Síndrome coronario agudo

De la mano de la Asociación Cardioalianza, que integra y representa a los pacientes con enfermedades cardiovasculares, abordamos qué es el Síndrome coronario agudo (SCA), sus causas y síntomas, así como su posible tratamiento.

¿Qué es el síndrome coronario agudo y qué tipos hay?

El síndrome coronario agudo (SCA) es un término genérico para referirse a las enfermedades causadas por un bloqueo repentino de las arterias coronarias que produce una reducción del flujo de sangre al músculo cardiaco. Cuando la sangre no puede fluir al músculo cardiaco, este puede dañarse. Estas enfermedades comprenden desde una fase potencialmente reversible de angina inestable (AI) hasta la necrosis irreversible debida a un infarto de miocardio (IM).

Existen dos tipologías de Síndrome coronario agudo, dependiendo de la extensión y la duración de la isquemia (angina de pecho):

  • Puede provocar que una arteria se estreche tanto con el tiempo que quede lo suficientemente bloqueada para causar síntomas.
  • La placa se desprende repentinamente y alrededor de ella se forma un coágulo de sangre, estrechando considerablemente o incluso bloqueando la arteria.

Para reducir al máximo el riesgo de acumulación de placa hay que controlar los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes, obesidad, consumo de tabaco, etc.), sobre todo la hipercolesterolemia (aumento de los niveles de colesterol en la sangre), que es el principal causante de arteriosclerosis.


¿Qué síntomas presenta?

La aterosclerosis es un proceso que empieza en las primeras décadas de la vida pero que no presenta síntomas hasta que la estenosis de la arteria coronaria se hace tan grave que causa un desequilibrio entre el aporte de oxígeno al miocardio y sus necesidades. Es cuando se produce una isquemia miocárdica (angina de pecho estable) o una oclusión súbita por trombosis de la arteria, lo que provoca una falta de oxigenación del miocardio que da lugar al síndrome coronario agudo (angina inestable e infarto agudo de miocardio).

Las señales de que se está sufriendo un síndrome coronario agudo (SCA) se manifiestan, por lo general, de manera abrupta y con los síntomas de infarto o angina de pecho inestable:

  • Dolor y opresión en el pecho.
  • Dolor que se extiende desde el pecho hasta hombros, brazos, espalda, cuello o mandíbula.
  • Náuseas o vómitos.
  • Indigestión.
  • Dificultad para respirar.
  • Sudor intenso.
  • Mareos.
  • Fatiga.

¿Cómo se diagnostica el SCA?

Ante un dolor torácico no traumático, se realiza al paciente una evaluación clínica con electrocardiograma (ECG) en menos de 10 minutos desde su primer contacto médico para poder identificar la existencia y el grado del daño cardiaco.

Además, también se realizan otras pruebas complementarias al paciente, como una analítica, la aplicación de otras técnicas de imagen (ecocardiografía, tomografía computarizada, etc.) o una prueba de esfuerzo.

El SCA se puede tratar con hábitos de vida saludables

¿Cuál es el tratamiento del SCA?

Ante un síndrome coronario agudo, es decir, un infarto de miocardio o una angina de pecho inestable, el tratamiento de elección es la revascularización mediante angioplastia primaria. La angioplastia primaria consiste en el implante de una pequeña prótesis endovascular (stent coronario), mediante cateterismo, que resuelve la obstrucción producida por el trombo. Cuando el paciente, por diversos motivos, puede tardar en llegar al hospital más de 120 minutos, la fibrinolisis (tratamiento mediante fármacos) es también un tratamiento adecuado.

Además de la revascularización, y siempre en función de las necesidades del paciente, se introducirán o modificarán tratamientos antiagregantes, hipolipemiantes o antidiabéticos.

Cabe remarcar también como tratamiento imprescindible la introducción de hábitos de vida más saludables, como son una alimentación equilibrada (dieta mediterránea), la práctica regular de ejercicio físico y el abandono del consumo de tabaco y alcohol, así como la inclusión del paciente en un programa de rehabilitación cardiaca.


Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.


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