Prematuridad

Conocemos mejor qué es la prematuridad y cómo son los bebés con esta característica de la mano de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME).

¿Cúando se considera a un bebé como prematuro?

Un bebé prematuro es el que nace antes de las 37 semanas de gestación. Hay que saber que, en general, el embarazo normal tiene una duración de 40 semanas de gestación.

Dependiendo de su edad gestacional, el bebé puede clasificarse:

  • Prematuros extremos: menos de 28 semanas.
  • Muy prematuros: 28-32 semanas.
  • Prematuros moderados/tardíos: 32-37 semanas. (OMS, 2018).

Alrededor de un 6% de los nacimientos durante el año 2020 en España fueron de bebés prematuros, según datos del INE. A nivel mundial, cada año nacen unos 15 millones de niños y niñas prematuros, cifra que actualmente está aumentando, de acuerdo con estimaciones de la OMS.


¿Por qué se producen los nacimientos prematuros?

Las causas de un nacimiento prematuro suelen ser desconocidas. La mayoría de estas embarazadas no presentan factores de riesgo. Sin embargo, se conocen aspectos que pueden favorecer la prematuridad, como el embarazo en mujeres adolescentes o en mayores de 40 años, el bajo nivel socioeconómico y ser fumadora.

El riesgo de un parto prematuro puede aumentar si existen partos prematuros previos, gestación múltiple, mala alimentación, atención prenatal tardía, infecciones, hipertensión o si el embarazo se ha producido mediante técnicas de reproducción asistida.

Por lo tanto, una atención temprana durante el embarazo y un seguimiento adecuado pueden favorecer la identificación y tratamiento de factores de riesgo y la prevención de un nacimiento pretérmino.


¿Cuáles son las complicaciones neonatales de un bebé prematuro?

Los recién nacidos extremadamente prematuros tienden a requerir una estancia más prolongada en la unidad de cuidados intensivos del hospital. La supervivencia del niño es muy poco frecuente si nace antes de 23 semanas de gestación. En cambio, la mayoría de los bebés nacidos después de las 27 semanas de gestación sobreviven con una funcionalidad neurológica normal.

Los factores más importantes para determinar el pronóstico de estos bebés prematuros son el peso al nacer, el grado de prematuridad, la administración de corticoesteroides a la madre y las complicaciones tras el nacimiento. La mayoría de estas complicaciones están causadas por los órganos y sistemas inmaduros que presenta el bebé al nacer antes de tiempo.

Estas posibles complicaciones son:

  • Sistema nervioso inmaduro: mayor riesgo de apnea, dificultad para coordinar alimentación y respiración y mayor riesgo de hemorragia cerebral.
  • Falta de desarrollo del tubo digestivo: reflujo e intolerancia a la alimentación, lesión intestinal, hiperbilirrubinemia.
  • Falta de desarrollo del sistema inmunitario (riesgo de infecciones), riñones y ojos.
  • Falta de desarrollo de los pulmones, pudiendo necesitar ventilación mecánica.
  • Dificultad para regular el nivel de azúcar en sangre y dificultad para mantener la temperatura.
  • Problemas cardíacos.

A pesar de las complicaciones que estos bebés pueden padecer, actualmente, la supervivencia y el pronóstico de los prematuros han mejorado significativamente. No obstante, problemas como retraso en el desarrollo, parálisis cerebral, discapacidades visuales y auditivas, TDAH y trastornos del aprendizaje siguen siendo más frecuentes en los bebés prematuros que en los bebés a término.


¿Qué cuidados necesita un bebé prematuro?

Además del tratamiento pertinente de las complicaciones comentadas, es muy importante que los padres estén bien informados y mantengan el contacto estrecho con su bebé. La técnica piel con piel, el método canguro y la lactancia materna resultan ser muy beneficiosos para el desarrollo del recién nacido y promover el vínculo afectivo.

El método canguro está basado en el contacto piel a piel entre bebé-madre/padre, realizándose con el progenitor sentado y sosteniendo al bebé contra el pecho, favoreciendo así la estimulación y el vínculo entre ellos. Se puede hacer cuando el recién nacido está ingresado en la UCIN, ya que resulta también muy beneficioso para la madre que da lactancia materna, puesto que crea un ambiente muy propicio.

El alta hospitalaria de los bebés prematuros ocurre cuando están estables, sin apneas y ganan peso.
La técnica piel con piel o la lactancia materna son muy beneficiosos para el desarrollo del recién nacido.

La lactancia materna es el mejor alimento para el recién nacido prematuro, actúa como parte del tratamiento. Entre los numerosos beneficios, se encuentran: es más nutritiva y fácil de digerir, contribuye a la maduración del bebé, proporciona anticuerpos, previene infecciones y enfermedades y promueve el desarrollo, crecimiento y el vínculo maternofilial.

La alimentación exclusiva con leche materna es la nutrición más idónea y la OMS recomienda mantenerla durante los primeros seis meses de vida.  


¿Cómo tratar a un bebé prematuro en casa?

El alta hospitalaria ocurre cuando el bebe prematuro está estable, alimentándose sin apoyo especial, sin apneas, gana peso adecuado y mantiene la temperatura corporal.

Normalmente, la mayoría de los bebés prematuros están listos para ir a casa cuando tienen entre 35 y 37 semanas de edad gestacional y pesan de 2 a 2,5 kg.

Algunas de las recomendaciones que pueden ayudar a los padres ante el alta hospitalaria son:

  • Leer el informe de alta y resolver posibles dudas y recomendaciones sobre el cuidado del bebé.
  • Si el recién nacido precisa tomar medicación o tratamiento: asegurarse de una adecuada comprensión y administración.
  • Tener claras las próximas visitas/revisiones y saber dónde acudir si se precisan consultas urgentes.
  • Conocer los síntomas y signos de normalidad y los de alarma en el recién nacido.
  • Informarse sobre el riesgo de posibles enfermedades comunes en bebés prematuros y conocer el calendario de vacunación.
  • Saber de la existencia de Atención temprana: informarse sobre los beneficios y sobre cómo acceder a los recursos, si fuera necesario.

Recomendaciones al llegar a casa tras el alta hospitalaria:

  • Extremar la higiene de manos, restringir visitas y apostar por espacios libres de humo.
  • Usar productos de higiene adecuados para el bebé: jabón pH neutro.
  • Favorecer la técnica piel con piel y el método canguro entre padres y bebé: complementados con estimulación y calma a través del masaje y la musicoterapia.
  • Seguir las pautas de alimentación pautadas por los profesionales sanitarios: con el fin de favorecer y apoyar la lactancia materna.
  • Prevenir el riesgo de infecciones: salir a la calle a cuando haya alcanzado la edad que corresponda con 37 semanas de gestación, extremar la limpieza, evitar aglomeraciones y el contacto con enfermos.
  • Familiarizar a los hermanos del bebé prematuro de la nueva situación.
  • Priorizar el descanso seguro y la prevención del síndrome de muerte súbita del lactante: es recomendable el uso de dispositivos de seguridad y sujeción adecuados.
  • Uso de ropa amplia, cómoda y de algodón y evitar cordones, lazos: mejor no abrigar en exceso al bebé.
  • Buscar apoyo para los padres y la familia: ante esta nueva situación y los cambios que conlleva, la adaptación y la gestión adecuada de sentimientos negativos puede llegar a ser complicada. Es importante ayudarse de recursos como grupos de apoyo, asociaciones y terapia psicológica y profesional.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.