Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos?

La aparición de múltiples quistes en el ovario se denomina síndrome de ovarios poliquísticos o SOP. Es consecuencia de una variación hormonal y metabólica provocada por una alteración en la ovulación, en la que los ovarios o las glándulas suprarrenales femeninas producen más hormonas masculinas de lo normal (hiperandrogenemia). Esta alteración hormonal puede derivar en menstruaciones irregulares o falta de ovulación (anovulación), obesidad, crecimiento no deseado del vello (hirsutismo) y, en ocasiones, dificultades para lograr el embarazo. Suele comenzar durante la adolescencia y puede ser leve o severa.

Padecer síndrome de ovarios poliquísticos no es lo mismo que sufrir ovarios poliquísticos. Estos últimos (OP) son una alteración ginecológica que puede o no acompañarse de sintomatología, mientras que el SOP es una afección hormonal que se caracteriza por tres rasgos: obesidad (mujeres con sobrepeso), anovulación (ausencia de ovulación, y por tanto, de reglas regulares, con tendencia a retrasarse) e hiperandrogenismo (incremento en las hormonas masculinas).


¿A quién afecta?

Se considera al síndrome de ovarios poliquísticos una de las alteraciones más frecuentes entre las mujeres, ya que afecta al 10% de ellas en edad reproductiva. Normalmente diagnostica durante la década de los 20 a los 30 años, aunque también afecta a las adolescentes y, en ocasiones, puede incluso presentar signos en etapas previas a la pubertad.

Con frecuencia, parece afectar a mujeres cuya madre o una hermana padecen ya SOP.  Así mismo, afecciones como la diabetes, la hipertensión arterial, el colesterol elevado y el sobrepeso o la obesidad son comunes en las personas que padecen este síndrome.


¿Cuáles son las causas del SOP?

En un ciclo hormonal normal, la glándula pituitaria envía las hormonas LH (luteinizante) y FSH (folículo estimulante) a los ovarios. El incremento de LH es la señal que indica a los ovarios que deben ovular o liberar un óvulo y que desencadena la producción de estrógeno y progesterona, las hormonas sexuales femeninas. Por otra parte, los ovarios en estado normal producen también un poquito de testosterona, la hormona sexual masculina.

En cambio, cuando una mujer sufre SOP, sus niveles de LH ya están elevados, por lo que no se produce el incremento y los ovarios no reciben la señal necesaria para liberar el óvulo. En su lugar, los óvulos no liberados permanecen con frecuencia en los ovarios rodeados por una pequeña cantidad de líquido. Algunas mujeres jóvenes con SOP tienen muchos quistes, mientras que otras tienen pocos. En todo caso, no son nocivos y no necesitan ser extraídos.

También los niveles elevados de insulina pueden ocasionar que los ovarios produzcan más testosterona.


¿Cuáles son sus síntomas?

Con frecuencia, los síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos comienzan a presentarse tras el inicio de los periodos menstruales. Los signos pueden ser muy diversos y variar en cada mujer. Algunos de los más comunes son:

  • Irregularidades menstruales. Pueden manifestarse como amenorrea (falta de menstruación); oligomenorrea (ciclos largos, mayores a 35 días); polimenorrea (ciclos cortos, menores a 24 días); o hipermenorrea (reglas muy abundantes).
  • Hirsutismo. Exceso de vello en la cara u otras zonas del cuerpo, conocidas como hormono-dependientes (labio superior, cuello, abdomen, antebrazo…, que son localizaciones característicamente masculinas)
  • Ausencia de ovulación (infertilidad).
  • La mayor producción de andrógenos genera acné, hirsutismo y alopecia (caída del pelo).
  • Manchas de piel oscura. Aparecen en la parte posterior del cuello, debajo de los brazos o las ingles. Muchas veces los niveles altos de insulina son los responsables de estas manchas, conocidas como acantosis nigricans.
  • También, numerosas pacientes presentan hipertensión arterial, dislipidemias (alteración de los niveles de colesterol sanguíneos) y sobrepeso/obesidad.

Los criterios fundamentales que deben existir para definir a una paciente como portadora de SOP son la anovulación y la irregularidad menstrual causada por hiperandrogenismo. No tiene por qué estar presentes todas las manifestaciones.


¿Qué complicaciones puede provocar?

Algunas complicaciones frecuentes del SOP son, según la Asociación Española de Síndrome de Ovarios Poliquísticos:

  • Dificultades para lograr embarazo de forma natu­ral. Normalmente se necesita tratamiento para conseguirlo y, en ocasiones, recurrir a la reproducción asistida.
  • Abortos previos. Las mujeres con SOP presentan una incidencia del entre el 30% y el 40% de abor­tos precoces en el primer trimestre y también una mayor incidencia de abortos de repetición.
  • Depresión, ansiedad, afectación de la autoestima. Afectan especialmente a las adolescentes que sufren el síndrome.

Además, a largo plazo, el síndrome de ovarios poliquísticos aumenta las probabilidades de sufrir hipertensión arterial, arteriosclerosis prematura, enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama, cáncer de endometrio y diabetes mellitus tipo II. De hecho, las mujeres con SOP presentan a menudo niveles más elevados de insulina.


¿Cómo se diagnostica el SOP?

Para diagnosticar síndrome de ovarios poliquísticos es necesario realizar, además de un examen físico, análisis de sangre a la paciente para verificar los niveles de hormonas (estrógenos, LH, FLH, testosterona…). También es necesario confirmar que no existen otras alteraciones y por eso se realiza la prueba de la glucosa para verificar el nivel del azúcar en la sangre, análisis para verificar los niveles de lípidos y prolactina, pruebas de la función tiroidea y, si se considera necesario, un test de embarazo.

A veces, también se procede a realizar una ecografía vaginal o una laparoscopia pélvica. En cualquier caso, para confirmar el diagnóstico, la Asociación Española Síndrome de Ovarios Poliquísticos indica que han de darse al menos dos de los siguientes síntomas:

  • Ciclos irregulares o ausentes.
  • Hiperandrogenismo clínico y/o bioquímico.
  • Aumento de testosterona en sangre o se­ñales de virilización como alopecia, distribución de la grasa corporal alrededor del abdomen o hirsutismo.
  • Quistes en los ovarios.

¿Cuál es el tratamiento más adecuado?

El síndrome de ovarios poliquísticos es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero cuyos síntomas sí se pueden aliviar o eliminar con diferentes tratamientos, que están muy relacionados con los hábitos de vida: seguir una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico regular con el objetivo de bajar de peso; la ayuda de tratamientos hormonales y antiandrógenos para reducir algunos síntomas propios de este síndrome; la toma de fármacos sensibilizadores de la insulina en el caso de pacientes con altos niveles de insulina; o comenzar algún tratamiento de fertilidad en mujeres que tengan dificultades para quedarse embarazadas.

Todas estas medidas se detallan en el apartado de Cinfaconsejos.

10 consejos para convivir con el síndrome de ovarios poliquísticos

El síndrome de ovarios poliquísticos es una enfermedad crónica que no tiene cura, pero llevar un estilo de vida saludable y cuidar la alimentación, entre otras recomendaciones, pueden ayudar a mitigar o eliminar los síntomas:

  • 1. Consulta a tu ginecólogo.
    Si tienes reglas irregulares, debes acudir a tu especialista habitual, quien, con una simple exploración, análisis, y/o ecografía puede ayudarte con un diagnóstico adecuado a tu caso.
  • 2. Un estilo de vida saludable, tu mejor aliado.
    La modificación del modo de vida hacia un estilo más saludable juega un papel clave en la restauración de los ciclos ovulatorios en mujeres que padecen el síndrome de ovarios poliquísticos.
  • 3. Cuida tu alimentación.
    La mayoría de los expertos recomiendan una dieta de bajo índice glucémico, dado que este síndrome está relacionado en mayor o menor grado con un aumento de la insulina en san­gre. Por tanto, si sufres SOP, reduce lo máximo posible la ingesta de alimentos como las patatas, la miel, el azúcar o glucosa pura, el arroz, el pan y la pasta. Evita también la mantequilla, los quesos grasos y las carnes rojas, así como la cafeína y las bebidas azucaradas, los refrescos y los zumos no naturales. En cambio, consume más carbohidratos con fibra, como las legumbres, los cereales integrales, las frutas y las verduras. Y también es conveniente ingerir carnes blancas magras y frutos secos, pescados y grasas de origen vegetal, como el aceite de oliva o las nueces.
  • 4. Vigila tus niveles de azúcar.
    Dada la relación del síndrome de ovarios poliquísticos con los niveles altos de insulina y el mayor riesgo de desarrollar diabetes, en el caso de pacientes con altos niveles de insulina, fármacos como la metmorfina ayudan a disminuirlos, además de contribuir a regularizar los periodos, ayudar a bajar de peso y prevenir la diabetes tipo 2.
  • 5. Intenta controlar tu peso.
    Aunque sea en poca cantidad, la pérdida de peso puede ayudar a aliviar los cambios hormonales y los problemas de salud relacionados con el SOP como la diabetes, la hipertensión arterial o el colesterol alto. Para lograrlo, vigila el tamaño de las porciones que ingieres; tómate tu tiempo para comer y mastica despacio; y apuesta por los tentempiés ligeros entre horas -una fruta o un yogurt-para evitar que baje demasiado el nivel de azúcar en la sangre y eliminar la sensación de ansiedad.
  • 6. Realiza ejercicio físico.
    Además de ayudarte a controlar tu peso y hacerte sentir mejor, la actividad física contribuye a reducir los niveles de azúcar y colesterol en la sangre. Elige la actividad cardiovascular que más te guste –pasear, nadar, montar en bicicleta…- y realízala de manera habitual y sostenida. Lo ideal sería un programa de ejercicio aeróbico durante 20-60 minutos de 3 a 5 veces a la semana.
  • 7. No fumes.
    Destierra el tabaco de tu vida, porque constituye un factor de riesgo de la diabetes y otras enfermedades crónicas asociadas al síndrome de ovarios poliquísticos, como la hipertensión.
  • 8. Las hormonas, bajo control.
    Los tratamientos anticonceptivos orales contienen hormonas que ayudan al cuerpo a corregir el desequilibrio hormonal, a disminuir la testosterona y a regular los periodos menstruales, además de reducir el riesgo de cáncer de endometrio. También pueden ayudar a combatir el acné, aunque los efectos de las píldoras anticonceptivas desaparecen tras interrumpir la toma.
  • 9. Combate algunos síntomas.
    Los antiandrógenos bloquean la acción de las hormonas masculinas, por lo que ayudan a reducir los síntomas de andro­genismo propios de este síntoma, como la alopecia o el acné. Por ejemplo, el exceso de vello se puede combatir con un fármaco llamado espironolactona, aunque también existen tratamientos alternativos como la depilación o la decoloración.
  • 10. Mantente positiva.
    Si te cuesta bajar de peso, intenta no desesperar, sé constante en tus propósitos y aumenta la cantidad de ejercicio. Aunque no veas los resultados a corto plazo, mantener un estilo de saludable está beneficiando tu organismo desde el primer momento. Además, si tu deseo es ser madre, no pierdas la esperanza porque hay mujeres con síndrome de ovarios poliquísticos que se quedan embarazadas espontáneamente y otras que necesitan de tratamientos de fertilidad con inseminación artificial o in vitro, pero son muchas las que logran ser madres.

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Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.