Fotoprotección

¿Qué es?

¿Cómo influye el sol en nuestra salud?

El sol es una fuente de energía necesaria para la vida. Es indispensable para la síntesis de la vitamina D, que permite la absorción de calcio y mantiene los huesos fuertes. Además, determinadas enfermedades de la piel mejoran con la exposición al sol, que también ayuda a levantar el estado de ánimo. Pero, al mismo tiempo, el sol puede producir daños irreversibles si al exponerse a él no se toman las medidas protectoras adecuadas.


¿Qué son las radiaciones solares?

El sol genera energía como resultado del proceso de fusión nuclear que se produce en su interior. Esta energía es transferida por ondas electromagnéticas, que se propagan en todas las direcciones, y que es lo que denominamos radiación solar. Si bien la sociedad está familiarizada con los efectos nocivos que producen las radiaciones ultravioleta (UV) A y B, todavía no existe conciencia en nuestro país sobre otros tipos de radiaciones que son también peligrosas para nuestra salud cutánea, fundamentalmente las radiaciones solares de la franja VIS y la radiación infrarroja A (IR-A).

Imagen con los tipos de radiaciones solares que inciden en nuestra piel (pincha en ella para ampliarla).

  • Radiación Ultravioleta: constituye el 7% de la radiación solar. Dentro de esta radiación, las que llegan hasta nuestra piel son la radiación ultravioleta A (UVA) y la radiación ultravioleta B (UVB); ambas pueden ser perjudiciales. La diferencia entre ellas radica en la capacidad de penetración que tienen en la piel. Mientras que los rayos UVB inciden en las primeras capas de la dermis, originando quemaduras, la radiación UVA afecta a las capas más profundas y puede provocar fotoenvejecimiento prematuro de la piel y alteraciones en el ADN.
  • Radiación Infrarroja A (IR-A): se trata de un calor seco que, puesto que no aumenta la temperatura superficial de la piel, no sentimos y, por tanto, no somos conscientes del daño que nos produce. Sin embargo, es la radiaciónque más profundamente penetra en la piel, hasta 10mm, aumentando su temperatura hasta los 42ºC. Como consecuencia, a largo plazo y sumada a la radiación ultravioleta, puede resultar muy perjudicial, produciendo alteraciones de las respuestas inmunes en nuestra piel, originando “alergia al sol”; envejecimiento prematuro de la piel; o un aumento de los daños en el ADN de nuestras células, que son el origen del cáncer de piel.
  • Radiación visible (VIS): las radiaciones solares de la franja VIS suponen el 40% del daño en la piel. Son capaces de alcanzar las células que se encuentran en la dermis y producir manchas y fotoenvejecimiento, así como debilitar la barrera protectora de la piel. Además, los últimos estudios científicos indican que potencian el efecto dañino de la radiación ultravioleta.

¿Cómo debemos protegernos del sol?

Es fundamental proteger nuestro cuerpo del sol:

  • Con gafas de sol para evitar los daños oculares producidos por la radiación solar.
  • Buscando la sombra y utilizando sombreros y ropas que cubran las zonas delicadas del cuerpo.
  • Aplicando correctamente los tratamientos fotoprotectores.

Aunque tendemos a pensar que sólo se propaga radiación solar en los días despejados, también está presente en los díasnublados. Cuando el cielo está despejado, la radiación es directa y predomina en las horas centrales del día. Sin embargo, cuando el sol está oculto por las nubes o cuando va anocheciendo, la radiación es difusa, pero no por ello deja de ser dañina. Por este motivo, hay que protegerse de los rayos del sol siempre, tanto en invierno como en verano y tanto en días nublados como despejados.


¿Qué son los fotoprotectores?

Los fotoprotectores son productos destinados a minimizar el efecto nocivo del sol en nuestra piel. Hasta hace, el objetivo de la mayoría de ellos era minimizar el efecto de las quemaduras solares y las lesiones externas de la piel, que eran producidas por la radiación ultravioleta (UV). Para ello, contaban con filtros que absorbían o reflejaban las radiaciones UVA y UVB.

Recientemente, se han descubierto activos capaces de proteger a las personas de manera eficaz también frente al daño a largo plazo producido por la radiación IR-A. Es importante comprobar que los fotoprotectores que utilizamos cuenten con esta protección.


¿Cómo deben utilizarse?

Si bien en la teoría todos sabemos que debemos utilizar fotoprotectores al exponernos al sol, el estudio ‘Conocimiento de la radiación IR-A y los hábitos de fotoprotección de los españoles’, realizado por Cinfa, reveló que el 43% de los españoles no se aplican fotoprotectores regularmente o de forma correcta.

La forma correcta de los fotoprotectores es la siguiente, como tienes resumido en la imagen de al lado (pincha en ella para ampliarla):

  • Utilizar productos de garantía demostrada y factor igual o superior a SPF30, teniendo en cuenta el fototipo, la edad y el contexto de cada persona.
  • Aplicarlos diariamente en las zonas expuestas como rostro, escote y manos.
  • Cuando vayamos a exponernos al sol, aplicar los fotoprotectores al menos media hora antes, en cantidad generosa, de manera uniforme sobre la piel seca.
  • No hay que olvidar fotoproteger las zonas más sensibles como las orejas, los empeines, la nuca, la coronilla, las axilas, etc.
  • Repetir la aplicación cada dos horas o tras transpirar, bañarse o secarse con la toalla (aunque se trate de productos “waterproof”, no resisten el roce de la toalla).
  • Una vez abiertos, utilizar en el periodo indicado por el fabricante.

10 Consejos para disfrutar del sol de manera saludable

La piel tiene memoria y los efectos nocivos del sol se acumulan con el tiempo. Cuidarla bien hoy significa salud para mañana. Siguiendo unas sencillas pautas, podrás protegerla adecuadamente.

  • 1. Evita la exposición solar en las horas centrales del día. 
    Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde. También la altitud aumenta la peligrosidad del sol, así como algunos tipos de nubosidad.
  • 2. La sombra, tu mejor aliada. 
    Resguárdate de los rayos el sol bajo los árboles o usa una sombrilla, aunque no olvides que su protección no es total, porque algunos tipos de superficies –agua, arena, nieve, hierba- reflejan las radiaciones solares.
  • 3. Protégete también en el automóvil. 
    Al elegir tu nuevo coche, recuerda que los cristales más eficaces son los laminados tintados de gris. En el caso de coches ya fabricados, puedes colocar películas plásticas sobre los cristales o tintarlos, siempre de acuerdo a la legislación.
  • 4. Consulta los índices ultravioleta (UVI). 
    Antes de la exposición al sol o una actividad al aire libre, conviene informarse sobre la intensidad de estas radiaciones a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET): a partir de 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección, así como elegir el SPF adecuado.
  • 5. Protege tu cuerpo con la ropa adecuada y usa sombrero. 
    Los colores oscuros protegen más que los claros y algunos tejidos, como el algodón, la viscosa, el rayón y el lino, protegen menos que otros como el nailon, la lana, la seda y el poliéster. Respecto al sombrero, uno de ala ancha proyectará sombra a tu rostro y cuello, además de a tu cabeza.
  • 6. Utiliza gafas de sol para evitar los daños oculares. 
    Es necesario que las gafas tengan una protección 100% frente a los rayos ultravioleta y solo si están homologadas por la Unión Europea, se puede garantizar que así sea. Las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea son las gafas de tipos envolvente.
  • 7. Utiliza un fotoprotector adecuado a tu fototipo y a las circunstancias de la exposición. 
    Nunca te apliques factor de protección inferior a 30 y elige productos cuyo envase especifique que protege de todos los tipos de radiaciones solares. Póntelo media hora antes de exponerte al sol y reaplícalo cada dos horas y tras el baño, acordándote de secar bien la piel antes. Elige, además, bálsamos labiales que contengan filtros solares.
  • 8. Educa a tus hijos sobre la necesidad de protegerse del sol. 
    Los niños menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen 2 o 3 años, sus padres deben extremar todas las medidas de fotoprotección (prendas de vestir, gorros y gafas de sol), así como aplicarles fotoprotectores especialmente formulados para ellos. Sobre todo, trata de concienciar a tus pequeños de los riesgos que entrañan las radiaciones predicando con el ejemplo.
  • 9. No bajes la guardia después del verano. 
    Las radiaciones solares son peligrosas durante todo el año, no solo en verano. Recuerda también, cuando practiques deportes de invierno, que la nieve refleja un 80% los rayos de sol, por lo que debes emplear fotoprotectores con un SPF mayor de 50.
  • 10. Mucho cuidado con las salas de bronceado. 
    El bronceado artificial mediante lámparas o camas UVA con fines estéticos conlleva riesgo de padecer cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.