Cuándo debe acudir un adulto al Servicio de Urgencias

¿Qué síntomas son señal de que un adulto debe acudir a Urgencias?

Además de por accidentes, las personas en edad adulta deben llamar al número de emergencias 112 o acudir a los Servicios de Urgencias en caso de que padezcan los siguientes síntomas:

  • Dolor o presión intenso en el pecho —en la zona del esternón—, que no se altera con el movimiento ni con la respiración y que, a veces, irradia hacia la mandíbula el cuello, la espalda, el brazo izquierdo y, en ocasiones, el brazo derecho —síntomas de una posible angina de pecho (los síntomas ceden en unos minutos) o infarto de miocardio (síntomas que no ceden)—. Sobre todo, si este dolor está asociado a sudor frío y mareo, o la persona tiene más de cuarenta años o factores de riesgo cardiovascular como fumar o colesterol elevado. En mujeres, en ocasiones, el dolor no es el síntoma principal sino que pueden darse combinaciones de:
    • Molestias en el cuello, la mandíbula, los hombros o la parte superior del vientre (abdomen)
    • Falta de aire
    • Dolor en uno o ambos brazos
    • Náuseas o vómitos
    • Sudoración
    • Aturdimiento o mareos
    • Cansancio inusual
    • Síntomas de indigestión
  • Parálisis en un lado del cuerpo, cambio en la simetría facial, habla incoherente o dificultad para expresarse, incapacidad repentina para caminar, dolor de cabeza muy intenso y de aparición súbita -similar a un hachazo-, pérdida brusca de la visión que suele afectar a un solo lado del campo visual, pérdida súbita de fuerza o de sensibilidad en alguna extremidad -síntomas de un posible ictus o infarto cerebral-.
  • Dificultad para respirar o asfixia.
  • En comparación con la frecuencia habitual: frecuencias cardiacas muy bajas o muy altas, acompañadas de mareos, sudoración, palidez, náuseas, dolor en el tórax o dificultad para respirar.
  • Convulsiones de cualquier tipo aunque cedan en un minuto
  • Dolor abdominal intenso, acompañado de vómitos o incapacitante.
  • Vómitos o diarrea que no cesan o con sangre.
  • Dolor brusco e intenso que se inicia en la región lumbar y se extiende hacia la zona del pubis -síntoma de un posible cólico nefrítico-.
  • Pérdida o alteración abrupta de la visión o visión doble.
  • Dolor en los ojos que no remite o asociado a pérdida de visión, halos, dificultad o incapacidad para mover el ojo, vómitos, fiebre, escalofríos o dolores musculares.
  • Erupción cutánea generalizada o lesiones cutáneas de color rojo púrpura, que aparecen junto a fiebre o síntomas neurológicos.

Cuando alguno de ellos se daña, aparecen diferentes problemas que causan en el paciente dolor y dificultades para caminar.


¿Cuándo se debe acudir urgencias por fiebre?

  • Fiebre alta que no mejora con el tratamiento farmacológico prescrito por el médico o baja y enseguida vuelve a elevarse.
  • Fiebre que alcanza los 39,5º o, en caso de personas mayores, de 38º.
  • Fiebre que se presenta asociada a síntomas como:
    • Dolor de cabeza
    • Rigidez en la nuca
    • Presión arterial baja —por debajo de 100 mmHG—
    • Frecuencia respiratoria elevada —superior a 22 respiraciones por minuto—
    • Disminución del nivel de consciencia
    • Convulsiones
    • Dificultad para hablar o respirar
    • Dificultad para caminar
    • Dolor intenso de cabeza
    • Color morado en uñas lengua y labios
    • Erupción en la piel
    • Dificultad para mover brazos o piernas —posibles signos de meningitis bacteriana—, especialmente si se acompaña de vómitos o náuseas
  • Fiebre acompañada de dolor abdominal o dolor torácico que aumenta al respirar.
  • Fiebre en pacientes inmunodeprimidos -personas con enfermedades hematooncológicas, en tratamiento con quimioterapia, inmunodeficiencias como la infección por VIH o trasplantados de órganos-. En caso de ponerse en contacto con el 112 o acudir a Urgencias por alguna otra patología, es necesario que estos pacientes se identifiquen como tales e informen de su tratamiento.
  • Fiebre en personas con enfermedades crónicas
  • Fiebre en personas que hayan sido sometidas recientemente a una intervención quirúrgica o a pruebas endoscópicas diagnósticas, sobre todo biopsias.
Además de por accidentes, las personas en edad adulta deben llamar al número de emergencias 112 o acudir a los Servicios de Urgencias  en estos casos
También es necesario acudir a urgencias cuando se produce un desmayo o síncope con pérdida de conciencia.
  • Fiebre que se presenta después de un viaje a un país tropical.

¿En qué otros casos es imprescindible acudir a urgencias?

  • Reacción alérgica severa que produce dificultad para respirar, hinchazón o edema en la garganta, cambio en la voz y/o urticaria.
  • Hemorragia abundante que no puede detenerse, tanto si es consecuencia de una herida como de vómitos o tos con sangre, sangrados rectales o ginecológicos —sobre todo en caso de mujeres embarazadas—.
  • También si, en caso de hemorragia, se da sensación de mareo, debilidad, inestabilidad, disminución del nivel de conciencia, dificultades para respirar, pulso rápido, palidez, sudoración fría o abdomen duro.
  • Quemadura grave (cuando hay destrucción de tejido —quemadura de tercer grado— o no habiéndola, la quemadura es en áreas amplias o en cara o genitales).
  • Contusión en la cabeza, haya habido o no pérdida de conocimiento, pero, especialmente, en el caso de una pérdida de conocimiento superior a treinta segundos, vómitos recurrentes, convulsiones, mareos, dolor de cabeza que va en aumento, dificultad para hablar o caminar, alteraciones en las pupilas de los ojos, debilidad en las piernas o los brazos, herida en la cabeza que no para de sangrar, excreción de líquido o sangre por los oídos o la nariz, zumbido en los oídos que no desaparecen, palidez que dura más de una hora, morados o protuberancias grandes en zonas de la cabeza que no son la frente , comportamiento extraño de la persona o incapacidad para reconocer lugares o personas.
  • Cualquier contusión, lesión o fractura que impida la movilidad, produzca una deformación o una excesiva inflamación, especialmente si la lesión se ha producido en la cabeza, el cuello o la columna vertebral.
  • Síncope o desmayo —pérdida total de conciencia—. Aunque suelen ser transitorios y no producir mayores consecuencias, es aconsejable acudir al centro de salud o a urgencias para recibir una valoración médica.
  • Crisis epilépticas.
  • Impacto en el ojo, especialmente si hay dolor, hinchazón del párpado, visión borrosa o hemorragia de los vasos sanguíneos del ojo.
  • Presencia de cuerpos extraños en el ojo.
  • Inhalación de humo o gases tóxicos.
  • Sospecha de intoxicación por tóxicos, setas, medicamentos o sobredosis de drogas o alcohol.
  • Descarga eléctrica o rayo.

Fuentes

*Esta información en ningún momento sustituye la consulta o diagnóstico de un profesional médico o farmacéutico.