Viruela del mono

¿Qué es la viruela del mono?

La viruela del mono o viruela símica es una infección rara causada por un virus del género Ortopoxvirus, al que también pertenece el virus de la viruela -llamado variola-, de la familia Poxviridae. El primer caso detectado en humanos se produjo en 1970 en la República Democrática del Congo.

Se trata de una zoonosis, lo que significa que es una enfermedad propia de animales salvajes como primates y roedores -considerados el principal reservorio del virus-, de la que los seres humanos pueden contagiarse de forma secundaria. También puede propagarse de persona a persona.

Entre otros síntomas, se caracteriza por erupciones -exantemas- que comienzan en el rostro y se extienden por todo el cuerpo. Aunque no existe tratamiento ni vacuna específicos para esta enfermedad, la vacunación antivariólica previa parece ser eficaz a la hora de prevenirla.


¿Dónde es más frecuente?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una enfermedad que se da principalmente en las zonas remotas de África central (Cuenca del Congo) y occidental, en áreas cercanas a selvas tropicales. De hecho, se considera endémica en la República Democrática del Congo, país en el que se produjo un importante brote en los años 1996 y 1997.

En muy raras ocasiones, se han producido brotes en otras partes del mundo como el que tuvo lugar en 2003 en Estados Unidos. Sin embargo, el 7 de mayo de 2022, el Reino Unido dio la alarma de un nuevo caso y desde entonces se han detectado algunas decenas de ellos en 12 estados miembros de la UE, entre ellos España, Portugal, Italia, Suecia, Francia o Bélgica además de Estados Unidos y Canadá. Otros países como  Australia e Israel investigan también casos en la actualidad. En estos momentos no se puede hablar en absoluto de epidemia, dado el bajo número de casos y el control que se está ejerciendo sobre los casos detectados y sus contactos. La variedad que está dando lugar a estos casos es la africana occidental, de evolución más leve que la de África Central.


¿Cómo se contagia la viruela del mono?

Las vías de transmisión solo se conocen en parte. La Organización Mundial de la Salud cita  las siguientes:

  • De animal a persona: mediante el contacto directo con la sangre, los fluidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de los animales infectados (monos, ratas gigantes de Gambia, ardillas, ratones de cuatro franjas, lirones enanos…). Por ejemplo, el contagio puede producirse tras una mordedura o arañazo de un roedor infectado (uno de los principales reservorios) o, como ocurre generalmente en África, debido a la manipulación, preparación e ingesta de animales silvestres.
  • De persona a persona -transmisión secundaria-: se transmite por contacto estrecho y prolongado con la persona infectada, principalmente a través de aerosoles (gotas respiratorias), aunque es importante conocer que el contacto debe ser prolongado y cara a cara con una persona infectada. También puede producirse contagio por contacto directo con sus lesiones cutáneas y con sus líquidos corporales (incluyendo transmisión sexual), así como a través de la placenta -viruela símica congénita-.
  • Por contacto con objetos contaminados recientemente con fluidos de una persona infectada, sus gotas respiratorias o materiales de su lesión.

Los casos detectados en la actualidad parecen haber sido mayoritariamente transmitidos por vía sexual.


¿Qué síntomas tiene la viruela del mono?

El periodo de incubación suele durar de 6 a 16 días, aunque puede oscilar de los 5 a los 21 días. Posteriormente, la evolución de la infección sigue las siguientes fases:

  • Periodo de invasión (días 0-5). Hay fiebre, escalofríos y sudores, cefalea intensa, dolor muscular, de espalda y de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos -linfadenopatía- y falta intensa de energía -astenia-.
  • Periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre). Aparecen erupciones en la piel -exantemas-, que afectan primero al rostro y luego se extienden al resto del cuerpo. Su número puede variar de unas pocas lesiones hasta centenares de ellas. Las zonas más afectadas son el rostro (95% de los casos) las palmas de las manos y las plantas de los pies (75% de los casos), la cabeza y el torso. También pueden aparecer en las mucosas de la boca, los genitales, la conjuntiva palpebral y la córnea del ojo. En unos diez días, el exantema evoluciona de ser una lesión de base plana -maculopápula- a ampollas llenas de líquido -vesículas-, pústulas y, finalmente, costras.

La enfermedad es autolimitada con síntomas que suelen durar de dos a cuatro semanas aunque las costras pueden tardar en eliminarse por completo hasta tres. En África (donde los cuidados sanitarios son más precarios) y según la OMS, la tasa de letalidad oscila entre el 1% y el 10% (incluyendo las variedades más graves). Los casos más graves se suelen dar en niños y la evolución depende del tiempo de exposición, del estado de salud previo y de las complicaciones que se puedan dar.


¿Cómo se cura la viruela del mono?

No existen medicamentos específicos o vacunas para esta enfermedad, aunque, según la OMS, la vacuna antivariólica (la de la viruela) ha demostrado un 85% de eficacia en la prevención de la viruela del mono. También puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea más leve. Por tanto, las personas vacunadas hasta 1980 (fecha en la que se eliminó esta vacuna del calendario vacunal al considerarse erradicada) presentarían cierto grado de protección.

Por otra parte, parece ser que algunos antivirales pueden contribuir a controlar los brotes y se está investigando en cuáles resultan más eficaces.


¿Existen semejanzas entre el virus de la viruela del mono y el de la covid-19?

Existen grandes diferencias entre el virus de la viruela y la covid-19, de hecho, ambos virus no tienen nada que ver. El virus de la viruela del mono no es nuevo; existe vacuna (la antivariólica, que puede ponerse en producción) y, además, es un virus ADN -no como el covid, que es ARN- y, por tanto su tasa de mutación y de generación de nuevas variedades es mucho más baja. Por último, es menos transmisible que la covid-19 y no se da transmisión asintomática. 


Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.