Moluscos
De la mano de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), abordamos el molusco contagioso: qué es, cómo se produce, dónde se localiza, como se diagnostica y tratamiento requerido.
¿Qué son los moluscos?
Los moluscos son lesiones producidas en la piel, generalmente de los niños, que consisten en un pequeño nódulo de color blanquecino o nacarado con un mínimo orificio central.
Suponen una de las infecciones virales más frecuentes en la infancia y su poder de contagio es alto.
¿Cómo se producen?
El responsable del molusco es el virus del Molluscum contagiosum, del que existen 4 subtipos, siendo el tipo uno el causante del 75%–90% de los casos y el más frecuente en niños.
El contagio se puede producir por:
- Contacto directo con otro niño que tenga lesiones.
- A través de objetos contaminados.
- Autoinoculación: el propio niño se los transmite de una localización a otra al tocar sus propias lesiones.
¿Qué síntomas produce el molusco contagioso?
El molusco contagioso no suele producir ninguna molestia, salvo que los nódulos se acompañen de otras lesiones en la piel como, por ejemplo, dermatitis.
¿Dónde se localizan los moluscos?
Teóricamente, los moluscos pueden infectar cualquier área de la piel, aunque son más frecuentes en zonas más expuestas del cuerpo y, en cambio, más difíciles de encontrar en palmas, plantas y/o mucosas. El número de nódulos que suele aparecer oscila entre 1 y 20, aunque pueden llegar a cientos.
¿Cómo se diagnostica el molusco contagioso?
Estas lesiones en la piel son tan frecuentes y típicas de la infancia que al pediatra le bastará con una adecuada exploración física para saber que se encuentra ante lesiones producidas por molusco contagioso.
¿La infección por molusco contagioso requiere tratamiento?
Generalmente, se trata de una infección de curso benigno y autolimitada. Sin embargo, puede estar indicado el tratamiento si:
- Las lesiones son muy numerosas.
- Se encuentran en áreas visibles.
- Producen molestias.
Además, después de un traumatismo o, espontáneamente, tras varios meses, pueden aparecer cambios inflamatorios que den lugar a supuración, formación de costra y eventual resolución de la lesión.
¿Qué tratamiento se recomienda?
Existen varias opciones terapéuticas disponibles para el molusco contagioso que van a depender de la experiencia del profesional sanitario, del número y localización de las lesiones, y de las preferencias del paciente y/o cuidadores.
Algunos de las opciones de tratamiento más recomendadas son:
- Actitud expectante: como el curso de estas lesiones habitualmente es autolimitado, se aconseja esperar y ver cómo evolucionan las lesiones sin tratamiento. El tiempo medio de resolución suele ser de 12-14 meses, y se puede plantear en niños con lesión única o poco numerosas, pero muchos padres y/o cuidadores no son partidarios porque, en algunos casos, los moluscos, debido al riesgo potencial de contagio a otros niños, pueden ser motivo de estigmatización.
- Procedimientos destructivos: son los más utilizados en la práctica clínica. En algunos casos, los realizará el médico en la consulta con determinados instrumentos. Es de las técnicas más resolutivas pero requiere destreza y colaboración por parte del paciente. Pueden provocar dolor, por lo que se debe administrar crema anestésica previamente en la zona a tratar y hay riesgo de cicatrices posteriores.
A su vez, existen determinadas sustancias que se pueden aplicar tópicamente. Su uso es adecuado cuando hay un gran número de lesiones y son fáciles de aplicar pero tienen como inconveniente que requieren aplicaciones continuadas (de uno a varios meses), a diario y pueden irritar la piel de alrededor. Su aplicación puede llevarse a cabo por parte de los padres en el domicilio. Estas sustancias, entre otras, son:
-Ácido salicílico.
-Hidróxido de potasio.
-Peróxido de hidrógeno. - Expresión manual: recientemente, los dermatólogos recomiendan también la expresión manual de la lesión. Se trata de presionar con dos dedos hacia el centro del molusco para que el interior salga a través del pequeño orificio central. Las posibles cicatrices son similares a las que se vieron con otros métodos destructivos y lo más interesante de esta técnica es que es sencilla, económica, rápida y, por tanto, fácil de aplicar directamente en el domicilio.
¿Podemos hacer algo para prevenir el contagio?
Para evitar o disminuir el riesgo de contagio del molusco, se recomiendan las siguientes claves de prevención:
- Evitar tocar o rascar las lesiones.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Mantener las uñas siempre cortas y limpias.
- No compartir toallas, ropa ni otros elementos personales.
- En piscinas, dado que esta infección muy frecuente en niños que las frecuentan, puede ser útil cubrir las lesiones con ropa resistente al agua, así como no compartir las tablas de natación y otros elementos para el agua.
Fuentes
- P Gerlero, A Hernández-Martín. Actualización sobre el tratamiento de moluscos contagiosos en los niños. Actas Dermosifiliogr. 2018; 109 (5): 408-415.
- Monteagudo B, Cabanillas M, Acevedo A, de las Heras C, Pérez-Pérez L, Suárez-Amor O, y Ginarte M. Molusco contagioso: estudio descriptivo. Anales de Pediatría. 2010;72(2):139-142. doi:10.1016/j.anpedi.2009.09.008.
- R Jiménez Alés. Enfermedades víricas de la piel. Pediatría Integral. 2012; XVI (3):222-234.
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.