Psicopatía

La psicopatía afecta a 1 de cada 200 españoles, aunque la prevalencia sub-clínica de aquellas personas que no llegan a presentar diagnóstico es de 3 por cada 200.
La psicopatía aparece en la infancia aunque en la actualidad define, en mayor o menor medida, a todos los seres humanos.

Descubrimos qué es la psicopatía y cómo abordarla de la mano de José Manuel García Montes, profesor de psicología de la Universidad de Almería y miembro de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud (SEPCyS).

¿Qué es la psicopatía?

Se suele afirmar que la psicopatía es un desorden mental caracterizado por unos rasgos de personalidad que ponen de manifiesto una acusada falta de empatía hacia las demás personas, así como ausencia de remordimientos o culpa cuando se daña a otros.

Otros rasgos de personalidad incluyen la facilidad para manipular a las personas, seducirlas o engañarlas; la impulsividad a la hora de comportarse; y la implicación en conductas delictivas o, cuando menos, antisociales.


¿A quién afecta la psicopatía?

Siguiendo este enfoque dimensional, en que todas las personas puntuaríamos algo en la dimensión de psicopatía, un reciente estudio de profesores de la Universidad Complutense de Madrid liderado por María Paz García Vera y Jesús Sanz (Sanz-García et al., 2022) ha cifrado la prevalencia clínica en aproximadamente un 0,55 % de la población española.

Es decir, 1 de cada 200 españoles podría ser lo que se considera habitualmente un psicópata. La prevalencia sub-clínica, es decir, personas que tienen puntuaciones altas en esta dimensión de la personalidad, aunque no llegan a presentar propiamente el diagnóstico, llegaría al 1,65 % de la población; algo más de 3 por cada 200 habitantes.


¿Cómo empieza la psicopatía?

Como todo problema de la personalidad, la psicopatía aparece en la infancia, aunque sería completamente erróneo decir de un niño que tiene un trastorno psicopático. Cuando en la infancia o en la adolescencia aparecen conductas de este tipo se suelen catalogar como “trastorno de la conducta.

En la actualidad se está abriendo paso una concepción transdiagnóstica que defiende que, más que una cuestión de todo o nada, la psicopatía es un continuo que nos define, en mayor o menor medida, a todos los seres humanos.

Según esta propuesta, igual que todas las personas tenemos una determinada altura y un determinado peso, todos también tendríamos un cierto nivel de psicopatía que cuando llega a ciertos puntos extremos puede llegar a causar graves problemas, especialmente a la gente que rodea a quien tenga esta dimensión de la personalidad disparada.


¿Qué tipos de psicopatía hay?

Aunque ha habido diversas clasificaciones de la psicopatía quizá la más interesante es que la diferencia entre la psicopatía “exitosa” y la que no lo es.

En un primer momento se entendió que presentaban una psicopatología exitosa” aquellas personas que, teniendo el desorden, evitan ir a la cárcel. Posteriormente el concepto se fue ampliando para comprender en él a individuos que, con rasgos clínicos o sub-clínicos de psicopatía, logran un cierto éxito social.

El ejemplo paradigmático podría ser el persona interpretado por Michael Douglas en la película de Oliver Stone Wall Street, un despiadado ejecutivo. Lykken (1995) vino a sugerir que muchos de los líderes y héroes de la historia mostraban, de una u otra forma, rasgos psicopáticos y, por tanto, podrían ser considerados como “psicópatas exitosos”.

Según muestra la investigación (Lasko & Chester, 2021) las personas con más rasgos psicopáticos en su infancia pueden desarrollar también un mayor control de impulsos que, de alguna forma, les permite evitar la cárcel u otros problemas con la justicia. Es decir, los “psicópatas exitosos” vienen a desarrollar una forma de compensación, el control consciente de sus impulsos agresivos, que les protege de la cárcel.

Aunque parece un buen dato, vista a la inversa la investigación de Lasko & Chester (2021) viene a sugerir que las personas con mayores niveles de psicopatía son también las que antes aprenden a controlar sus impulsos antisociales  y a camuflarse en la sociedad (Garrido, 2000).


¿Qué causa la psicopatía?

No se conocen a ciencia cierta las causas de la psicopatía. Con todo, se han apuntado muchas y muy diversas, desde:

  • La genética.
  • Trauma.
  • La estructura cerebral.
  • La exposición a la violencia desde la infancia.

Por ejemplo, desde el punto de vista de las estructuras cerebrales implicadas se ha destacado el papel de la amígdala, un área especialmente implicada en la respuesta social, la empatía y emociones como el miedo, ausentes todas ellas en las personas diagnosticadas de psicopatía.

Un estudio especialmente importante para entender las causas de la psicopatía fue el Estudio de Cambridge sobre el Desarrollo de la Conducta Delictiva (CSDD, por sus siglas en inglés). Se trata de un trabajo longitudinal que comenzó en 1969 y que evaluó a 411 hombres que vivían en Londres durante 9 distintos momentos en su vida. entre los 8 y los 48 años de edad, tratando de buscar qué factores les hacían llegar a tener conductas delictivas.

Los niños que había sufrido algún tipo de abuso físico o abandono por parte de sus padres no sólo tendían a mostrar conductas delictivas posteriormente en su vida, sino que también tales experiencias eran capaces de predecir su nivel de psicopatía cuando se convertían en adultos (Farrington y Bergstrøm, 2021).

La psicopatía se produce por causas muy diversas como la genética, los traumas, la estructura cerebral o la exposición a violencia durante la infancia.
La psicopatía era, tradicionalmente, difícil de tratar, aunque hoy se puede a través de terapias cognitivo-conductuales, psicodinámicas o con la combinación de ambas.

¿Se puede tratar la psicopatía?

Tradicionalmente se pensaba que la psicopatía era difícilmente tratable. Hoy en día parece que hay cada vez más razones para tener un mayor optimismo (Larsen, 2019).

  • La terapia cognitivo-conductual tendría una tasa de éxito del 62 %.
  • La terapia psicodinámica una tasa de éxito del 59 %.
  • La combinación de ambos enfoques parece mejorar aún más la tasa de éxito, situándola en un 88 %, sugiriendo que cambiar pensamientos disfuncionales y, al tiempo, aumentar la auto-conciencia puede tener alguna utilidad para tratar este problema (Lewis, 2018).

Con todo, la psicopatía sigue siendo un misterio, con muchas más cosas que se ignoran que las que se saben; un desorden que muestra el carácter menos humano del ser humano.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.