Hematomas

¿Qué son los hematomas?

Los hematomas, conocidos popularmente como moretones (o moratones), cardenales o morados, son áreas de color oscuro que se forman en la piel cuando tiene lugar un sangrado bajo su superficie. Dado que los vasos sanguíneos se rompen, pero la piel permanece intacta, una pequeña cantidad de sangre se filtra a los tejidos que se localicen bajo ella.

Suelen estar causados por un traumatismo, aunque, en ocasiones, el motivo puede ser un trastorno de coagulación o debilidad de la pared de los vasos sanguíneos. Normalmente, desaparecen al cabo de dos semanas, tras pasar por diferentes fases en las que el hematoma va cambiando de color: al principio, suele mostrar un tono rojizo o morado, para luego pasar a un azul violáceo y, posteriormente, a un amarillo verdoso.

Raramente necesitan tratamiento, aunque pueden reducirse aplicando hielo lo antes posible (siempre dentro de un paño o toalla y durante no más de 10 a 20 minutos cada vez) y elevando el área afectada.


¿Qué tipos de hematomas hay?

Los hematomas pueden ser de tres tipos:

  • Subcutáneo. Se localiza bajo la piel y suelen ser de carácter leve. Es el más común. En ocasiones puede ser doloroso, especialmente al tacto.
  • Intramuscular. Se ubica dentro de la parte protuberante del músculo y suele generar dolor, especialmente con el movimiento.
  • Perióstico. Más grave y doloroso, se produce si el traumatismo ha afectado un hueso. El dolor suele ser intenso y continuo.

¿Cuáles son sus causas?

Pueden originar la formación de un hematoma:

  • Traumatismos o golpes producidos por caídas, lesiones deportivas, accidentes de tráfico, golpes o agresiones. Es la causa más frecuente.
  • Presión continuada sobre la zona.
  • Estar en tratamiento con ciertos medicamentos que pueden alterar la coagulación, como los anticoagulantes.
  • Alteraciones de la coagulación o enfermedades que impactan sobre ella (coagulopatías) como la hemofilia, déficit de plaquetas (trombocitopenia), déficit de vitamina K, alteraciones hepáticas (algunas ligadas al consumo de alcohol) o leucemia. Es una causa menos frecuente de hematomas.
  • Fragilidad de la pared de los vasos, como la púrpura simple (muy frecuente y más presente en mujeres) que causa hematomas sin traumatismo, principalmente en nalgas, muslos y parte superior de los brazos. Es leve y no requiere tratamiento. Púrpura senil, donde los hematomas aparecen ligados a la pérdida de tejido subcutáneo por la edad (lo que hace más susceptibles a los vasos de romperse ante pequeños traumatismos y por la pérdida de elasticidad de los vasos con la edad).
  • Someterse a intervenciones quirúrgicas o procedimientos diagnósticos que impliquen cortar o pinchar tejidos o a extracciones de sangre.

¿Cómo es un hematoma y por qué fases atraviesa?

El hematoma subcutáneo, como se explicaba al inicio, suele formar un área de color oscuro que puede estar elevada en su zona central y suele ser dolorosa al tacto.

Conforme pasan los días, va cambiando de color y del rosado y amoratado pasa a un tonoazuladoo violáceo y, finalmente, a verdoso oamarillo. Al cabo de entre diez y catorce días, suele tornarse marrón claro para aclararse progresivamente hasta desaparecer.

Los hematomas musculares sí suelen doler, ya que el músculo implicado se contrae. Por último, en el caso del perióstico, que afecta al hueso, el dolor es intenso y persistente.

Los hematomas suelen producirse por traumatismos o golpes, presión continuada en una zona o por el tratamiento de anticoagulantes, entre otros.
Los hematomas suelen producirse por traumatismos o golpes, presión continuada en una zona, entre otros.

¿Cómo se trata el hematoma?

Por regla general, no es necesario tratamiento, pero aplicar hielo (envuelto en una tela o toalla) o una compresa fría durante diez minutos a veinte minutos en el área del hematoma contribuye a reducir la inflamación. Además, cuando sea posible, debe elevarse la zona lesionada y mantenerla en reposo para no sobrecargarla. El reposo debe ser relativo, para evitar otros problemas como flebitis o tromboflebitis. Por ello, debe alternarse el reposo con deambulación o paseos que no sobrecarguen demasiado la zona.

Si el dolor fuera intenso, puede recurrirse al paracetamol. En cambio, no están recomendados ni la aspirina ni el ibuprofeno por su efecto anticoagulante.

En casos de grandes hematomas (por ejemplo en grandes traumatismos como un accidente de tráfico) si se produce el síndrome compartimental -el hematoma presiona los tejidos colindantes y puede disminuir el flujo de sangre y oxígeno-, es necesaria una cirugía de urgencia para drenarlo.


¿Cuándo debo consultar al médico?

Es recomendable buscar ayuda médica en los siguientes casos:

  • El golpe ha sido fuerte y en la cabeza o el estómago. Es conveniente descartar lesiones internas.
  • Existe inflamación muy dolorosa en la zona del hematoma, adormecimiento o cosquilleo.
  • La protuberancia de su zona central crece en vez de desaparecer.
  • Existe dificultad para moverse.
  • Después de tres días, sigue habiendo dolor en una lesión que en apariencia no es grave. Se forman con frecuencia y sin causa conocida moratones grandes y dolorosos, sobre todo, si aparecen en la cabeza o el cuello..
  • Existe una tendencia a la formación de hematomas.

5 consejos para prevenir los hematomas

Seguir las siguientes recomendaciones puede contribuir a evitar los cardenales:

  • 1. Trata de evitar las caídas.
    Por ejemplo, sube y baja las escaleras con cuidado o no camines por la casa a oscuras. Igualmente, asegúrate de que no haya muebles y objetos que dificulten el paso en los pasillos y cuida la iluminación de tu hogar.
  • 2. Protégete, cuando practiques deportes.
    Emplea casco, rodilleras u otros protectores cuando estén recomendados. Aprende también las reglas de seguridad de la disciplina antes de practicarla.
  • 3. Protege a tus hijos.
    Enséñales las normas de seguridad y, en el caso de bebés o niños pequeños en el hogar, amortigua las esquinas y los cantos con protecciones acolchadas.
  • 4. Si tienes tendencia a los hematomas
    Consulta con tu médico esta circunstancia antes de tomar cualquier medicación.
  • 5. Si aparecen hematomas en personas jóvenes.
    Con frecuencia y no ligados a traumatismos

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.