Hipotermia

¿Qué es la hipotermia?

La hipotermia es el descenso de la temperatura corporal central por debajo de los treinta y cinco grados —normalmente, oscila alrededor de los treinta y siete, medida con termómetro rectal o timpánico—. Generalmente, suele estar causada por la exposición prolongada al frío, caso en el que se la denomina hipotermia accidental. También se dan las hipotermias homicidas y suicidas.

Las bajas temperaturas llevan al organismo a perder calor a mayor velocidad de a la que puede producirlo, lo que provoca que la temperatura corporal descienda peligrosamente, ya que los mecanismos de adaptación del organismo al frío pierden eficacia y dejan de funcionar. Además, una vez por debajo de 30ºC, la termorregulación deja de funcionar completamente.

Sin embargo, no es necesario permanecer a la intemperie en un clima muy frío para sufrir hipotermia, sino que esta puede producirse a una temperatura fresca si, por ejemplo, la persona está mojada a causa de la lluvia, el sudor o sumergida en agua fría. Incluso en verano, circunstancias como un aire acondicionado demasiado intenso aumentan el riesgo de hipotermia en ancianos y niños pequeños.

Hay situaciones en que, ya sea por pérdida de consciencia o por inmovilización (traumatismos, accidente cerebrovascular, intoxicación etílica o por drogas, por ejemplo, son factores predisponentes. Además, las personas ancianas tienen disminuida la sensación de temperatura y si coexisten problemas de movilidad o dificultad para comunicarse, pueden permanecer demasiado tiempo en ambientes fríos.  En los bebés y niños pequeños, por su menor capacidad de comunicación y por presentar una mayor relación entre superficie y peso corporal, también se pueden dar pérdidas de calor más importantes.

Aunque es reversible, siempre que no sea extrema, de no tratarse, la caída de la temperatura corporal impide al corazón, el sistema nervioso y otros órganos funcionar correctamente. En este caso, la persona puede sufrir insuficiencia cardiaca y respiratoria y, posteriormente, fallecer. Además, la hipotermia puede producir una pérdida de líquido (aumento de la diuresis) lo que puede dar lugar a hipovolemia (bajo volumen de sangre) con consecuencias muy graves.

En caso de que alguien desarrolle hipotermia, se debe calentar y secar el cuerpo de la persona aplicando medidas como trasladarla a un lugar seco, quitarle con suavidad la ropa mojada y cubrirla con una manta o sábana seca con el fin de que recupere el calor corporal y su temperatura se estabilice. Siempre se debe acudir al médico, pero si la temperatura es inferior a 28-29ºC hablamos de hipotermia grave que requerirá medidas de calentamiento central por lo que se debe avisar al 112.


¿Cuáles son sus causas?

Como se comentaba anteriormente, la exposición a las bajas temperaturas puede llevar al cuerpo a perder calor más velozmente de lo que es capaz de producirlo. No obstante, no es necesario que el frío sea extremo, sino que la exposición prolongada a cualquier ambiente más frío que el cuerpo puede causar hipotermia si no pueden controlarse las condiciones ambientales, no se viste la ropa adecuada o no existe capacidad de movimiento.

Algunas circunstancias que pueden desencadenarla son:

  • Utilizar ropa de abrigo insuficiente en un ambiente frío —especialmente, en invierno—
  • Permanecer en el exterior durante demasiado tiempo si las temperaturas son bajas
  • Tener la ropa húmeda o mojada sin posibilidad de desprenderse de ella o de secarla —sobre todo cuando hace viento o mucho frío—
  • Caer accidentalmente al agua fría —bien sea un lago, río, piscina, etc.
  • Habitar en una vivienda con una calefacción deficiente o un aire acondicionado demasiado intenso.

También el viento puede aumentar la pérdida de calor, al igual que sentarse o tumbarse sobre una superficie fría, durante demasiado tiempo, incluso en verano.


¿Qué factores de riesgo existen?

Los siguientes factores aumentan el riesgo de sufrir hipotermia:

  • La edad. Tanto los niños pequeños como los ancianos corren mayor riesgo de sufrir hipotermia, ya que su sistema de compensación del frío no suele ser tan eficaz: los niños pierden calor con más rapidez que los adultos y dependen de otras personas para mantenerse calientes, mientras que, a una edad avanzada, la capacidad del organismo de regular la temperatura y sentir frío puede ser menor. El riesgo aumenta también si niños y ancianos no disponen de la alimentación, vestimenta y calefacción adecuadas, así como en el caso de que no sean capaces de comunicar que tienen frío o de desplazarse a un lugar cálido.
  • Sufrir enfermedades crónicas y otras afecciones. Entre los trastornos que merman la capacidad del cuerpo para regular la temperatura corporal, se encuentran el hipotiroidismo, una nutrición deficiente, la anorexia nerviosa, la diabetes, la artritis grave, la enfermedad de Parkinson, traumatismos y lesiones de la médula espinal y un accidente cerebrovascular.
  • La fatiga. La tolerancia al frío es menor cuando se está cansado.
  • El consumo de alcohol y drogas. La ingesta de alcohol lleva a una pérdida de calor más rápida y, al igual que el consumo de drogas, puede interferir en el juicio y, por ejemplo, llevar a permanecer en un ambiente frío o a no usar ropa de abrigo apropiada.
  • Uso de ciertos medicamentos. Pueden afectar a la capacidad del cuerpo para regular su temperatura fármacos como los antidepresivos, los antipsicóticos, los analgésicos, los narcóticos y los sedantes.
  • Llevar la ropa mojada sin posibilidad de quitársela o secarla.

¿Cuáles son los síntomas de la hipotermia?

Los signos y síntomas van apareciendo y desarrollándose de una forma tan gradual que la persona y sus acompañantes no perciben, a menudo, qué se está iniciado una hipotermia. Al comienzo, esta se manifiesta con piel pálida y fría, escalofríos intensos, temblor incontrolable y rechinamiento de dientes. Estos síntomas desaparecen por debajo de los 30ºC lo que hace que la temperatura corporal descienda más rápidamente.

A continuación, el tronco del cuerpo se vuelve frío al tacto, los movimientos se tornan lentos y torpes, se comienza a hablar arrastrando las palabras o balbuceando, la respiración se vuelve y superficial y el pulso, débil. El tiempo de reacción se alarga, existe falta de coordinación y aparecen somnolencia, desorientación y pérdida de memoria. En ocasiones se dan alucinaciones. Las pupilas dejan de reaccionar a la luz, la respiración y la frecuencia cardiaca se enlentecen y finalmente se detienen ocasionando el fallecimiento.


¿Cómo se debe reaccionar si alguien tiene hipotermia?

En caso de observar los signos y síntomas de la hipotermia en uno mismo o en otra persona, es necesario tomar la temperatura a esa persona. En caso de que esta sea inferior a treinta y cinco grados, se debe buscar atención médica de inmediato.

La prioridad es detener la pérdida de calor adicional. Si no se dispusiera de esta, o hasta que llegue, deben llevarse a cabo las siguientes actuaciones con el fin de que la persona recupere el calor corporal:

  • Trasladar a la persona a un ambiente seco y cálido bajo techo lo antes posible. Se debe hacer con cuidado y con el menor esfuerzo posible por parte de la persona afectada, ya que los movimientos excesivos, enérgicos o bruscos le pueden causar un paro cardíaco. Tampoco se la debe masajear ni frotar.
  • Retirarle con suavidad las prendas mojadas que puede llevar puestas. Si es posible, reemplazarlas con ropas secas y holgadas. Si es necesario, se debe cortar la ropa para evitar movimientos excesivos.
  • Cubrir a la persona con mantas, ropa, toallas o sábanas, siempre secas. Si se encuentra sobre una superficie fría y no es posible trasladarla, se debe aislar su cuerpo colocándola sobre una manta o toalla. En caso de no disponer de ellas, pueden formarse capas con materiales naturales como las ramas de los árboles, las agujas de pino u hojas. También se la debe proteger del viento.
  • En el caso de que haya perdido la consciencia se debe verificar si hay pulso y respiración y solo en caso de paro cardiaco verdadero se debe llevar a cabo la reanimación cardiopulmonar.
  • Calentar a la persona. Puede emplearse el propio cuerpo o aplicar compresas secas y cálidas en el cuello, la pared torácica o la ingle. No deben colocarse en los brazos y en las piernas, ya que el calor obligaría a la sangre fría a volver al corazón, los pulmones y el cerebro, lo que llevaría a una menor temperatura corporal y podría resultar mortal.
  • Salvo en ambientes controlados (por ejemplo, hospitales) se debe evitar el uso de calor directo cómo un baño de de agua caliente o de mantas o almohadas eléctricas o de lámparas de calor. Estas fuentes de calor externas podrían provocar quemaduras, disminución de la presión arterial y/o ritmo cardíaco irregular
  • Si la persona puede tragar, se le pueden ofrecer bebidas calientes dulces. Estas soncapaces de contribuir a aumentar la temperatura corporal, siempre y cuando no lleven alcohol ni cafeína.
  • Una vez que haya aumentado su temperatura corporal, se debe mantener a la persona seca y envolver el cuerpo —incluso la cabeza y el cuello— con una manta.

¿Cómo se trata?

Una vez en el hospital y en función de la gravedad de la hipotermia, se puede recurrir a diferentes intervenciones para aumentar la temperatura corporal de la persona. Si el enfriamiento es leve, puede ser suficiente con volver a calentar su sangre de forma pasiva cubriéndola con mantas y ofreciéndole líquidos calientes para beber.

En caso de que la hipotermia haya alcanzado mayor gravedad, el procedimiento suele incluir: calentar las vías respiratorias administrando la persona oxígeno caliente inhalado mediante una mascarilla o sonda nasal; administración de una solución salina tibia por vía intravenosa o irrigarla en zonas del cuerpo como la vejiga, el estómago, la cavidad abdominal y la torácica a través de catéteres.

Asimismo, puede precisarse extraer, calentar y hacer recircular la sangre usando una máquina de recalentamiento central extracorpóreo. En ocasiones, también se necesita recurrir a la ventilación mecánica para ayudar a respirar a la persona. En caso de parada cardiaca, debe realizarse la reanimación cardiorrespiratoria.

Recomendaciones para prevenir la hipotermia

En caso de una inminente exposición al frío, los siguientes consejos pueden ayudar a reducir el riesgo de una bajada de la temperatura corporal:

  • 1. Usa varias capas de ropa.
    Ponte una chaqueta resistente al viento y al agua y varias capas de ropa holgada y ligera. Opta por tejidos hidrófugos y, en su ausencia, tejidos de lana y evita el algodón, ya que absorbe la humedad y la mantiene cerca de la piel, enfriándola.
  • 2. Protege tu cabeza, manos, pies, cuello y cara.
    Usa un sombrero que cubra tus orejas, así como cubrebocas y bufanda para evitar que el calor corporal escape por la cabeza, la cara o el cuello. Protégete las manos con manoplas —guantes sin separación para los dedos— en vez de con guantes tradicionales. Ponte dos pares de calcetines de lana y usa un calzado impermeable y cálido.
  • 3. Evita el ejercicio físico intenso. 
    En ambientes fríos, no practiques actividades que te hagan sudar mucho. Recuerda que la combinación de ropa húmeda y clima frío podría desencadenar una hipotermia.
  • 4. Despréndete cuanto antes de la ropa húmeda o mojada.
    Asegúrate también de mantener secos las manos y los pies, ya que podría entrar nieve o lluvia en los guantes y las botas.
  • 5. Protege a tus hijos.
    Viste a los bebés y niños pequeños con una capa de ropa más de las que un adulto usaría en las mismas condiciones. Si están jugando en el exterior en un clima frío, hazles entrar con frecuencia. Si tienes un bebé, asegúrate de que la habitación donde duerme es suficientemente cálida.
  • 6. Equipa tu coche si viajas a un clima de frío extremo.
    Lleva un teléfono móvil, mantas, cerillas, velas, una lata limpia en la que puedas derretir nieve para beber agua, un botiquín de primeros auxilios, comida desecada o enlatada, un abrelatas, cuerda, cables de corriente, brújula y una bolsa de arena común o para gato por si te quedaras atascado en la nieve. Si te ocurriera, mete en el coche todo lo que necesites, acurrúcate y enciende el auto durante diez minutos cada hora para calentarlo dejando una ventanilla un poco abierta. Asegúrate de que el tubo de escape no esté tapado con nieve mientras el motor esté funcionando.
  • 7. No tomes alcohol en un clima frío.
    Aunque pueda producir la sensación de calor, su consumo acelera la pérdida de calor corporal y, además, puede afectar al juicio a la hora de evitar exponerse al frío o abrigarse de manera conveniente.
  • 8. Si sales a navegar, procura llevar prendas hidrófugas como el neopreno y usa un chaleco salvavidas.
    Este puede ayudarte a mantenerte con vida más tiempo en el agua fría ya que, además de proporcionarte cierto aislamiento, permite flotar sin gastar energía. Idealmente, tu chaleco debe llevar un silbato adherido.
  • 9. Si caes al agua, sal de ella lo antes posible o sujétate a un objeto que flote.
    A menos que haya un bote, una persona o un chaleco salvavidas cerca, no te muevas con el fin de ahorrar energía y adopta la posición corporal conocida como la postura de disminución de escape de calor (HELP, por sus siglas en inglés) para reducir la pérdida de calor mientras esperas asistencia: abraza las rodillas hacia el pecho para proteger el tronco. Si tienes puesto un chaleco salvavidas y tu cara queda hacia abajo en esta posición, junta bien las piernas, pega los brazos a los lados y mantén la cabeza hacia atrás. Si más personas hubieran caído al agua, formad un círculo estrecho con vuestros cuerpos para transmitiros calor los unos a los otros.
  • 10. No te desprendas de la ropa mientras estés en el agua. La ropa te aísla del agua.
    No obstante, debes abrochar todas las hebillas, botones y cremalleras u otros cierres que tengan las prendas con el fin de aumentar si capacidad de aislamiento.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.