Migraña ocular

De la mano de Sergio Pinar-Sueiro, presidente de la Asociación Oftalmológica del Norte, conocemos qué es la migraña ocular, una dolencia rara y sobre la que no existen datos serios de incidencia.
¿Qué es la migraña ocular?
La migraña ocular, llamada también migraña retiniana u oftálmica, es un raro subtipo de migraña descrito en 1970. Está caracterizada por ataques de pérdida visual parcial o completa unilateral (diferencia fundamental con la migraña con aura clásica) y transitoria asociada a dolor de cabeza.
Durante el ataque típico, las manifestaciones visuales monoculares suelen durar menos de una hora (típicamente entre 5 y 20 minutos, algo menos que en la clásica migraña con aura) y, aunque esta reversibilidad completa de los síntomas visuales se ha considerado un clásico criterio diagnóstico, algunos autores consideran que en algunas situaciones podrían darse pérdidas visuales irreversibles dentro del espectro de la migraña ocular, siendo este último evento más frecuente en pacientes con episodios recurrentes.
Los principales síntomas visuales experimentados por los pacientes (siempre monoculares, en un solo ojo) pueden ser:
- negativos (escotoma progresivo, mancha ciega)
- positivos (estímulos centelleantes, destellos resplandecientes en intervalos variables, lineales o zigzagueantes…).
Finalmente, la cefalea en la migraña ocular tiende a ubicarse justo detrás del ojo afecto, a diferencia del aura migrañosa convencional, con un dolor de cabeza más difuso. La mayoría de las teorías sobre el origen de la migraña ocular apuntan a una disregulación vascular que generaría los síntomas visuales que preceden o acompañan a la cefalea, cediendo estos síntomas tras la normalización de este flujo sanguíneo
¿A quiénes afecta?
Este tipo de migraña es una entidad rara, aunque no existen registros serios sobre su prevalencia exacta. Puede afectar a cualquier individuo, desde la edad pediátrica (descrito en sujetos de 7 años) hasta una edad avanzada, comenzando aproximadamente a los 20 años, aunque es más común en mujeres (61%) en edad fértil, entre las que se observa un pico de incidencia a los 40 años.
Aunque las causas no son bien conocidas, parece que la genética podría tener un papel importante, habiéndose visto antecedentes familiares en un 30-50% de los casos. Generalmente, se considera aceptado que los ataques de migraña se desencadenan mediante la activación y sensibilización del sistema vascular trigeminal, liberándose neurotransmisores vasoactivos inductores de síntomas dolorosos. Se conocen diversos desencadenantes de estos cuadros, como son el estrés, tanto físico como emocional, la hipertensión arterial, hipertermia, hipoglucemia, deshidratación, empleo de anticonceptivos orales, consumo excesivo de alcohol y cafeína, y el hábito tabáquico.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es fundamentalmente clínico por exclusión, tras descartar otras posibles causas de pérdida de visión monocular transitoria, como son la amaurosis fugax, enfermedad oclusiva carotídea y arteritis de células gigantes.
Durante la exploración oftalmológica, si ésta es llevada a cabo una vez finalizado el episodio de migraña ocular, podemos no encontrar ningún hallazgo patológico funduscópico.
En algunos casos, con un estudio durante el padecimiento de los síntomas visuales, pueden llegar a observarse signos de baja perfusión vascular retiniana. Sin embargo, como los ataques son generalmente cortos, es más habitual llegar a un diagnóstico basándonos en los síntomas y la historia médica y familiar. Dentro de los estudios a realizar, además de la exploración funduscópica, la toma de tensión ocular, otras herramientas diagnósticas útiles son la OCT (tomografía de coherencia óptica), angio-OCT, angiografía retiniana y la campimetría para descartar secuelas funcionales tras los episodios. Ante sospecha clínica de enfermedad vascular oclusiva de la arteria oftálmica, está indicada la realización de una analítica con perfil de coagulación, niveles de homocisteína, proteína C reactiva (PCR) y VSG, así como una ecografía doppler de troncos supraaórticos.
En aquellos casos atípicos, con sintomatología neurológica añadida (parálisis, hemiparesia —falta de control en la mitad del cuerpo—, dificultad en el habla, inestabilidad, pérdida de coordinación motora, rigidez de nuca…), en algunos casos de debut (primer episodio) está indicada una prueba de imagen neurológica (RNM cerebral) y un estudio de alta resolución por parte de un especialista en neurología.
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas de la migraña retiniana pueden variar, pero los principales son la cefalea retroocular y las alteraciones visuales monoculares. Los síntomas visuales (mancha ciega progresiva parcial o total en el ojo afecto, filamentos flotantes, destellos brillantes, patrones lumínicos zigzagueantes…), duran entre 10 y 20 minutos hasta la recuperación visual, y suele verse afectado el mismo ojo en casi todos los casos de migraña ocular en el mismo sujeto. Como antes hemos descrito, se trata de síntomas reversibles por lo general, pero en casos excepcionales, si el fenómeno vasoespástico retiniano persiste en el tiempo, este puede desencadenar oclusiones vasculares retinianas con la secundaria isquemia coroidea, retiniana y del nervio óptico.
En cuanto a la cefalea, que puede darse antes, durante o hasta una hora tras el ataque de migraña ocular, suele consistir en un dolor de cabeza martilleante, palpitante, sordo o pulsátil de intensidad moderada a severa, que suele ubicarse generalmente detrás del ojo afecto. Muchos pacientes presentan un cortejo sintomático sistémico con gran fotofobia e hipersensibilidad olfativa y auditiva, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, así como un cuadro vegetativo con sudoración, escalofríos, palidez y cansancio intenso. Esta cefalea puede durar hasta 72 horas sin tratamiento.
El pronóstico de la migraña ocular es generalmente bueno y aunque los ataques pueden ser dolorosos y alterar nuestra visión, se considera una entidad benigna con resolución espontánea, aunque en ciertos casos excepcionales, se podrían desencadenar secuelas visuales permanentes.
¿Cuál es el tratamiento?
Al ser poco frecuente, no hay mucha evidencia sobre las pautas de tratamiento, y las posibles opciones terapéuticas no están perfectamente definidas. La actitud frente a estos cuadros depende de la frecuencia de aparición, siendo recomendable prevenir su recurrencia fundamentándonos en dos pilares básicos:
- Evitar desencadenantes de la migraña ocular que cada paciente identifique como “disparadores” de sus recurrencias (estrés, tabaco, dieta…).
- Si los episodios se repiten a pesar de los cambios en el estilo de vida, ciertos fármacos clásicamente usados en el tratamiento de la migraña pueden plantease en la profilaxis y manejo de los ataques, como son los bloqueantes de los canales de calcio (nifedipino, verapamilo, flunarizina), agonistas adrenérgicos α-2 (clonidina), bloqueantes de los receptores adrenérgicos β2 (propranolol y timolol), antidepresivos tricíclicos (amitriptilina, nortriptilina, imipramina), ácido acetilsalicílico y antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
Es importante recordar que ante un primer episodio o en pacientes con migrañas oculares previas en los que se experimenta una frecuencia creciente de los brotes, o estos se tornan atípicos o aumenta la intensidad de los síntomas, es recomendable consultarlo con su oftalmólogo/neurólogo para verificar el diagnóstico, descartar otras etiologías alternativas y valorar las distintas opciones terapéuticas.
Fuentes
- Viana M, Tronvik EA, Do TP, Zecca C, Hougaard A. Clinical features of visual migraine aura: a systematic review. J Headache Pain. 2019 Dec 30;20(1):64.
- Udomwech L, Sulastiwaty R, Siriarchawawat D. Migraine eye: correlation between migraine and the retina. PeerJ. 2024 May 27;12:e17454.
- Chong YJ, Mollan SP, Logeswaran A, Sinclair AB, Wakerley BR. Current Perspective on Retinal Migraine. Vision. 2021 Aug 23;5(3):38.
- Russo A, Tessitore A, Tedeschi G. Migraine and Trigeminal System—I can Feel it Coming…. Curr Pain Headache Rep. 2013 Oct 1;17(10):367.
- Ho KY, Lin CD, Hsu TJ, Huang YH, Tsai FJ, Liang CY. Increased risks of retinal vascular occlusion in patients with migraine and the protective effects of migraine treatment: a population-based retrospective cohort study. Sci Rep. 2024 Jul 4;14(1):15429.
- DOUGHTY MJ, LYLE WM. Medications Used to Prevent Migraine Headaches and Their Potential Ocular Adverse Effects. Optometry and Vision Science. 1995 Dec;72(12):879–91.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.