Ejercicio aeróbico

De la mano de Pedro Manonelles, doctor especializado en deporte conocemos qué es el ejercicio aeróbico y por qué es importante.

¿Qué es el ejercicio físico?

Se entiende por ejercicio físico o por actividad física cualquier movimiento corporal producido por la contracción del músculo esquelético y que incrementa el gasto de energía.

El ejercicio se puede entender desde diversos puntos de vista. Por ejemplo, según su tipo de ejecución: laboral, trabajo doméstico, actividades de ocio o de tiempo libre, desplazamientos sin vehículos, entretenimiento, o deporte. También puede entenderse respecto a su duración (corto, largo, etc.) o por su intensidad (ligero, moderado, intenso). Pero, desde un punto de vista fisiológico se puede hablar de dos tipos fundamentales de ejercicio: aeróbico y anaeróbico. Esta clasificación tiene una gran importancia porque sirve para planificar el entrenamiento de los deportistas, pero también para programar el ejercicio que realizan personas sanas con fines de salud y para prevenir la enfermedad, incluyendo las personas con enfermedades que realizan algún tipo de ejercicio físico para tratar sus problemas patológicos.

Para entender el modo de acción de los tipos de ejercicio hay que referirse necesariamente a la forma en que el organismo humano realiza sus funciones, concretamente la actividad física con cualquier objetivo.

Resulta obvio indicar que el ejercicio físico, de cualquier naturaleza, se realiza mediante la musculatura corporal y para realizar esta actividad se necesita energía que es proporcionada por elementos energéticos de los que dispone el organismo.

Hay varios elementos energéticos o combustibles que utiliza el organismo para hacer ejercicio físico, y su utilización depende de la duración y de la intensidad de la actividad física realizada.

Para las actividades súbitas, de muy corta duración (hasta 10 segundos) y de gran intensidad, el organismo dispone de sustancias energéticas disponibles en el propio músculo, denominadas fosfágenos de alta energía, concretamente el adenosintrifosfato (ATP) y la fosfocreatina.

Para actividades de más duración, hasta minuto y medio, y de intensidad muy elevada, el organismo utiliza como combustible el glucógeno.

Para las actividades de más de minuto y medio hasta horas, que lógicamente sólo se pueden realizar a intensidades moderadas o ligeras, el organismo utiliza fundamentalmente las grasas de sus depósitos corporales.

En los dos primeros casos, ejercicios de muy corta y de corta duración, el organismo no necesita la presencia importante de oxígeno (la partícula “an” significa ausencia de y aeróbico, significa aire, es decir, se relaciona con el oxígeno), pero para abordar actividades de larga duración, es imprescindible la presencia de oxígeno.

Por ello, en las dos primeras formas de actividad se habla de ejercicio anaeróbico (sin presencia de oxígeno) y en el caso de la actividad de larga duración, se habla de ejercicio aeróbico, con presencia de oxígeno.

El cuerpo está preparado para realizar todo tipo de ejercicio, desde el muy corto al muy largo, y desde el muy ligero hasta el muy intenso, pero todos estos tipos de ejercicio tienen peculiaridades, ventajas e inconvenientes que se describirán a continuación respecto al ejercicio aeróbico.


¿Qué es el ejercicio aeróbico?

El ejercicio aeróbico es aquél que tiene como características principales que se realiza con la participación de muchos grupos musculares (como sucede en actividades como caminar, correr, ir en bicicleta, remar, etc.) durante un periodo largo de tiempo y, lógicamente, a una intensidad ligera o moderada, porque no se puede mantener un ejercicio de alta intensidad durante mucho tiempo.

Se denomina también ejercicio de resistencia, de fondo o ejercicio cardiovascular, y se caracteriza porque implica un incremento del consumo de oxígeno por parte del cuerpo, que se obtiene a través de la respiración.


¿Qué riesgos entraña?

El ejercicio aeróbico es una actividad muy segura, pero, especialmente en personas con alguna patología, puede provocar algunos problemas. A nivel cardiovascular puede desencadenarse angina de pecho, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o mareo/síncope de origen vagal.

Pueden producirse lesiones agudas en el aparato locomotor como esguinces, roturas fibrilares o fracturas, y lesiones por sobrecarga, como tendinitis.

También puede haber otros riesgos como el desencadenamiento de una patología latente, el agravamiento de patología no compensada y hay que prevenir los riesgos del ejercicio en temperatura elevada como deshidratación, calambres musculares, agotamiento por calor o golpe de calor.

Las situaciones de mayor riesgo se dan en la competición, en intensidades de entrenamiento elevadas o entrenamiento de larga duración, realizar ejercicio en situación de fatiga importante, ausencia de descanso y uso de sustancias como algunas medicaciones, drogas, alcohol o tabaco.


¿Cuáles son los requisitos para obtener el beneficio del ejercicio aeróbico?

Si se pretende obtener algún beneficio de la realización de ejercicio aeróbico se debe tener en cuenta que debe realizarse de forma regular, con suficiente duración, con incremento creciente de su duración y/o intensidad, alternando periodos de esfuerzo y de descanso, y siempre de acuerdo con las posibilidades personales.

En cualquier caso y circunstancia es muy recomendable mantener un estilo de vida activa, que se basa en el ejercicio aeróbico con actividades como desplazarse caminando, realizar actividades de limpieza doméstica, jardinería, cuidado de animales, ir a comprar andando, no usar ascensor, caminar diariamente, realizar actividades de ocio como excursiones, bailes de salón, paseos, etc., e incluso realizar algún tipo de entrenamiento físico como gimnasia, aerobic de bajo impacto, tonificación, actividades acuáticas, natación, etc.

Fuentes

  • Pedro Manonelles.

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.