Talasemia

¿Qué son las talasemias?

Las talasemias son un grupo heterogéneo de alteraciones sanguíneas hereditarias (se transmiten de padres a hijos), cuya característica común es un defecto en la síntesis de una o varias de las cadenas de globina (que son las cadenas que forman la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno, dentro de los glóbulos rojos). En los adultos, esta proteína está compuesta de cuatro cadenas (2 α y 2 β y, con muy poca frecuencia, 2 α y 2 δ).

En las talasemias hay un trastorno genético que impide que se formen adecuadamente las cadenas alfa, o bien las beta y en distinto grado de gravedad. En consecuencia, y según el tipo de talasemia, los glóbulos rojos que contienen esa hemoglobina alterada tienen un tamaño más pequeño (microcitosis) y pueden presentar una gran tendencia a romperse (hemólisis). Esto, en los casos graves, produce una anemia (anemia hemolítica y microcítica) que impide transportar el oxígeno necesario a todas las células del organismo, además de otras alteraciones en distintos órganos.

La talasemia es la enfermedad genética más frecuente en el mundo (aunque muchas personas son portadoras y no presentan los síntomas).

Es importante diagnosticar las talasemias (incluso las formas asintomáticas o con muy poca expresividad clínica), para poder hacer un adecuado consejo genético y prevenir la aparición de casos graves de talasemia.

La gravedad de los síntomas varía en función del tipo de talasemia:

  • Si es leve, puede ser asintomática.
  • En caso de ser moderada o grave, puede manifestarse con ictericia, sensación de saciedad o malestar abdominal y, dado que no hay suficientes glóbulos rojos y no llega suficiente oxígeno al organismo, cansancio, debilidad y dificultad para respirar –anemia-.
  • En las formas mayores de talasemia, puede haber agrandamiento o debilitamiento de algunos huesos, aumento del tamaño del bazo y problemas cardiacos, que pueden llegar a producir la muerte.

Las talasemias asintomáticas no requieren tratamiento, pero en las moderadas o graves pueden ser necesarias transfusiones sanguíneas regulares o, incluso, un trasplante de médula ósea.


¿Qué tipos de talasemias hay?

La hemoglobina, que transporta el oxígeno a todas las células del cuerpo, está compuesta de dos partes o cadenas principales diferentes llamadas globinas alfa y beta (existiendo también la delta, aunque menos frecuente). Si el organismo no produce alguna de estas dos proteínas o lo hace en cantidad inadecuada, la hemoglobina que se forma lo hace de forma desequilibrada, faltando la globina alterada y generando exceso de la que se produce normalmente. Estos precipitados se forman dentro de las células (glóbulos rojos o eritrocitos) y son los responsables de la destrucción precoz de estas, tanto en la propia médula ósea (eritropoyesis ineficaz), como en la sangre periférica (hemólisis). Además, estos glóbulos rojos (hematíes) presentan un volumen, tamaño y cantidad de hemoglobina normal disminuidos.

Cada talasemia recibe el nombre de la cadena que deja de sintetizarse:

  • Alfa-talasemia. Como indica su nombre, los defectos genéticos afectan a la producción de la cadena de la globina alfa.
  • Beta-talasemia. Los defectos genéticos afectan a la producción de la cadena de la globina beta.

Se han descrito cientos de mutaciones que pueden dar origen a diferentes formas de talasemias.

Los seres humanos (como muchos otros seres vivos) almacenamos la información genética por parejas (tenemos 23 pares de cromosomas, la mitad proveniente de la madre y la otra mitad del padre). Si la herencia es heterocigótica, solo uno de los cromosomas porta genes alterados, esto da lugar generalmente a una expresión menor de la enfermedad. Si la alteración afecta a los dos cromosomas (homocigótica) entonces la gravedad es mayor. Así, de acuerdo a su gravedad, las talasemias pueden clasificarse como:

  • Menor. No causa síntomas.
  • Intermedia. Los síntomas oscilan entre leves y graves.
  • Mayor. Se hereda la alteración por parte de ambos progenitores (homocigótica) y es una forma más grave que requiere tratamiento, en ocasiones, transfusiones periódicas de sangre.

En resumen, podemos encontrar:

Talasemias Beta:

  • Talasemia beta menor (o rasgo talasémico): es la forma más frecuente de β-talasemia en España, así como en los países de la ribera mediterránea. Las personas portadoras del rasgo talasémico generalmente no presentan manifestaciones clínicas, y su hallazgo suele ser casual con motivo de algún examen hematológico de rutina. Puede no haber anemia o con anemia muy discreta (Hb 10-12 g/dl). Un análisis genético confirma la enfermedad
  • Talasemia beta intermedia: corresponde a formas en las que puede haber algunos signos y síntomas de diferente intensidad, aunque siempre presenta anemia (Hb ente 8-10 g/l) con síndrome hemolítico (rotura de glóbulos rojos) y esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo). Estos pacientes no suelen depender de transfusiones y también, como todas las talasemias, se puede confirmar por estudio genético
  • Talasemia beta mayor: la transmisión proviene de que ambos progenitores transmitieron la alteración de la cadena β. La forma más grave es la anemia de Cooley, una anemia hemolítica (consecuencia de la destrucción prematura de los glóbulos rojos) congénita muy grave. La enfermedad comienza a manifestarse a partir del quinto-sexto mes de vida. Durante los 2 primeros años de vida, estos pacientes presentan palidez, irritabilidad, alteraciones del sueño, rechazo del alimento e infecciones de repetición. La anemia es muy intensa y progresivamente aparecen complicaciones como el aumento del tamaño del bazo (esplenomegalia) y aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia). Presentan también alteraciones óseas con deformidades (huesos largos, delgados) y fracturas espontáneas. Suelen requerir transfusiones constantes y sus complicaciones son la causa de la muerte de estos pacientes, generalmente antes de los 25 años.

Talasemias Alfa:

  • Talasemia alfa+ (portador silente): aparece cuando la mutación se produce en un solo gen. Son personas sanas, sin manifestaciones clínicas. Únicamente puede detectarse mediante estudio del ADN. No precisa tratamiento.
  • Talasemia alfa0 o talasemia alfa menor (rasgo talasémico): aparece si la mutación es en dos genes. Generalmente no presenta manifestaciones clínicas. No precisa tratamiento.
  • Talasemia alfa de grado intermedio (o hemoglobinopatía H): Aparece si la mutación es de tres genes. Los síntomas y signos son similares a los de la talasemia beta intermedia. Es frecuente que si estos pacientes sufren infecciones (como gripe, infecciones urinarias o anginas) la anemia hemolítica aumente. También puede aumentar la anemia si se toman determinados fármacos que están contraindicados (fármacos contra la malaria, algunas vitaminas como la K, y algunos antibióticos). Debido a esto, son pacientes que requieren de control periódico por el médico. En algunas ocasiones precisan de transfusiones.
  • Talasemia alfa mayor (hemoglobinopatía de Bart’s): aparece si se produce la mutación de los cuatro genes. Es casi exclusivo de países del sudeste asiático (China, Filipinas, Tailandia). Es una forma muy grave, incompatible con la vida. La muerte se produce antes o inmediatamente después de nacer.


¿Qué síntomas producen las talasemias?

Como se ha comentado, la clínica de las talasemias puede variar desde ser portador asintomático, padecerla sin síntomas y tan solo alteraciones de analítica sanguínea, o bien padecer síntomas y signos leves o incluso determinados tipos con amenaza vital. Cada tipo de talasemia presenta signos y síntomas diferentes, ya que la talasemia no es como tal una única enfermedad sino un grupo de enfermedades, talasemias.

No obstante, los signos y síntomas de las talasemias pueden abarcar:

  • Alteraciones de la analítica sanguínea: pueden ir desde el hallazgo ocasional, sin repercusiones clínicas, a la anemia microcítica y hemolítica. En función de su gravedad, puede producir debilidad y sensación de ahogo.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Palidez o ictericia -coloración amarillenta del blanco de los ojos y la piel-.
  • Agrandamiento del bazo, lo que puede dar lugar a una sensación de saciedad y a molestias abdominales.
  • Úlceras en la piel.
  • Oscurecimiento de la orina.
  • Cálculos biliares.
  • Ensanchamiento y agrandamiento de algunos huesos, especialmente los de la cabeza y la cara, lo que puede dar lugar a deformidades faciales.
  • Debilitamiento de los huesos largos de los brazos y las piernas, que se fracturan con facilidad.
  • Crecimiento más lento en niños con beta-talasemia mayor y retraso de la pubertad.
  • Ritmo cardíaco acelerado.

¿Qué complicaciones pueden tener?

Las personas con talasemia pueden acumular demasiado hierro debido a su mayor absorción y a las transfusiones sanguíneas frecuentes. El mineral sobrante puede depositarse en el corazón y generar una enfermedad por sobrecarga de hierro, insuficiencia cardíaca o muerte prematura.

Las talasemias también pueden dañar el hígado y el sistema endocrino y, por tanto, las glándulas que regulan mediante la producción de hormonas procesos corporales, como la tiroides y las suprarrenales.

Los signos y síntomas más comunes de las talasemias van desde la anemia, la dificultad para concentrarse, a icteria o coloración amarillenta del blanco de los ojos, entre otros.
El color amarillento del ojo es uno de los síntomas de la talasemia

Asimismo, las talasemias pueden aumentar el riesgo de infecciones o agravarse a consecuencia de ellas.


¿Cómo se tratan las talasemias?

Si la persona con talasemia no sufre síntomas o estos son leves, no suele ser necesario tratamiento. En caso de que sean moderados o graves, puede recurrirse a las siguientes medidas terapéuticas:

  • Transfusiones de sangre, acompañadas de medicación que evita la sobrecarga de hierro.
  • Suplementos de ácido fólico.
  • El trasplante de médula ósea, también llamado de células madre. Según SEMERGEN, es el único tratamiento que hoy en día cura la enfermedad y su tasa de supervivencia media superior a 5 años es del 75-90%.
  • Por último, en caso de agrandamiento de bazo, puede ser necesario extraer este órgano (esplenectomía).

¿A quién afectan las talasemias?

La forma más frecuente en España es la β-talasemia menor, aunque su distribución es muy irregular.
Según datos publicados por Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), las talasemias se distribuyen de la siguiente manera:

  • Oriente Medio, China y sudeste asiático. Su frecuencia varía entre el 5% y el 40% y predomina la alfa-talasemia.
  • Países mediterráneos. Predomina la beta-talasemia y su frecuencia oscila entre el 1% y el 30%, aunque, en España, su prevalencia es más baja y se distribuye irregularmente. Por ejemplo, en el País Vasco, la enfermedad está ausente, mientras que en Menorca la prevalencia de beta-talasemia menor es del 2,6-7%.

¿Es posible prevenir las talasemias?

Dado que es una enfermedad hereditaria, las talasemias no se pueden prevenir. Por este motivo, es clave la detección de portadores y el consejo genético: las personas que padezcan este trastorno hereditario (portadores o con clínica) y deseen ser padres o madres deben ser informados previamente del nivel del riesgo de transmitir la enfermedad a sus hijos. Si alguna persona en la familia padece o es portadora de talasemias, es conveniente el estudio genético de los familiares.

Cómo llevar una vida saludable con talasemias

Seguir las siguientes pautas en el día a día ayudará a las personas con talasemias a mantenerse saludables:

  • 1. Aliméntate bien.
    Una dieta abundante en frutas y verduras y baja en grasas te permitirá obtener todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de tu organismo y mantener el sistema inmune fuerte.
  • 2. Sé precavido con los alimentos ricos en hierro.
    Consulta con tu médico si debes o no limitar la cantidad de hierro en tu alimentación. Por ejemplo, la carne, el pescado o verduras como la espinaca son fuentes de hierro, por lo que puede ser conveniente que reduzcas su consumo. También puede haber zumos y cereales enriquecidos con este mineral. No tomes suplementos de hierro sin haber consultado a tu médico.
  • 3. Lleva a cabo ejercicio físico moderado.
    Puedes disfrutar de todos los beneficios del deporte con actividades como montar en bicicleta, caminar o correr. Si tienes problemas en las articulaciones, puedes hacer yoga, nadar o practicar aquagym.
  • 4. Vacúnate.
    Dada la mayor propensión a infecciones, es crucial que lleves al día el calendario de vacunación y recibas también aquellas recomendadas para grupos de riesgo como la de la gripe.
  • 5. No tomes ninguna medicación sin prescripción del médico.
    Dado que hay fármacos que pueden empeorar los síntomas de las talasemias, es conveniente que no te automediques, Si consultas con otro médico distinto del que te lleva la talasemia (por ejemplo ir al dentista o en una urgencia, por ejemplo por un traumatismo) es conveniente que le hagas saber que tienes esa enfermedad para evitar complicaciones por los fármacos que te pueda prescribir. En caso de duda consulta siempre con el médico que te controla la enfermedad.
  • 6. Lávate las manos con frecuencia.
    Te ayudará también a reducir el peligro de desarrollar infecciones, al igual que el evitar el contacto con personas enfermas.
  • 7. En caso de tener relaciones sexuales, toma precauciones.
    Usa preservativos para reducir el riesgo de enfermedades de transmisión sexual y hazte regularmente las pruebas de detección.

Fuentes

  • Elsevier. Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Formación Continuada. ACTUALIZACIÓN EN MEDICINA DE FAMILIA. Talasemias. M.C. Goñi Murillo, C. Galindo Vergara y A. Goñi Murillo. SEMERGEN. 2008;34(3):138-42.
  • Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). ¿Qué es la talasemia? Esta página fue revisada el: 10 de julio de 2019.
  • Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Cómo vivir de manera saludable con la talasemia. Esta página fue revisada el: 10 de julio de 2019.
  • Mayo Clinic. Talasemia. Escrito por el personal de Mayo Clinic.
  • MedlinePlus enciclopedia médica. Institutos Nacionales de la Salud (NIH). Talasemia. Versión en inglés revisada por: Todd Gersten, MD, Hematology/Oncology, Florida CancerSpecialists&Research Institute, Wellington, FL. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team. Ultima revisión 2/6/2020.
  • Sanitaria. Revista Redacción Médica. Talasemia.
  • Sanitas. Talasemia: ¿Tiene cura?
  • Manual MSD. Merck Sharp &Dohme Corp. Versión para público en general.Talasemias. (Anemia mediterránea; talasemia mayor y menor). Por Evan M. Braunstein, MD, PhD, Johns Hopkins University School of Medicine. Últimarevisióncompleta abr. 2021.

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.