Rotura de ligamento cruzado anterior

De la mano de Pedro Manonelles, médico especialista en Medicina de la Actividad Física y el Deporte y presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, analizamos qué es el ligamento cruzado anterior y las causas de su rotura, así como sus síntomas, tratamiento y claves de prevención.

¿Qué son las articulaciones y ligamentos y cuál es su papel en la rodilla?

Las articulaciones son estructuras corporales que permiten el movimiento entre los huesos que las forman. Además, disponen de elementos de estabilización que impiden movimientos articulares anómalos y lesiones como luxaciones. Estos elementos de estabilización se denominan ligamentos.

La rodilla tiene dos tipos de ligamentos: los que se sitúan en la parte exterior de la rodilla, que se denominan ligamentos laterales, y que se dividen en externo e interno; y los que se sitúan en el interior de la rodilla, que se denominan ligamentos cruzados, por su disposición en cruz, y que son el ligamento cruzado anterior y el posterior.


¿Qué es la rotura del ligamento cruzado anterior?

El ligamento cruzado anterior es una estructura poderosa y resistente que se encuentra en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma de cordón y su longitud es de 20-40 milímetros y su  anchura, de 7-12 milímetros. Esta estructura realiza una función primordial, estabilizar la rodilla, ya que es el elemento más importante en impedir el desplazamiento anterior de la tibia respecto al fémur.

Por ello, cuando el ligamento se rompe, la rodilla pierde mucha estabilidad y la persona afectada tiene dificultades para mantener la estabilidad, especialmente cuando tiene que girar o hacer desplazamientos laterales, y también para correr o saltar.

La rotura del ligamento cruzado anterior es una lesión bastante frecuente en el deporte y se considera grave porque suele necesitar tratamiento quirúrgico y un largo periodo de rehabilitación.


¿Cuáles son sus causas?

La rotura del ligamento cruzado anterior puede producirse por cualquier situación que traccione el ligamento con una capacidad mayor que su resistencia, que, si bien, es muy grande.

Hay dos causas fundamentales de rotura:

  • Traumatismos directos que se producen en la rodilla: se trata de impactos contra elementos duros, caídas o golpes, que provocan la rotura del ligamento y, en ocasiones, la afectación de otras estructuras de la rodilla como el ligamento cruzado posterior, los ligamentos laterales o los meniscos.
  • Mecanismos indirectos: implican el desplazamiento o rotación del muslo respecto a la pierna, estando el pie fijado en el suelo. Situaciones de este tipo son, por ejemplo, el apoyo del pie en el suelo después de un salto en el que el pie queda fijo y el muslo rota sobre la pierna, o en un gesto en que el pie queda fijo en el suelo por los clavos de las botas y la rodilla gira o rota. No se trata de una lesión por sobrecarga, sino de una lesión aguda.

¿Qué síntomas tiene la rotura de ligamento cruzado anterior?

La rotura de ligamento cruzado anterior provoca un cuadro de intenso dolor de la rodilla afectada con marcada inestabilidad que provoca la caída al suelo de la persona e inestabilidad articular.

Además, es muy habitual que el paciente perciba:

  • Una sensación de rotura o chasquido que, incluso es audible en algunas ocasiones.
  • Una hinchazón de la rodilla e impotencia funcional que impide realizar la función normal de la rodilla, es decir, saltar, correr, caminar con normalidad (la persona afectada cojeará) e incluso mantenerse de pie sobre la rodilla afectada

Una vez producida la lesión, el paciente no podrá continuar con su actividad deportiva y deberá permanecerá en reposo. En un primer momento, se le aplicará crioterapia (tratamiento con hielo), medicación analgésica, si así se requiere, y se le pondrá un vendaje elástico.


¿Cuál es el tratamiento?

El profesional médico llevará a cabo una exploración clínica de la rodilla y realizará, si es necesario, una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico de la rotura.

Tras el diagnóstico, dicho profesional planteará el tratamiento definitivo de la lesión que no siempre es el mismo. El objetivo del tratamiento es doble, recuperar la función articular de la rodilla y evitar la aparición de alteraciones degenerativas articulares a largo plazo, fundamentalmente la artrosis de rodilla.

El tratamiento más adecuado dependerá de varios factores como:

  • La edad del paciente.
  • El grado de inestabilidad de la rodilla.
  • La asociación con otras lesiones de ligamentos o meniscos.
  • El deporte que practica.
  • El nivel de actividad que querrá mantener el paciente después de la lesión.
La rehabilitación ayudará a recuperar el control articular y la fuerza de sujeción de la rodilla.

En función de los factores descritos, se podrá realizar un:

  • Tratamiento conservador con un programa de rehabilitación sin aplicar cirugía: útil en personas de edad avanzada y en las que no van a realizar actividad física o deportiva intensa y que requiera saltos, recortes y giros de la rodilla.
  • Tratamiento quirúrgico: se realiza en personas que van a realizar actividad deportiva o física con mucho tiempo de dedicación y que tienen que realizar movimientos complejos de la rodilla (salto, desplazamientos laterales, giros, etc.). Una vez realizado el tratamiento quirúrgico, es imprescindible realizar una rehabilitación adecuada para recuperar el control articular y la fuerza de sujeción de la rodilla. Se trata de un tratamiento largo y el deportista no podrá reiniciar la práctica deportiva antes de 6-9 meses de rehabilitación.

En los niños que se encuentran en fase de crecimiento, en general, se espera a tomar una decisión de tratamiento definitivo una vez que han finalizado su crecimiento.


¿Tiene complicaciones?

En caso de no realizar tratamiento quirúrgico, las complicaciones más frecuentes de la rotura de ligamento cruzado anterior son:

  • Inestabilidad de la rodilla: no se pueden realizar las funciones de la rodilla con normalidad, como correr y saltar.
  • Episodios agudos con dolor, hinchazón de la rodilla y caída al suelo.
  • Aumento del riesgo de rotura de otras estructuras de la rodilla como los meniscos.
  • A largo plazo, la aparición de artrosis de la rodilla.

Entre las complicaciones post-quirúrgicas, a veces aparecen episodios de tumefacción de la rodilla, rigideces o inestabilidades que, en ocasiones, es preciso corregir.


¿Cómo prevenir la rotura de ligamento cruzado anterior?

La rotura de ligamento cruzado anterior es una lesión muy difícil de prevenir debido a los mecanismos lesionales que la provocan. No obstante, es necesario que el deportista lleve a la práctica correctamente todas las medidas de preparación para la práctica deportiva que consisten en:

  • Realizar deporte de acuerdo a las posibilidades del deportista.
  • Entrenar de forma progresiva y no hacerlo en situación de fatiga.
  • Llevar a cabo un calentamiento inexcusable junto con un programa de estiramientos después del entrenamiento.
  • Efectuar periodos de descanso entre entrenamientos y dentro del propio entrenamiento.

Es muy importante, en la difícil prevención de esta lesión, que el deportista entrene con un alto grado de concentración.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.