Pulgas

¿Qué es?

¿Qué son las pulgas y cómo pican?

Aunque su tamaño oscila de los dos a los cuatro milímetros y no tiene alas, una pulga puede llegar a saltar, aproximadamente, unos veinte centímetros verticalmente y el doble si lo hace horizontalmente. Todo, con tal de alcanzar su objetivo: aterrizar sobre un animal de sangre caliente o una persona para alimentarse de su sangre. La pulga puede darnos muchos quebraderos de cabeza cuando nos ponemos a su alcance y nos incordia con sus molestas picaduras.

Normalmente, la presencia de este insecto está asociada a las mascotas como gatos y perros, desde donde puede saltar hacia las personas u otros animales, ya que detectan a sus huéspedes gracias a su temperatura corporal, el dióxido de carbono que exhalan y el movimiento. Tras el salto, se adhieren a los nuevos portadores usando unas pequeñas garras en los extremos de sus patas. De esta manera, aunque el animal o persona sobre el que se hallan se rasque o se sacuda, logran mantenerse aferradas a su cuerpo.

Después, las pulgas pueden permanecer ocultas bajo la ropa o en la piel del portador, pero lo habitual es que salten a otra persona o animal. Por otra parte, sus huevos suelen caer al suelo, donde eclosionan. Posteriormente, las larvas se adhieren con fuerza a las fibras de alfombras, tapicerías, moquetas, colchones, etc. Dado su pequeño tamaño, suelen pasar desapercibidas, por lo que es fácil que se propaguen por el hogar.

Además, dado que también pueden estar en animales silvestres, como los roedores, o de granja como el ganado o las aves de corral, las pulgas pueden picar también en espacios exteriores como parques, jardines y bosques, sobre todo en los lugares donde se amontonen desechos orgánicos. En los espacios interiores, prefieren los sitios donde se acumula el polvo.


¿Qué síntomas provoca una picadura de pulga?

Las lesiones que producen las picaduras de pulga suelen manifestarse inmediatamente. Aunque se parecen bastante a las de los mosquitos y, como estas, causan picor, en el caso de las pulgas podemos identificarlas porque suelen concentrarse en grupos de tres o cuatro y aparecer en hilera, ya que la pulga va saltando y picando.

Normalmente, son pequeñas, rosadas y elevadas sobre la piel. Al presionarlas, se blanquean y, a veces, contienen líquido o pus si se han sobre infectado. Suelen aparecer en las extremidades (en áreas donde la ropa está ajustada al cuerpo, como los muslos, a diferencia de las de los mosquitos, que están presentes en áreas descubiertas), nalgas, alrededor de la cintura, los tobillos, las axilas y el pliegue de codos y las rodillas.

Las picaduras de pulgas son molestas, pero no graves. Aunque pueden transmitir enfermedades como peste bubónica y tifus, en la actualidad y en nuestro medio, su picadura no es habitual que transmita ninguna enfermedad.
La complicación más común de la picadura de pulga es que desencadene alguna reacción alérgica o, en caso de rascado, que se infecte.

¿Qué síntomas provoca la picadura de una pulga?
Las pulgas saltan, no tienen alas y tienen un tamaño de 2-4 mm.

¿Qué tengo que hacer si me pica una pulga?

Lo primero que debemos hacer en caso de que una pulga nos pique es lavar bien la picadura con agua y jabón.Después, se puede aplicar una crema para picaduras (con corticoides, puesto que los antihistamínicos tópicos no están indicados), que aliviará el picor y la inflamación.

En un principio, no es necesario ningún tratamiento farmacológico vía oral, a no ser que el rascado origine una infección. En este caso, el médico puede prescribir medicamentos para combatirla. Si los síntomas son muy intensos, también pueden usarse analgésicos y antihistamínicos orales para aliviarlos.

Por otro lado, si la reacción fuera grave, con síntomas como lesiones rojas por todo el cuerpo, hinchazón en cara, labios, párpados, lengua, molestias digestivas, fiebre, debilidad o dificultad para respirar, es preciso solicitar atención médica urgente.

Claves para prevenir las picaduras de pulga

Aunque no siempre se puede prevenir una picadura de pulga, las siguientes medidas pueden tener utilidad:

  • 1. Mantén tus mascotas desparasitadas. 
    Báñalas con un champú especial para repeler las pulgas y ponles siempre el collar o las pipetas antipulgas. Vigílalas, sobre todo, en épocas de calor.
  • 2. Sé precavido cuando realices actividades en la naturaleza. 
    Si caminas por bosques o zonas arboladas, ve lo más cubierto posible. Ten cuidado al comer en el campo o en espacios abiertos, como parques, y evita andar descalzo por el césped. No levantes piedras en el campo con las manos.
  • 3. Ten precaución cuando realices labores de orden y limpieza en casa.
    Si mueves cajas almacenadas o leña, o limpias esquinas tapadas por muebles, hazlo con cuidado.
  • 4. Usa repelente. 
    Se recomiendan aquellos que contienen entre sus principios activos la dietiltoluamida (DEET). Aplícalos sobre la ropa o la piel sana, pero recuerda que no deben usarse en bebés y, entre los dos y los seis años de edad, la concentración de estos productos no debe superar el 10%.
  • 5. Pasa el aspirador a conciencia. 
    Aspira cada habitación de la casa, haciendo hincapié en las alfombras y los muebles que puedan estar tapizados como sillas, sofás y sillones. Limpia también a fondo los lugares de descanso de tus mascotas.
  • 6. Si tu hijo tiene picaduras de pulga, mantén sus uñas cortas. 
    De esta manera, será menor el riesgo infección debido al rascado.
  • 7. Llama al exterminador. 
    Si las pulgas ya han invadido tu casa o jardín, recurre a los servicios de un exterminador profesional, que usará químicos para acabar con la población de estos parásitos. En ningún caso deben aplicarse insecticidas cuando haya niños o mascotas presentes.

Infográfico

Fuentes

Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.