Onicomicosis

¿Qué es la onicomicosis?

La onicomicosis es una infección de las uñas -normalmente las de los pies, aunque puede darse también en manos-, causada por distintos tipos de hongos (mohos, dermatofitos, Cándida…). Se trata de una afección bastante frecuente, ya que los hongos proliferan en entornos cálidos y húmedos, por lo que pueden contraerse en gimnasios, vestuarios, piscinas, etc.

Aunque muchas personas lo consideran un problema principalmente estético, puede provocar molestias capaces de mermar la calidad de vida del paciente afectado, por ejemplo, impidiéndole llevar cierto calzado con comodidad y, de forma indirecta, limitar su movilidad.

En este sentido, también puede llegar a empeorar la circulación, con las implicaciones que ello tiene en situaciones como  la insuficiencia venosa crónica (IVC) o las úlceras del pie diabético.


¿Son frecuentes las infecciones por hongos en las uñas?

Las infecciones por hongos son el problema más común en las uñas de los pies. Según  datos proporcionados por el Complejo Hospitalario de Pontevedra-Hospital Provincial, suponen más de la mitad de los casos de enfermedades en las uñas y su prevalencia en Europa es del 26,9%. En el caso de los mayores de 70 años, la prevalencia es superior al 50%.


¿Cómo se contrae la onicomicosis?

Como sucede con el pie de atleta, un hongo llamado dermatofito es el causante del 90% de los casos de onicomicosis. Se trata de un tipo de organismo multicelular, que se desarrolla únicamente en los tejidos queratinizados -que son aquellos que están formados por células muertas que contienen queratina-, ya que, en los tejidos vivos son destruidos por el sistema inmunológico.

Tan sólo algunas especies de dermatofitos son capaces de causar patología en las personas.  En concreto, el tipo que más a menudo provoca infecciones en las uñas es el Trichophyton rubrum.

Por otra parte, aunque la micosis de la uña es contagiosa –se puede transmitir de una persona a otra-, es poco común que esto suceda. De hecho, es necesario que haya un contacto muy íntimo y frecuente entre la persona sana y la infectada o que ambos compartan artículos como el cortaúñas o la lima. Tocar objetos manipulados por una persona afectada o darle un apretón de manos no transmite la infección.


¿Qué factores aumentan el riesgo de una infección por hongos de las uñas?

El contacto con el hongo por sí mismo no suele provocar la infección, sino que deben darse, normalmente, factores desencadenantes como los siguientes:

  • Por razones de ocio o trabajo, se tiene la piel húmeda durante mucho tiempo.
  • Se usa calzado que no permite la ventilación de los pies, sobre todo en días calurosos.
  • Se acude a menudo a ambientes cálidos y húmedos como vestuarios, duchas colectivas, saunas, piscinas…
  • Se camina descalzo en lugares públicos con frecuencia.

También aumenta el riesgo de desarrollar onicomicosis:

  • Sufrir con anterioridad infecciones en las uñas de las manos o tiña en el pie (pie de atleta).
  • Padecer enfermedades como la diabetes mellitus, la insuficiencia venosa crónica o problemas en el sistema inmunitario.
  • Algunas enfermedades de la piel, como la atopia o la ictiosis.
  • Tener una edad avanzada.
  • Sufrir una predisposición genética.
  • Tratamientos con corticoides.
  • Los traumatismos.

¿Cuáles son sus síntomas?

Es más frecuente que la infección afecte a las uñas de los pies. Las lesiones que se presentan variarán en función del tipo de hongo que las causa, de la gravedad de la infección y de su progresión.

  • En sus inicios, cuando la intensidad de la onicomicosis es leve o moderada, aparecen ligeras manchitas blancas en la uña (llamada onicomicosis superficial blanca y más frecuente en niños); o decoloraciones de color amarillo o blancuzco en el lateral de la uña del primer dedo del pie –aunque también en la uña del quinto dedo), sobre todo en el lado exterior. Es en este momento cuando debería iniciarse el tratamiento. Existe un tipo   menos frecuente, en la que la afectación se inicia por el área de la uña próxima a la cutícula (onicomicosis subungueal proximal) y afecta sobre todo a enfermos inmunodeprimidos.

Paulatinamente, van produciéndose otras alteraciones en una o más uñas del pie:

  • Engrosamiento y/o elevaciones.
  • Mayor fragilidad.
  • Fragmentación en láminas o fácil descamación.
  • Aparición de punteado.
  • Cambios el contorno de la uña.
  • Los bordes externos se vuelven rugosos e irregulares.
  • Aflojamiento o levantamiento de la uña.
  • Pérdida de brillo de la superficie.
  • En ocasiones, pueden aparecer dolor e infecciones en la piel.

¿Cómo se curan los hongos en las uñas?

La infección micótica puede ser difícil de tratar, ya que las uñas crecen muy poco a poco y, además, reciben poco suministro de sangre. Por tanto, es recomendable actuar con rapidez en el primer estadio de la infección, sin esperar a que se agrave el problema.

  • El tratamiento recomendado se basa en la administración de medicamentos antifúngicos orales y es el tratamiento de elección.
  • Los tratamientos tópicos -esmaltes que se aplican sobre las uñas- pueden usarse como complemento al medicamento oral o cuando este esté contraindicado y como alternativa  en infecciones tempranas, con afectación leve (menos de un 80% de la superficie afectada) y que alcance a dos uñas como máximo

Es muy importante no interrumpir el tratamiento y, una vez que la infección ha desaparecido, seguir cuidando las uñas y los pies, ya que, en el 50% de los casos, se producen recaídas.

  • Por último, otra posible opción para curar la onicomicosis es el tratamiento por láser, aunque no existen datos relevantes en cuanto a su eficacia ni en cuanto a la duración de su efecto.
  • En algunas ocasiones, puede ser necesaria la extracción de la uña.

Diez consejos para cuidar las uñas infectadas por hongos:

Además del tratamiento farmacológico, una higiene adecuada de las uñas y de los pies es primordial para que el tratamiento contra los hongos sea efectivo. En concreto, resulta conveniente tomar las siguientes precauciones:

  • 1. Mantén tus uñas cortas.
    Lima también cualquier área gruesa y no uses el mismo cortaúñas o lima para las uñas sanas y las infectadas y, cuando acabes, lávate las manos minuciosamente. Si acudes a un centro o profesional, es conveniente que lleves tus propios utensilios.
  • 2. Presta también atención a tus manos.
    Usa guantes impermeables para proteger tus dedos de la humedad en caso de que estés en contacto frecuente con el agua. Y si tienes lesiones en los pies, no las manipules directamente con tus manos, pues pueden ser también fuente de autocontagio.
  • 3. Mantén tus pies limpios y secos.
    Si están sudados o sucios, aumenta el riesgo de contagiarse por hongos. Por ese motivo, debes lavar tus pies todos los días con agua y jabón y luego secarlos cuidadosamente.
  • 4. Lleva calcetines 100% algodón.
    O de otros tejidos naturales, que permitirán a tu pie respirar y lo mantendrán fresco y seco. Cámbiatelos todos los días o cada vez que se mojen o humedezcan. Como precaución adicional, puedes poner polvos antifúngicos dentro de los calcetines.
  • 5. Opta por un calzado cómodo y que transpire.
    Lo más recomendable es usar zapatos con una zona de apoyo amplia y con espacio suficiente para los dedos de los pies.
  • 6. Evita el calzado acabado en punta, apretado o de material sintético, porque no permite respirar a tus pies.
    Y no lo compartas. Tampoco debes usar el calzado de otra persona.
  • 7. Airea tus pies.
    Al llegar a casa, cámbiate de zapatos y deja que tus pies se aireen.
  • 8. No camines descalzo por zonas comunes.
    Por ejemplo, piscinas, saunas o duchas públicas, ya que aumenta el riesgo de infección de una manera muy considerable. No olvides usar tus sandalias o chancletas cuando camines por este tipo de instalaciones.
  • 9. Consulta a tu médico ante el menor signo en las uñas.
    Aprende a reconocer lesiones sospechosas en las uñas y consulta a tu médico para iniciar el tratamiento precozmente, antes de que la infección progrese.
  • 10. No interrumpas el tratamiento.
    Sigue las instrucciones de tratamiento farmacológico y los correspondientes controles que te indiquen  los profesionales sanitarios con el fin de evitar recaídas.

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¿Pueden curarse los hongos en las uñas de los pies?

La onicomicosis o infección de las uñas por hongos deforma y aumenta el grosor de las uñas y las tiñe de un tono entre amarillo y marrón. Aunque es posible eliminar los hongos, el tratamiento, que debe iniciarse cuanto antes, es largo y requiere paciencia, ya que la uña crece muy lentamente. Suele basarse en la aplicación de medicamentos tópicos que contengan agentes antimicóticos o la prescripción de fármacos orales, aunque también puede procederse a la extirpación quirúrgica de la uña infectada. Una vez curada la infección, extrema las medidas de higiene para evitar recaídas.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.