsas se le denomina diverticulitis. Ambas afecciones -diverticulosis y diverticulitis- componen la conocida como enfermedad diverticular. Los divertículos suelen tener un diámetro de entre 3 a 10 mm aunque en ocasiones pueden llegar a ser más grandes.

Más del 80 % de las personas con diverticulosis no presentan síntomas. Cuando estos aparecen se deben a las alteraciones motoras propias del colon (hipertonía) y se presentan en forma de dolor abdominal continuo o intermitente, normalmente localizado en la parte inferior izquierda del abdomen. Suele aliviarse con la evacuación y/o la expulsión de gases.

Cuando los divertículos se inflaman o infectan, diverticulitis, el paciente suele presentar dolor agudo, constante, habitualmente localizado en la parte inferior izquierda del abdomen (se le llama por esto “la apendicitis del lado izquierdo”), con irradiación hacia la espalda, fiebre acompañada de tiritona y, a veces, cambio del ritmo intestinal, desde diarrea hasta estreñimiento. También pueden aparecer náuseas, vómitos, cansancio y distensión abdominal.

Se trata con la modificación de la dieta, antibióticos y, en algunas ocasiones, cirugía.


¿Quién padece diverticulitis?

Según datos de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), la diverticulosis es la enfermedad del intestino grueso más frecuente en Occidente –afecta al 10% de la población– y la diverticulitis es su complicación más frecuente (se produce en el 10-25% de los casos). Hasta los 50 años, el riesgo es mayor en hombres y, a partir de esa edad, en mujeres.


¿Qué provoca la diverticulitis?

Para que haya una diverticulitis, antes debe haber diverticulosis. Aunque aún no se conocen completamente las causas, la divertículosis podría estar relacionada con una dieta pobre en fibra, que, a su vez, puede llevar a sufrir estreñimiento. El esfuerzo que se realiza al deponer aumenta la presión interna del colon, lo que provocaría la formación de las bolsas en lugares naturalmente débiles de esta parte del tubo digestivo. También se consideran como causas añadidas, la vida sedentaria, tabaquismo, consumo continuado de AINEs, corticosteroides y opiáceos. Tampoco se descartan  alteraciones hereditarias o de la estructura de la pared del colon.

Los síntomas más habituales de la diverticulitis son el dolor intenso, en la parte inferior izquierda del abdomen, distensión abdominal o náuseas y vómitos, entre otras.
Los síntomas de la diverticulitis son el dolor intenso, en la parte inferior izquierda del abdomen

Los últimos estudios parecen indicar que la mayoría de las diverticulitis se deben a una inflamación de un divertículo más que a una causa infecciosa. No obstante la diverticulitis infecciosa puede producirse si una bacteria intestinal penetra en él y se multiplica. Algunos estudios sugieren que en la diverticulosis inflamatoria puede estar implicado el citomegalovirus (CMV). .


¿Qué factores de riesgo tiene la diverticulitis?

Los factores de riesgo de la diverticulitis son los siguientes:

  • Tener más de 40 años. De acuerdo a la InternationalFoundationof Gastrointestinal Disorders (IFFGD), cerca de la mitad de las personas entre 60 y 80 años tienen enfermedad diverticular y casi todas las que superan esta edad la padecen.
  • Llevar una dieta baja en fibra y abundante en grasas y carnes rojas, posibles causas de la diverticulosis. No obstante, algunos estudios recientes podrían estar rebatiendo la tesis de que la falta de fibra tenga relevancia en esta enfermedad.
  • La genética podría aumentar la probabilidad de desarrollar diverticulosis o diverticulitis.
  • Tomar fármacos que inhiban el sistema inmunitario como los corticosteroides, lo que incrementa el riesgo de infección. Por el mismo motivo, seguir un tratamiento de quimioterapia o tener VIH puede influir en la diverticulitis.
  • Otros medicamentos relacionados con la enfermedad diverticular son los opiáceos y los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y corticoides.
  • Llevar un estilo de vida sedentario.
  • Ser obeso.
  • El tabaquismo.

Contra la creencia popular, la ingesta de nueces y semillas no está asociada a un mayor riesgo de diverticulitis.


¿Cuáles son los síntomas de la diverticulitis?

Los signos y síntomas más habituales son:

  • Dolor intenso, habitualmente, en la parte inferior izquierda del abdomen, que suele empezar de manera repentina. En algunas ocasiones, puede ser leve y empeorar a lo largo de los días.
  • Distensión abdominal e hipersensibilidad al tacto o presión en esta zona.
  • Náuseas y vómitos.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Estreñimiento y, con menos frecuencia, diarrea.
  • Falta de apetito

Si se sospecha diverticulosis o diverticulitis, el diagnóstico y seguimiento se realiza habitualmente por medios radiológicos (radiología con enema opaco, TAC o resonancia) o por endoscopia


¿Qué complicaciones puede tener?

La diverticulitis no complicada supone el 75% al 80% de los casos. No obstante en el 20%-25% restante se puede presentar complicaciones. Pueden incluir:

  • Una obstrucción intestinal causada por la cicatrización y el engrosamiento del músculo que puede estrechar el intestino (estenosis), en caso de brotes repetidos de la afección. Se trata de una complicación grave y exige atención médica inmediata.
  • La formación de una fístula o conducto anómalo entre diferentes partes del intestino o entre este y otros órganos.
  • Una peritonitis o infección de la cavidad abdominal, consecuencia de que una bolsa infectada o inflamada se rompa y derrame en ella contenido intestinal. Se trata de una emergencia que exige atención médica inmediata.
  • La inflamación de los órganos cercanos como el útero, la vejiga u otras zonas del tubo digestivo.

¿Cómo se puede curar la diverticulitis?

En el caso de una diverticulitis sin complicaciones, la crisis suele resolverse por completo con un tratamiento basado en reposo intestinal mediante una dieta líquida que debe seguirse durante unos días. Posteriormente, se debe pasar gradualmente a la dieta blanda con bajo contenido en fibra. El uso de antibióticos se suele reservar para el tratamiento de diverticulitis con complicaciones. El uso de de analgésicos y antitérmicos para aliviar el dolor debe indicarlo el médico para no enmascarar esta enfermedad y realizar un diagnóstico adecuado.

Cuando ya ha desaparecido el dolor abdominal, debe iniciarse una dieta baja en grasas y rica en fibra -presente en alimentos como los cereales enteros, frutas como las manzanas y los melocotones y verduras como el brócoli, las zanahorias y las judías verdes-.

En caso de complicaciones, el paciente con diverticulitis probablemente necesitará ser hospitalizado, recibirá líquidos y antibióticos por vía intravenosa y guardará reposo. Los abscesos pueden requerir un drenaje, mediante cirugía laparoscópica. Esta también se emplea para el tratamiento de otras complicaciones como fístulas u obstrucciones. En algunos casos es necesaria la extracción de los segmentos de colon enfermos, volviendo a unir los extremos del colon (anastomosis). En algunos casos más graves puede ser necesario ampliar la  extirpación de la parte afectada del colon.

4 consejos para prevenir la diverticulitis

Para reducir el riesgo deenfermedad diverticular y sus complicaciones, es recomendable seguir las siguientes pautas en el día a día:

  • 1. Aumenta la fibra en tu dieta.
    Come a menudo granos enteros -pan integral y arroz integral, avena, etc.-, verduras -brócoli, calabacín, zanahorias, judías verdes, coles de Bruselas, etc.- y frutas frescas como manzanas, melocotones, mandarinas y peras.
  • 2. Bebe líquido en abundancia.
    Ya que la fibra absorbe el agua, una hidratación abundante es necesaria para que aumente la materia fecal suave y abultada. En caso contrario, la fibra puede estreñir en vez de facilitar el tránsito intestinal.
  • 3. Haz ejercicio con regularidad.
    Intenta practicarlo al menos treinta minutos al día, ya que favorece el correcto funcionamiento del intestino y reduce la presión en el colon.
  • 4. No fumes.
    El tabaquismo es uno de los factores de riesgo de la diverticulitis.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.