Mosca negra

¿Qué es la mosca negra?

La mosca negra (Simulium spp.) es un simúlido, un tipo de insecto volador que, a su vez, pertenece al orden de los dípteros (como las moscas o los mosquitos). Estos se caracterizan por tener solamente dosalas funcionales, en vez de las cuatro que poseen otros insectos voladores.

Tiene generalmente color oscuro y un cuerpo rechoncho de tórax prominente, lo que le da el característico aspecto de tener una giba o joroba. Sus alas son grandes en proporción al cuerpo y tiene las patas y antenas cortas.

A pesar de su pequeño tamaño —suele oscilar entre los tres y cinco milímetros—, puede volar entre doce y veinte kilómetros en busca de un hospedador, ya que la hembra necesita consumir sangre para que maduren sus huevos y completar así su ciclo reproductivo. Provoca picaduras dolorosas, ya que, para obtener la sangre, este insecto debe morder y rasgar la piel. Esta mosca pica a toda clase de animales, de producción y salvajes, aves y seres humanos.

Aunque en España y Europa no transmite enfermedades, su saliva es muy tóxica, por lo que puede provocar síntomas como edema, dermatitis y picor intenso. En caso de producirse una reacción alérgica, puede requerir atención médica y, en algunos casos, hospitalización.


¿Dónde está presente y por qué se ha incrementado su población?

La mosca negra habita normalmente cerca de sus lugares de cría. Depositan los huevos sobre hojas o piedras por debajo de aguas corrientes, como ríos o arroyos. En ellos, las aguas cuentan con las condiciones necesarias para el desarrollo de las larvas —son oxigenadas, transparentes, con cierta cantidad de materia orgánica en suspensión y no contaminadas—. Además, en estos cauces abundan las plantas acuáticas como la espiga de agua (Potamogeton pectinatus), a la cual suelen adherir sus huevos las hembras de mosca negra aunque no es la única. Las larvas casi siempre se encuentran en aguas bien aireadas, corrientes rápidas, como torrentes de montaña poco profundos. Algunas especies se reproducen en ríos más grandes y otras viven en corrientes de agua temporales o semipermanentes.

Las moscas negras producen de una a seis generaciones por año, según la especie y las condiciones climáticas. Las moscas negras adultas pueden volar hasta 8 km de distancia de las corrientes rápidas. Además, se sabe que los enjambres migratorios transportados por el viento viajan más de 250 km.

En España no se trata de una especie invasora, ya que siempre ha estado presente, sobre todo, en la zona del río Ebro. No obstante, en los últimos años su población se ha incrementado y expandido a otras zonas del país.

De las 53 especies de simúlidos identificadas en España, las que se considera pueden presentar importancia sobre la salud humana son Simulium erythrocephalum, Simulium ornatum, Simulium equinum y Simulium sergenti.

Las regiones más afectadas por esta mayor proliferación son determinadas zonas de Cataluña, Valencia, Madrid, Murcia, Aragón, Cataluña y Andalucía. No obstante, su penetración en nuestra geografía varía año a año.

Uno de los factores que explica este crecimiento incontrolado es la mejora en la calidad del agua de los ríos debido a la depuración de las aguas residuales vertidas. De hecho, en la actualidad, la mosca negra ha traspasado el ámbito rural y colonizado los ríos de las ciudades

 El cambio climático es el segundo factor que podría estar relacionado con la mayor presencia de estos insectos, ya que el incremento de temperaturas lleva a que puedan reproducirse en un mayor número de áreas geográficas y, por otra parte, está adelantando su ciclo reproductivo de mayo a marzo y retrasándolo de septiembre a octubre.

Por último, también el aumento en los desplazamientos de vehículos ha facilitado la migración y propagación de estos insectos por España.

La capacidad de los individuos adultos de volar grandes distancias, además de la proliferación de flora acuática en los ríos, ha provocado la expansión de estos simúlidos desde las zonas originarias en las provincias de Aragón y Gerona hacia otras partes de la geografía española.


¿Cuándo pica la mosca negra y cómo es su mordedura?

Son insectos de hábitos diurnos, por lo que la mosca negra puede picar a cualquier hora del día, y en cuanto a temporadas, sobre todo de mayo a octubre. Lo hace normalmente en el exterior, en zonas cercanas a sus lugares de cría, aunque solamente las hembras pican, ya que, como se explicaba al inicio, necesitan sangre para nutrir los huevos y completar su ciclo reproductivo.

En realidad, no se trata de una picadura, sino de una mordedura, ya que este insecto debe morder y rasgar la piel para succionar la sangre, para lo que cuentan con un aparato bucal de tipo mandibular. Antes de ingerir la sangre —que puede permanecer haciendo de tres a cinco minutos—, inyecta una sustancia anticoagulante y anestésica que contribuye a que la víctima no se percate de su presencia y a que pueda obtener más sangre. Pasado ese efecto anestésico, la picadura es muy dolorosa.

La picadura suele producirse en las piernas, principalmente por debajo de la rodilla. Se caracteriza por una roncha con un punto interior sangrante, dolor, inflamación y picor. Puede persistir hasta una semana.

Dado que este insecto muerde en forma de sierra, se trata de una picadura dolorosa que puede generar una herida de consideración que puede dar lugar a infecciones o, en caso de reacciones alérgicas o alta sensibilidad, pueden aparecer síntomas como dermatitis, edema y picor intenso. En algunos casos graves de alergia, puede llegar a requerirse atención médica u hospitalización.

Por otra parte, los adultos tienen tendencia a la agregación, por lo que suelen formar nubes o enjambres, principalmente, al amanecer o al atardecer. Ello puede llevar a que una misma persona sufra picaduras por parte de más de un individuo si se acerca a los lugares de cría.


¿La mordedura transmite enfermedades?

Aunque suele causar inflamación, este insecto no transmite enfermedades en España ni en Europa. No obstante, en algunas regiones de África y Latinoamérica, algunas especies son vectores de la filaria Onchocerca volvulus, un gusano parásito que causa una enfermedad llamada oncocercosis. También denominada ‘ceguera de los ríos’, esta infección causa graves lesiones en la piel y los ojos, que pueden provocar ceguera.


¿Qué debo hacer si me pica una mosca negra?

En primer lugar, es necesario lavar la herida con agua y jabón y aplicar un antiséptico o un desinfectante (tipo clorhexidina o povidona yodada). Igualmente, se recomienda aplicar hielo o frío en la zona para reducir la inflamación. Posteriormente, puede usarse una crema emoliente para mitigar el picor y, en algunos casos, puede ser necesario el uso de antiinflamatorios, antihistamínicos o corticoides

Es muy importante no rascarse la picadura, ya que podría infectarse. En caso de que la zona esté muy inflamada, el picor sea muy intenso o haya signos de infección, se debe acudir al centro de salud. Y, si se presentaran síntomas de una reacción alérgica grave —hinchazón en la cara o labios, dificultad para tragar, voz ronca, dificultad respiratoria, etc.—., debe solicitarse ayuda médica de inmediato o acudir al Servicio de Urgencias.

Claves para prevenir las picaduras de la mosca negra

Para evitar la picadura de mosca negra, se aconseja tomar las siguientes precauciones:

  • 1. Mantente alejado de los ríos y otros cursos rápidos de agua con vegetación abundante.
    Evita estos lugares especialmente al amanecer y al atardecer, momentos en los que la posibilidad de una picadura es mayor, especialmente si te encuentras en una zona endémica.
  • 2. Cúbrete.
    En caso de que debas acercarte a una zona con elevada población de mosca negra, es conveniente que uses ropa que cubra toda la piel como manga larga, pantalones largos y calcetines, así como evitar los colores oscuros y brillantes.
  • 3. Emplea repelentes que contengan una concentración mayor al 45 % de N,N-dietil-meta-toluamida, o DEET.
    Esta concentración de insecticida puede ser efectiva a la hora de prevenir la picadura de este insecto, pero recuerda que no es apta para niños menores de dos años.
  • 4. En caso de excesiva proliferación en tu zona, instala mosquiteras en casa.
    Colócalas en ventanas, puertas y otras posibles aberturas al exterior.
  • 5. Coloca trampas y, en casos puntuales, utiliza insecticidas autorizados para uso doméstico.
    De esta manera, lograrás reducir su número en tu hogar o su entorno y, por tanto, el riesgo de picaduras de estos insectos.