Urticaria

¿Qué es la urticaria?

La urticaria es una enfermedad relativamente frecuente de la piel que se caracteriza por un picor intenso y la aparición rápida de ronchas y habones en la piel. Estos pueden medir desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros.

La urticaria se asocia al angioedema en un 40%-50% de los casos, aproximadamente. El angioedema es una manifestación similar a la urticaria, pero difiere de esta en su localización, puesto que se presenta en la dermis profunda y/o en las mucosas, afectando a la piel, las vías respiratorias o al tracto gastrointestinal. Así, el angioedema suele aparecer más frecuentemente alrededor de los ojos y los labios, en las manos, los pies, los genitales o la garganta.

La mayoría de las veces son tratadas como una entidad única: urticaria/angioedema.


¿Qué tipos de urticaria existen?

Si atendemos a su evolución en el tiempo, la urticaria puede ser:

  • Urticaria aguda: suele durar menos de veinticuatro horas, aunque puede prolongarse hasta seis semanas. En aproximadamente la mitad de los casos de este tipo de urticaria, puede identificarse el mecanismo causal.
  • Urticaria crónica: si se prolonga más de seis semanas. En la mayoría de las personas afectadas por esta urticaria, su desencadenante no se llega a descubrir.

Si nos regimos por otros criterios de clasificación (mecanismos de producción, por ejemplo), estructuramos las urticarias de otra forma, como veremos más adelante.


¿A quién afecta?

De acuerdo a un artículo publicado en la revista médica Actas Dermo-Siliográficas, entre un 8% y un 20% de la población es susceptible de experimentar por lo menos un episodio de urticaria a lo largo de su vida. Respecto a la urticaria crónica de al menos un año de duración, el mismo artículo indica una prevalencia del 0,8%.


¿Cuáles son las causas de la urticaria?

La urticaria se produce cuando unas células conocidas como mastocitos liberan en el organismo unas sustancias, entre las que destaca la llamada histamina. Cuando esta sale, causa una dilatación de los vasos sanguíneos y se producen los síntomas de la urticaria.

Además de por el tiempo de duración, como hemos visto anteriormente, la urticaria puede ser clasificada según el mecanismo que desencadena la liberación de esas sustancias. Es importante tener en cuenta que un mismo agente o factor puede producir urticaria a través de mecanismos diferentes:

  • Urticaria inmunológica: cuando ciertos agentes actúan sobre el sistema inmunológico y éste desencadena la “descarga” del mastocito y por consiguiente, la liberación de la histamina. Causada por:
    • Medicamentos: antibióticos (penicilina, estreptomicina, sulfamidas…).
    • Alimentos: nueces, pescado, huevos, chocolate, cereales.
    • Infecciones: virus, bacterias, parásitos.
    • Picaduras de insectos.
    • Urticaria autoinmune: representa el 30%-50% de las urticarias crónicas y puede asociarse con otras enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis.
  • Urticaria no inmunológica: cuando el propio agente –per se- libera la histamina. Es el caso, por ejemplo de:
    • Medicamentos: penicilina, tetraciclinas, codeína, aspirina, antiinflamatorios no esteroideos, antidepresivos (citalopram), antihipertensivos …
    • Alimentos: fresas, clara de huevo, mariscos, colorantes…
    • Urticaria física: puede desencadenarse por rascado, presión, vibración, cambios de temperatura, por frío, por contacto con el agua o por exposición solar.
    • Edema angioneurótico familiar: se produce en miembros de la misma familia.
    • Algunos trastornos de la sangre: como leucemias, linfomas u otro tipo de cánceres pueden producir un aumento de un tipo de proteínas inmunes en la sangre y causar erupción cutánea.
    • Algunas enfermedades infecciosas, sobre todo, virus en niños.
  • Urticaria vasculitis: su causa está relacionada con enfermedades autoinmunes o con infecciones causadas por el virus de la hepatitis B o C. Se caracteriza por dejar, a diferencia del resto urticarias,  lesiones residuales en la piel durante unos días.
  • Urticaria idiopática (de causa desconocida): la mayoría de las urticarias crónicas son de este tipo.

¿Cuáles son los síntomas de la urticaria?

Los principales síntomas de esta enfermedad de la piel son:

  • Picor intenso: en el caso del angioedema, el picor suele ser menos importante y se manifiesta como quemazón, dolor, ardor o sensación local de presión.
  • Inflamación de la superficie de la piel y aparición de  ronchas o habones, cuyo color es similar al de la piel o rojizo: pueden presentarse aisladas o agrupadas y su tamaño varía de algunos milímetros a varios centímetros. Sus bordes aparecen bien definidos, mientras que el centro suele mantener una tonalidad pálida. Por otra parte, estos habones o ronchas pueden cambiar de forma y lugar, así como desaparecer y volver a aparecer. En el caso del angioedema, la piel que lo recubre puede estar caliente o enrojecida o no presentar alteraciones aparentes.
  • En ocasiones, sensación de ardor y escozor.
  • Si, de manera excepcional, la urticaria y el angioedema se asocian a un choque anafiláctico, pueden producirse dificultades para respirar debido a la inflamación del interior de la garganta, una bajada de la tensión arterial, mareos y pérdida de consciencia.

¿Cómo se trata?

A menudo, la urticaria desaparece por sí sola, sin que sea necesario un tratamiento. Pero en todo caso:

  • La primera medida es identificar, si es posible, la sustancia o desencadenante que ha provocado el trastorno.
  • En segundo lugar, normalmente se recurre a los antihistamínicos -generalmente los llamados de segunda generación, que habitualmente no producen somnolencia-, con el fin de bloquear los receptores de la histamina e impedir sus efectos  en el organismo.
  • En el caso de la urticaria aguda, se recomienda, además, evitar la ingesta de alimentos y fármacos que puedan empeorarla, como la aspirina y derivados, la codeína y mórficos, colorantes, conservantes, frutos secos, bebidas fermentadas (cerveza y vino), quesos fermentados (los quesos curados), embutidos, mariscos, conservas, el tomate, las fresas, los plátanos, la piña y las manzanas, el pescado congelado y  los alimentos pre-cocinados.
  • En los casos más graves o para tratar el angioedema, puede ser necesario recurrir a corticoesteroides y, si las vías aéreas están comprometidas, a adrenalina intramuscular

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.