Valvulopatías
Abordamos de la mano de la Asociación Española de Portadores de Válvulas Cardiacas Anticoagulados (AEPOVAC) qué son las valvulopatías, cuáles son sus síntomas y cuál es su tratamiento.
¿Qué son las valvulopatías?
El corazón tiene cuatro válvulas (mitral, aórtica, pulmonar y tricúspide) que desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del corazón. Cuando las válvulas funcionan correctamente, sus movimientos de apertura y cierre consiguen que, con cada latido, la sangre se mueva en la dirección correcta entre las cavidades del corazón y llegue al resto del cuerpo.
Las valvulopatías son un conjunto de enfermedades causadas por un mal funcionamiento de una o más válvulas cardiacas que pueden ser de dos tipos:
- Insuficiencia o regurgitación valvular: la válvula no se cierra correctamente dando lugar a que la sangre retroceda en lugar de avanzar.
- Estenosis u obstrucción valvular: estrechamiento en el que la válvula no se abre completamente, lo que dificulta el paso de la sangre.
En España, tres de cada cien personas mayores de 65 años sufre alguna valvulopatía. El número de afectados seguirá creciendo como consecuencia del aumento de la población con edad avanzada. Y es que una de las causas de daño valvular es el envejecimiento, además de las infecciones (fiebre reumática), los defectos valvulares de nacimiento o padecer ciertas enfermedades del corazón.
¿Qué prevalencia tienen las valvulopatías?
Según estudios recientes, se puede llegar a la conclusión de que la prevalencia de las enfermedades de las válvulas del corazón aumenta con la edad.
Aproximadamente una de cada ocho personas de 75 años o más, padece alguna valvulopatía leve, moderada o grave.
La más común es la valvulopatía aortica que consiste en un estrechamiento de esa válvula, debido principalmente a su calcificación (es lo que llamamos estenosis aortica), cuya prevalencia en personas de más de 75 años, es del 3%, probablemente estas cifras se subestimen, debido al infra diagnóstico.
¿Cómo se detectan las valvulopatías?
Las valvulopatías, con frecuencia, producen sonidos inusuales del corazón (conocidos como “soplos”) que se producen por la dificultad para el paso de la sangre a través de las válvulas dañadas. Estos sonidos son audibles y detectables cuando el profesional sanitario ausculta el pecho simplemente con la ayuda de un fonendoscopio.
El segundo paso es confirmar el diagnóstico de valvulopatía, realizando la prueba más utilizada que es el ecocardiograma, aunque también puede ser necesario realizar otras pruebas como la radiografía o el electrocardiograma.
¿Qué tipos de prótesis cardiacas existen?
Si es necesario sustituir la válvula, se puede hacer a través de dos opciones: implantando una prótesis mecánica o biológica, cuya elección dependerá del tipo de paciente, edad o historial clínico, junto con otros factores.
- Válvulas mecánicas: se fabrican con materiales inorgánicos, generalmente, carbón pirolítico, y su gran ventaja es la durabilidad, y es que tienen una vida útil de entre 20 a 30 años siendo poco proclives a producir coágulos, embolias o hemorragias. Sin embargo, con el tiempo, estas prótesis se obstruyen, por lo que para evitar este problema los pacientes precisan de anticoagulantes diarios de por vida.
- Válvulas biológicas: son aquellas cuya fabricación emplea tejidos orgánicos, es decir, válvulas o pericardio de animales (vaca, cerdo, etc.), lo que supone una ventaja puesto que no necesitan de anticoagulación. Por otra parte, cuentan con el inconveniente de la menor durabilidad, entre 12 y 15 años.
Gracias a la investigación se van incorporando importantes avances, uno de ellos es el procedimiento TAVI (implante transcatéter de la válvula aórtica) que permite el reemplazo de esta válvula por una prótesis a través de procedimientos menos invasivos para el paciente, permite acortar la estancia hospitalaria y acelerar la recuperación posoperatoria. La prótesis que se implanta es siempre biológica porque la flexibilidad de los tejidos es lo que permite las diferentes vías de acceso al TAVI.
¿Qué síntomas presentan las valvulopatías?
Las valvulopatías pueden pasar desapercibidas durante muchos años sin mostrar ningún síntoma, ya que su desarrollo es progresivo al paso del tiempo.
Los síntomas que aparecen con más frecuencia son:
- Sensación de falta de aire.
- Fatiga o cansancio.
- Dolor en el pecho.
- Palpitaciones.
- Tos.
- Hinchazón de tobillos y pies.
Aunque pueden variar dependiendo qué tipo de válvula está afectada y de la gravedad del problema.
En muchas ocasiones, la existencia de una valvulopatía se descarta y, en su lugar, se atribuye erróneamente a síntomas relacionados con el envejecimiento.
¿Cómo se tratan las valvulopatías?
El tipo de tratamiento depende fundamentalmente de qué válvula está enferma y de la gravedad del problema.
- Valvulopatía es leve o moderada: puede ser suficiente con el mantenimiento de hábitos de vida saludable y el seguimiento de la enfermedad, sin necesidad de tomar ninguna medicación.
- Valvulopatía grave: si los medicamentos no son suficientes para controlar la enfermedad, o no se toleran bien, puede ser necesaria la realización de cirugía para reparar o reemplazar la válvula dañada.
¿Existe conciencia sobre las valvulopatías?
A raíz de los datos recabados en la última campaña de “La semana de las Valvulopatías” se puede afirmar que una de cada cuatro personas reconoce no saber nada sobre las enfermedades de las válvulas cardiacas y otras en un porcentaje similar, solo han oído algo poco significativo sobre ellas.
Entre los grandes objetivos de la Asociación -formada por un colectivo de pacientes con una razón de ser, ayudar e informar a los pacientes, familiares, cuidadores, etc. desde el conocimiento propio de las enfermedades cardiovasculares y siempre en colaboración con los profesionales sanitarios-, junto con otros colectivos de Pacientes a nivel mundial, están concienciar y sensibilizar a la población, a la vez que mejorar el diagnóstico, tratamiento y manejo de la enfermedad.
Para concluir, decir que nuestro mejor consejo es seguir el lema de AEPOVAC, no tener miedo y si, información veraz, junto a un adecuado seguimiento por parte de Especialistas sanitarios y un acercamiento a las Asociaciones de Pacientes.
Fuentes
*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.