Tricotilomanía

¿Qué es la tricotilomanía?

La tricotilomanía es un trastorno psicológico relacionado con el control de los impulsos que lleva a arrancarse el pelo de forma recurrente a quien lo padece. Descrito por primera vez por el médico francés Francois Henri Hallopeau en 1889, la palabra tricotilomanía se compone de los vocablos griegos trichos (pelo), tylos (estirar) y manía (impulso).

El arrancamiento repetitivo del cabello da lugar a una pérdida perceptible del pelo. A pesar de ello, las personas con este trastorno son incapaces de detener o aminorar este comportamiento, aunque lo intentan en repetidas ocasiones. Esto causa malestar, estrés y sufrimiento y puede afectar a la imagen de la persona y llegar a deteriorar su vida social, laboral o personal.

Aunque puede llegar a extraerse el pelo de cualquier parte del cuerpo -axilas, pubis…- el lugar más frecuente es la cabeza, seguido de las cejas y las pestañas. También puede ocurrir que la persona se arranque el pelo de un solo lugar del cuerpo o de varios.

No se sabe con exactitud por qué sucede esto, aunque se considera que el estrés es un factor precipitante. Puede tratarse de manera eficaz con terapia psicológica cognitivo-conductual. También ciertos antidepresivos u otros fármacos podrían ayudar a controlar los síntomas.

En ocasiones la persona niega que haya extracción intencionada o voluntaria de cabellos. En esos casos de negación, el médico puede diferenciar esas alopecias localizadas mediante biopsia donde se ven folículos sanos junto con otros en crecimiento y cabellos rotos o en crecimiento.


¿A quién afecta este trastorno?

Según datos de la American Psychiatric Association, la prevalencia anual de tricotilomanía en la población general en adultos y adolescentes oscila entre el 1% y el 2%.

El 90% de las personas que la padecen son mujeres. Sin embargo, hay hipótesis que avalan que este problema podría ser igual de frecuente en hombres que en mujeres, pero son estas las que buscan más a menudo asistencia médica, ya que la alopecia en los hombres está más aceptada socialmente. Es decir, las diferencias en la prevalencia podrían reflejar diferencias en la búsqueda de tratamiento según el género. De hecho, ambos sexos están representados por igual en los niños con tricotilomanía.


¿Cuáles son las causas de la tricotilomanía?

Aunque no se sabe a ciencia cierta qué provoca el impulso irrefrenable de arrancarse el pelo, algunas teorías apuntan a que existen estímulos internos y externos como situaciones de cansancio, aburrimiento, sedentarismo, relajación y distracción. Por ejemplo, el impulso puede aparecer al trabajar con el ordenador, ver la televisión, leer un libro, hablar por teléfono, estudiar, tumbarse o sentarse en el sofá, mirarse al espejo, etc.

Otras hipótesis sugieren que arrancarse el cabello es una manera de regular la ansiedad y la tensión crecientes en situaciones de estrés. No obstante, como veremos a continuación, no todas las personas con tricotilomanía padecen esta tensión.


¿Qué tipos de tricotilomanía hay?

Existen diferentes maneras de clasificar la tricotilomanía. La primera de ellas se basa en el momento en que se presentan los síntomas, según el cual, el trastorno puede ser:

  • De comienzo precoz: suele manifestarse entre los 5 y 8 años de vida y es de carácter benigno y limitado a episodios cortos. Tiende a corregirse por sí solo, aunque debe vigilarse, porque podría continuar en la edad adulta.
  • De comienzo tardío: el trastorno, crónico y discapacitante, afecta a adolescentes y a adultos. Los síntomas pueden presentarse de manera continua durante décadas o aparecer y desaparecer de manera intermitente durante periodos de semanas, meses o años.

En segundo lugar, según la conciencia que tiene la persona a la hora de arrancarse el cabello, la tricotilomanía puede clasificarse como un trastorno:

  • Automático: no existe conciencia de lo que se está haciendo, ya que el pelo se arranca mientras se está concentrado en otras actividades como pensar, estudiar, ver la televisión o hablar por teléfono. Afecta al 75% de las personas con tricotilomanía.
  • Consciente: la persona se concentra en lo que está haciendo, incapaz de evitar el impulso de arrancarse el cabello. En este caso, hay un aumento de tensión que disminuye cuando se desprende el pelo. Es el caso del 25% de las personas con tricotilomanía.

Lo más frecuente es que los tipos automático y consciente coincidan en la misma persona en diferentes momentos.


¿Cuáles son las principales características y síntomas de este trastorno?

  • La cantidad de pelo extraído cambia de una persona a otra: aunque lo más habitual es que se arranque de uno en uno, con el tiempo pueden llegar a quitarse mechones. En algunos casos, se llega a la calvicie completa y, en otros, solo clarea el cabello. En el caso de cejas y pestañas, pueden llegar a desaparecer por completo.
  • Zona de la que se extrae el pelo: el lugar más frecuente es la cabeza, pero también las cejas, las pestañas, la barba y el vello púbico pueden verse afectados. Algunas personas se arrancan cabellos de un solo lugar del cuerpo y otras lo hacen de varios, ya sea de forma inconsciente o en un intento por no generar una pérdida de pelo visible en una única zona.
  • El momento en que se produce la tricotilomanía cambia de unas personas a otras: en los casos automáticos puede ocurrir en cualquier momento del día pero también con más frecuencia en momentos de aburrimiento. En otras ocasiones, el impulso aparece en momentos de tensión o ansiedad buscando aplacar esa sensación con el arrancamiento del cabello. Muchos pacientes refieren mezcla de ambas situaciones.
  • En ocasiones, puede ir acompañada de rituales como examinar meticulosamente la cabeza en busca de un tipo de pelo o vello, enrollar o retorcer el cabello entre los dedos, tirar de él con los dientes o morderlo o tragarlo una vez arrancado (lo que puede ocasionar tricobezoares -bolas de pelo que se acumulan en el tracto digestivo y que pueden llegar a causar obstrucción-. A veces, la persona desarrolla paralelamente otras conductas repetitivas con su cuerpo como pellizcarse, rascarse o morderse las uñas.
  • La depresión, la ansiedad, la incomodidad y la vergüenza, consecuencia tanto de la propia incapacidad de controlar el impulso de arrancarse el cabello, como de la posible desfiguración de la imagen física.
  • Generalmente, las personas con tricotilomanía no se arrancan el cabello delante de otras personas y, de hecho, tratan de evitar situaciones sociales en las que alguien pueda percatarse de su problema, lo que puede agravar la tensión que sufren. A veces, ocultan su alopecia mediante el uso de sombreros, pelucas o falsas pestañas o tatuándose las cejas. Algunas personas pueden llegar a arrancar el pelo de animales domésticos, muñecas o elementos textiles como jerseys o alfombras.
  • Puede aparecer asociada a otras conductas repetitivas como, por ejemplo, morderse las uñas, rascarse excesivamente, o pellizcarse la piel.

¿Cómo puede tratarse la tricotilomanía?

La terapia cognitivo-conductual es considerada el tratamiento primario para la tricotilomanía. Esta terapia, capaz de reducir los síntomas, contribuye a conseguir que las personas con este trastorno sean más conscientes de sus actos, reconozcan los desencadenantes y aprendan estrategias que les permitan sustituir el hábito de arrancarse el pelo por otras conductas como apretar los puños, sentarse sobre las manos o redirigir estas a la oreja en vez de conducirlas al cabello.

Se considera que el estrés es un factor precipitante en la tricotilomanía.

También puede ser útil la terapia cognitiva, que ayuda a identificar las creencias distorsionadas sobre el arrancarse el cabello, y la terapia de aceptación y compromiso, que permite aprender a aceptar el impulso sin tener que actuar de acuerdo a él.

Con frecuencia, el tratamiento ayuda a reducir o a detener por completo el acto de arrancarse el cabello, así como los sentimientos de depresión, ansiedad o autoestima vinculados a este trastorno.

Posteriormente, es importante que la persona que ha dejado de arrancarse el pelo mantenga una actitud de alerta, ya que el pelo está siempre presente en la vida diaria, por los que las situaciones desencadenantes pueden ser numerosas.

Algunos medicamentos, entre ellos algunos antidepresivos, podrían ser de utilidad pero los estudios realizados son pocos y no concluyentes.


¿Qué complicaciones presenta?

Si, además de tricotilomanía, se da tricofagia -la persona ingiere el cabello arrancado-, pueden formarse bolas de pelo apelmazado en los intestinos, llamadas tricobezoares. Se trataría de una complicación infrecuente pero grave, ya que, después de unos años, pueden causar desnutrición y/o pérdida de peso, vómitos, obstrucción del intestino e, incluso, la muerte.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.